En busca de la accesibilidad universal en las ciudades: “Tenemos que entender que no sólo es para las personas con discapacidad”
“Entonces mis padres, en un intento de mejorar mi autonomía y dependencia, decidieron cambiar de vivienda”, explicaba Clara en el blog 'Capaces de todo'. La importancia del entorno queda plasmado en la experiencia de esta joven toledana, explica el presidente del Grupo de Entidades Sociales, Andrés Martínez. Porque la accesibilidad es mucho más que romper con las barreras arquitectónicas que podemos ver en nuestras ciudades. “Desde CECAP trabajamos desde el marco de la vulnerabilidad. Una persona puede encontrarse en una situación vulnerable, al tener una dificultad para acceder a un derecho fundamental, que va desde poder caminar libremente hasta tener una vida independiente, un empleo o su autonomía”, explica Martínez.
No sólo se trata de semáforos que tengan avisos sonoros para las personas con dificultad de visión, o invidentes, o de barreras para poder subir y bajar de las aceras. “Hablamos de distintas variables internas o externas, que no se tienen en cuenta pero son realmente determinables. El concepto de accesibilidad universal se refiere precisamente a cómo facilitamos o modificamos estas variables, para que todas las personas puedan ser parte de nuestra comunidad. Cualquier variable puede ser determinante: tener transporte público podría ser una de ellas, porque es algo que ayuda a las personas que no pueden tener carné de conducir o que no tienen la posibilidad de tener un coche. Una idea, entre muchísimas”, explica.
Medidas para todas las personas
Las condiciones externas, explica, van ligadas a un marco de accesibilidad “mucho más amplio” que la física. “Estamos analizando en Toledo cómo comenzar con un proyecto global como ciudad para abordar estos retos”, recalca Martínez. Se trata, incide, de cómo queremos que sean nuestros barrios, cómo deben ofrecerse a la ciudadanía para que pueda, por ejemplo, ir a trabajar, estudiar o disfrutar de su tiempo libre. “Se trata de garantizar un entorno que tenga recursos comunitarios y también infraestructura accesible. No sólo a las personas con discapacidad, sino a todas las personas. Son medidas que de una forma u otra nos llegan a todos”.
Carlos Hernández es el delegado de la ONCE en Castilla-La Mancha y coincide ampliamente con este planteamiento: “efectivamente, accesibilidad no es sólo la señalética. Es mucho más. Es garantizar accesos virtuales, por ejemplo, que la administración pueda ser accedida por todos”, recalca. Y va más allá: “Tenemos que entender que no sólo es para las personas con discapacidad”, explica, sino que va en beneficio de todos. “Lo que puede ayudar a una persona sorda, por ejemplo, puede hacer lo mismo para cualquiera que conduzca un ccoche. O los pictogramas, pueden facilitar su visita a un turista. O a los niños. No nos damos cuenta, pero así creamos una ciudada más cómoda para todos”, recalca.
“Si tenemos avisos para personas no videntes, como yo, también sirven para quien esté enfrascado en su móvil, u ocupado con un bebé”, reflexiona Hernández. De todos modos, concede que cada vez hay “más conciencia”, aunque suele “chocar” con otro tipo de “intereses” en nuestras ciudades. “Para las personas ciegas, los bolardos son un problema. Pero chocamos de manera continúa con los vecinos que necesitan un bolardo para que nadie aparque en la puerta de su casa. Pero carece de sentido sembrar una ciudad de bolardos, para unos y para otros. Tenemos que cumplir con los requisitos básicos y que no valga cualquier cosa”, afirma.
También rechaza que el concepto de accesibilidad esté vinculado a, en el caso del Gobierno regional, sólo a la consejería de Bienestar Social. “Es que la accesibilidad no atañe sólo a las personas con discapacidad. Ciertamente somos los más interesados, pero son muchos los colectivos que se pueden beneficiar de una rampa: personas con un carrito de bebé, personas mayores, niños que quieren correr. Por eso, la accesibilidad debe estar vinculada más bien a Presidencia o Vicepresidencia, y en el ayuntamiento, debería estar directamente relacionado con la alcaldía, no a Urbanismo”, asegura. Y es que se trata de un tema transversal, por lo que debe tratarse como tal.
Ahora en tiempos de pandemia, Hernández llama la atención a cómo los proyectos que se generen a través de los fondos Next Generation, para que sean pensados desde la accesibilidad antes incluso de comenzar a cobrar vida. “Desde el CERMI advertimos, de que estos planes deben trabajarse desde el principio desde la accesibilidad. Así nos evitamos luego tener que andar parcheando”, asevera.
Pero, ¿qué hacen las ciudades?
En 2019, un informe señalaba que las Ciudades Patrimonio “suspendían” en accesibilidad, a pesar de las numerosas ventajas, tanto sociales como económicas, que ofrecen entornos urbanos más amigables con el mayor número posible de gente. Desde el Ayuntamiento de Toledo son conscientes de las dificultades que entraña el casco histórico, pero no renuncian a seguir trabajando en mejorar . La voluntad política, explican fuentes municipales, está ahí. “Es una estrategia transversal, que implica a todos los departamentos municipales”, aseguran desde el Consistorio, que explican que uno de los objetivos es de hecho eliminar barreras arquitectónicas para favorecer el tránisto de todas las personas.
Para ello, explican, se han atendido diversas peticiones ciudadanas, especialmente en el caso de necesitar rampas en zonas frecuentadas por personas mayores. “Es necesario que todo el mundo pueda acceder a los servicios públicos, por eso hemos incorporado señales acústicas en los pasos de peatones, favorecido el espacio para que se pueda acceder a los autobuses y mandos para personas invidentes, para que pudiesen conocer los tiempos de espera y llegada al autobús”, señalan las mismas fuentes. El Ayuntamiento también ha puesto a disposición de la ciudadanía un mapa interactivo con más de 500 plazas que se puede visitar en Google Maps, para conocer dónde hay aparcamiento para personas con movilidad limitada. Además, aseguran que se mantienen reuniones “permanentes” para recoger las demandas de los colectivos y poder así derribar estas barreras. Fue el caso, por ejemplo, de las jornadas en las Ferias de Agosto de 2019, cuando se quitó la música para que personas con trastorno de atención pudiesen disfrutar de las festividades. “Lo tenemos en cuenta”, recalcan.
Desde Ciudad Real, la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, explica que el plan del Ayuntamiento es eliminar todas las barreras: arquitectónicas, “que son fundamentales”, y también comunicativas y cognitivas. “Se trata de saber que no todos recibimos o interpretamos la información de la misma manera”, defiende. Por eso, ya en 2015 se instalaron pictogramas en una de las piscinas municipales, para que chicas y chicos con autismo pudiesen acceder a las instalaciones y también participar en un curso de natación adaptada. Lo mismo ocurre con el edificio del Mercado, en el que están distintas concejalías, el Ayuntamiento y el Centro Verde. “Seguimos avanzando en esta línea”.
"Debemos eliminar barreras si queremos una ciudad más justa"
De este modo, también recalca que los Plenos municipales se retransmiten interpretados en lengua de signos, al igual que en todos los actos oficiales. “Hacemos una apuesta muy fuerte por las personas, porque son el centro de las políticas municipales. Debemos gobernar en función de alcanzar justicia social para todas y todos, especialmente quienes tengan alguna dificultad. Si buscamos alcanzar la igualdad, una de las primeras acciones es eliminar las barreras para que la ciudad sea más justa”, explica Hinojosa. Es por eso que también trabajan de manera permanente en conjunto con asociaciones que trabajan con familias de personas en el espectro autista, por ejemplo, que han ayudado a realizar proyectos en conjunto con las instituciones. “Son quienes nos orientan y guian”. “Estamos en el punto de no retorno para alcanzar la accesibilidad universal”, concluye.
Manzanares es una localidad más pequeña, pero que también trabaja en “no dejar a nadie atrás”. Así lo señala la concejala de Medio Ambiente, Isabel Díaz-Benito, que recalca que la accesibilidad es una “punta de lanza” del Gobierno municipal, que comenzó con la peatonalización el casco histórico. “Ha sido un antes y un después en la movilidad urbana de manzanares. No sólo ha facilitado el desplazamiento, sino que también ha supuesto recuperación de patrimonio e incluso atracción de tuiristas. Nos sorprendió el impacto que tuvo entre la ciudadanía”, afirma.
También recuerda que actualmente la accesibilidad total es una “obligación legal”. “Pero más que eso, es una obligación moral y para eso estamos aquí los políticos. Por eso estudiamos nuevas intervenciones que vayan en esta línea, trabajando con entidades como la ONCE con quienes tenemos una comunicación muy directa”, recalca Díaz-Benito. Reconoce que se trata de un campo “muy amplio” y que por eso supone una dificultad agregada. “Pero nosotros no pararemos de intentarlo”, concluye.
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