Nueva radiografía sobre la sanidad española en los años de crisis económica y nueva foto fija sobre la especial incidencia que tuvieron los recortes sanitarios en comunidades autónomas como Castilla-La Mancha. Según la publicación ‘La Sanidad Española en Cifras 2016’, realizada por el Círculo de Sanidad y la Fundación Gaspar Casal, esta región ocupa el último lugar del ranking de autonomías, es decir, fue la que sufrió un mayor descenso de la inversión en este sector público. La principal conclusión de este documento es la constatación de un Sistema Nacional de Salud en el que las diferencias territoriales en gasto sanitario llegan a ser del 54%.
El libro parte de una premisa comparativa muy esclarecedora: si el gasto realizado en Sanidad en cada comunidad autónoma pudiera repartirse de forma equitativa entre sus potenciales beneficiarios, serían los castellano-leoneses los españoles que obtendrían un crédito más alto para el cuidado de su salud con un cheque anual de 1.623,76 euros por cabeza. Y en el otro extremo del ránking se situarían los castellano-manchegos, que apenas obtendrían 1.053,75 euros anuales para el mismo fin, si se atiende a los datos de ejecución presupuestaria del año 2014.
Dirigido por Juan del Llano y coordinado por la profesora Alicia Coduras, el informe analiza cerca de 250 indicadores de gestión sanitaria de fuentes oficiales, medio centenar de los cuales son considerados básicos por la base estadística del Ministerio de Sanidad y pasa por ser uno de los análisis críticos más completos y detallados del Sistema de Salud.
En primer lugar, establece que la crisis ha venido a agravar la ‘brecha sanitaria’ entre comunidades autónomas, que ya se ponía de manifiesto en la anterior edición de este mismo estudio hace tres años. Este ensanchamiento de las diferencias entre territorios viene agravado por dos factores adicionales: un contexto de recortes presupuestarios generalizados, en el que el gasto medio por habitante en España ha caído más de un 7%, y unas cifras de gasto sanitario per cápita muy dispares entre regiones.
Concretamente, de los 17 servicios autonómicos de salud que coexisten en España, hasta 13 presentan cifras de gasto sanitario per cápita por encima de la media nacional, mientras que sólo cuatro se sitúan claramente por debajo: Castilla-La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid. De hecho, el estudio añade que el caso castellano-manchego es “particularmente significativo y revelador” del impacto de las políticas de recortes abordadas durante la crisis, que le ha llevado “de estar por encima de la media nacional a caer al último puesto del ránking tras un recorte de la inversión por habitante superior al 26%”.
Listas de espera y grado de satisfacción
Esta radiografía detalla que en lo que más se han notado los efectos de la crisis ha sido en aspectos asistenciales, aunque el dato más revelador es el “empeoramiento generalizado” de la listas de espera. La tasa de pacientes en espera para consultas especializadas se ha incrementado un 36% entre 2012 y 2015 y los tiempos de espera se han prolongado de manera generalizado, siendo las intervenciones de traumatología las que presentan una peor ratio: nada menos que 111 días de espera.
Además, los datos recogidos en ‘La Sanidad Española en Cifras’ reflejan una caída del grado de satisfacción ciudadana con el sistema sanitario desde una nota de 6,57 a un 6,38. Los navarros son los más satisfechos con el funcionamiento de la Sanidad (7,4), mientras que los canarios son los menos satisfechos (5,8).
A este informe se ha referido la diputada socialista Ana Isabel Abengózar, afirmando que viene a demostrar que durante la legislatura de María Dolores de Cospedal “fuimos los campeones de los recortes en sanidad”. Ha destacado que en el mismo se recoge que en el año 2012 el Ejecutivo del PP de Castilla-La Mancha invertía tan solo 1.085 euros por persona protegida frente a 1.841 euros de Cantabria, que era la que más destinaba. Estos datos, afirma, contrastan con las inversiones del Gobierno actual, que invierte un total de 1.358 euros per cápita en gasto sanitario, cifra que se elevará hasta los 1.360,41 euros en los presupuestos de este año.