No son buenos días ni para la calidad del aire que respiramos ni para el medio ambiente. El ozono 'malo', como normalmente se denomina al ozono troposférico, que es el que permite que llegue a través de la atmósfera la radiación ultravioleta y daña la salud humana, está haciendo estragos en varios puntos de Castilla-La Mancha durante la última semana. Las sucesivas olas de calor y la creciente contaminación, agravada por la falta de lluvias, han provocado que Toledo se encuentre hoy en alerta por este tipo ozono.
La capital regional se une de este modo a la superación de los índices de información a la población (que es como se realizan estas alertas) por ozono que también se alcanzaron ayer en Puertollano, y la semana pasada en Guadalajara y Azuqueca de Henares. Estas últimas localidades coinciden además con los núcleos de producción industrial más concentrados de Castilla-La Mancha.
Los datos proceden de la Red de Control y Vigilancia de la Calidad del Aire de la región, que mide, conforme a estaciones de la red pública y privada, los niveles de contaminación atmosférica que intervienen sobre la calidad y el desarrollo del medio ambiente. Los niveles de ozono varían estacionalmente, siendo durante los meses de verano, cuando la estabilidad atmosférica es mayor y se producen los máximos de radiación solar. La zona de Puertollano, por sus especiales características geomorfológicas, de estabilidad atmosférica y de concentración industrial, suele experimentar los máximos valores horarios.
Aunque se trata de alertas más o menos comunes en verano, la superación de los niveles es importante sobre todo para la población sensible a los rayos ultravioleta y a la contaminación: niños y gente con complicaciones en el aparato respiratorio, especialmente los ancianos. Especial cuidado deben tener también las personas que estén realizando actividad física en el exterior, ya que al respirar más volumen de aire se exponen a una mayor absorción de este contaminante y, en consecuencia, pueden sufrir una mayor afección de las vías respiratorias.
Los altos índices de ozono 'malo' son especialmente graves cuando se unen a la mala calidad del aire. El último estudio nacional de Ecologistas en Acción sobre esta cuestión, suspendió a Castilla-La Mancha. Apuntaba que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de la región están expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación; y que dos zonas de la región presentan una elevada contaminación: una con los núcleos de población de Guadalajara, Toledo y Talavera, y otra delimitada en el área industrial de la comarca de Puertollano.