La mutua castellano-manchega Solimat ha sido distinguida como el cuarto ‘Great Place to Work’ (excelente lugar para trabajar) de España, en la categoría de empresas entre 100 y 250 trabajadores. Unos premios otorgados por la consultora de investigación y gestión de recursos humanos de mismo nombre que el pasado jueves dio a conocer a las 50 mejores empresas para trabajar incluidas en la lista ‘Best Workplaces España 2017’.
Hace dos años lograron hacerse con el séptimo puesto en la categoría y ahora han escalado al cuarto lugar, entre otras cosas, según explicaba la directora de Recursos Humanos, Yolanda Tabasco porque el 93% de los empleados de Solimat creen que es un lugar “excelente” para trabajar.
El dato se ha dado a conocer durante el encuentro anual que la mutua mantiene con los medios de comunicación. El director gerente, Ángel Nicolás, ha abogado “exportar” el modelo tanto a empresas como a las administraciones públicas y en particular ha citado al SESCAM, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. “Frente a la política del latigazo, la del abrazo”, ha dicho, para anunciar la disposición de Solimat de “asesorar” a quienes apuesten por implementar el modelo porque, aseguraba “bajo control y presión no se rinde más”.
Solimat cuenta con 195 trabajadores tanto en Castilla-la Mancha como en Madrid y en Ávila. El 60% son mujeres. Atienden a más de 124.000 usuarios y su director de Relaciones Institucionales y Organización Territorial, Leonardo Prudencio Seseña, se muestra convencido de que “hay una mejor atención si la realizan personas felices”.
Su apuesta por mejorar el ambiente laboral interno, explicaba la directora de Recursos Humanos, Yolanda Tabasco, se intensificó a partir de 2008 cuando Solimat puso en marcha su Plan de Conciliación e Igualdad. De las 38 medidas iniciales se ha pasado a 106 dirigidas sobre todo a “la flexibilidad temporal y espacial” para los casi 200 empleados.
La mutua se fundó en 1933 y acaba de revisar su Plan Estratégico que desarrollará hasta 2020. Ha sido fruto de un proceso de “reflexión interna”, explicaba Ángel Nicolás. En esta empresa no hay representación sindical. “Los sindicatos son necesarios”, comentaba Nicolás (que es además el presidente de la patronal castellano-manchega), para recordar que “es un derecho y no una obligación de los trabajadores” y que, en el caso de Solimat, decidieron disolver el Comité de Empresa al implantar el nuevo modelo de trabajo en el que, por ejemplo, los trabajadores no fichan. “Cada uno es responsable, a la larga da mejores resultados y el sistema se autorregula” por los propios empleados.
Ángel Nicolás ha comentado también el incremento “de manera alarmante” del nivel de absentismo laboral que se sitúa en el 16%. “No todo es fraude” ha matizado para reiterar su petición de “más colaboración” entre las mutuas y el servicio público de salud para “ayudar a resolver” las listas de espera sanitarias así como “controlar” los casos de “abuso” y cambiar, de paso, la percepción ciudadana de una labor asistencial, la de las mutuas, “muy mal entendida”, según Nicolás.