El coste total del cáncer en España a nivel sanitario, familiar, social y laboral es de 19.300 millones de euros, lo que equivale, en el caso de Castilla-La Mancha al 231% de su Presupuesto regional. Son datos de un estudio elaborado por la consultora Oliver Wyman para la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En este estudio también se establece que entre el 30 y el 50% de los casos de esta enfermedad se podrían evitar con métodos de prevención, lo que supondría evitar 55.000 muertes anuales y un ahorro estimado de 9.000 millones de euros.
La asociación ha hecho público este informe con motivo del Día Mundial del Cáncer que se celebra este 4 de febrero. Destaca que el cáncer se puede considerar como el problema sanitario, social y económico más importante de España: cada año se diagnostican en torno a 275.000 nuevos casos y existen alrededor de millón y medio de personas afectadas.
En este sentido, subraya que a los costes “en dolor, sufrimiento y muertes” se suman unos costes económicos a todos los niveles: médicos (derivados del tratamiento, seguimiento, farmacia y atención médica adicional pagados por el paciente), y no médicos (transporte, comida, alojamiento, equipamiento y obras de casa. En esta lista también se incluiría costes indirectos como la pérdida de ingresos de pacientes activos y sus familias, así como la pérdida de productividad.
El coste varía según tipología
Por ello, una de las conclusiones que se extraen del informe es que el impacto económico de la enfermedad varía notablemente en función de la tipología del cáncer, siendo los más costosos los cuatro tipos de tumores de mayor incidencia: colorrectal (2.500 millones), mama (2.200 millones), próstata (1.000 millones) y pulmón (2.100 millones).
Otro dato que desvela el informe es que la población en edad laboral supone el 40% de la incidencia y el 62% del impacto económico. Así, de los 19.300 millones de euros que se estima que cuesta aproximadamente el cáncer, el 55% lo asume el sistema sanitario y el 45% restante aquellas familias que cuentan con algún miembro con cáncer.
Noema Paniagua, directora general de la AECC, señala que es necesario reducir estos costes en el medio-largo plazo, pero “no podemos olvidar hay que trabajar en el presente para evitar que los costes del cáncer provoquen extrema vulnerabilidad en las personas que lo padecen”. De hecho, la mayor parte del coste se produce en el primer año de la enfermedad, continuando el gasto en los años siguientes y este se mantiene para las familias en muchas ocasiones de manera permanente.
Ante esta situación, hay diversos factores que pueden contribuir a la reducción de los costes del cáncer. “La prevención y la detección precoz pasan por ser una opción que el país debería considerar para abordar de manera inmediata el gasto que genera la enfermedad”. Según el estudio, con ello se podrían evitar 55.000 muertes anuales y ahorrar unos 9.000 millones de euros. Eliminar el consumo de alcohol, de tabaco, la obesidad son algunos de estos métodos de prevención.
Desde la AECC quien que asume el reto de “disminuir considerablemente el impacto del cáncer en la siguiente generación” y para ello “debemos empezar a ver la enfermedad como un problema sanitario, social y económico que hay que corregir entre todos y desde todos los ámbitos sociales”.
En Castilla-La Mancha, las últimas medidas llevadas a cabo desde el Gobierno de Castilla-La Mancha han sido de equipamiento tecnológico en hospitales para evitar los gatos de desplazamientos en medicina nuclear. Se trata de material de última generación que la Consejería de Sanidad quiere distribuir por todas las provincias con el objetivo de conseguir las “máximas” posibilidades diagnósticas y terapéuticas de la enfermedad.