Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que tiene un mayor número de centros socio-sanitarios, y entre ellos residencias de personas mayores. Esta circunstancia, unida al gran porcentaje de población envejecida y al hecho de que lo haya pasado “muy mal” en estos centros debido a la pandemia de coronavirus, ha hecho que el Ejecutivo rectifique y no permita de momento visitar estos espacios bajo ninguna condición. Admite que con ello está “desobedeciendo” al Boletín Oficial del Estado (BOE) -que da carta blanca a las autonomías para permitir estas visitas en fase 2- y rectifica además una resolución de su Diario Oficial (DOCM) del pasado 29 de mayo donde sí se permitían bajo algunos condicionantes.
Ha hecho este anuncio el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante su intervención en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha. En primer lugar, ha querido recordar que el pasado 15 de marzo, la Junta puso en marcha un plan de emergencia junto al SESCAM, el 112, los servicios de urgencias hospitalarias y las residencias medicalizadas para hacer frente a la expansión del virus en centros socio-sanitarios.
Según ha dicho, en esta región ha habido muchas personas mayores derivadas a hospitales, porque “en ningún momento en esta comunidad ha habido ningún documento que hiciese pensar que no se podían derivar”, en referencia implícita a la Comunidad de Madrid. Frente a ello, ha apuntado que el 75% de los ingresos hospitalarios ha sido de personas mayores de 70 años.
Igualmente, ha referido que ese plan de emergencia supuso que el Gobierno castellanomanchego decidiera “intervenir o gestionar” las residencias de mayores de Tomelloso, Valdepeñas, Peñas de San Pedro, Guadalajara y Cañete. En estos cinco centros, se habilitaron 600 plazas, se produjeron 423 ingresos y se dando 250 altas de personas que ya están en sus domicilios a fecha de hoy.
Es el momento de “máxima responsabilidad”
Pero tras todas estas actuaciones, el consejero de Sanidad ha remarcado que “es el momento de máxima responsabilidad” puesto que se trata de las personas más vulnerables a la COVID-19, y que por ello se han puesto en marcha auditorías en residencias, que están marcando las actuaciones de estos días.
Precisamente, ayer mismo se reunió el grupo de trabajo y coordinación de residencias y en el mismo se decidió que “aun no se puede permitir la vuelta a la normalidad” en estos centros, ni por tanto, las visitas. “Lamento ser más cauto que el Gobierno central, sabemos que estamos desobedeciendo el BOE, pero aun no estamos preparados en las residencias y por eso no permitiremos de momento las visitas”.
Ha admitido el consejero que esta decisión “va en contra del ámbito emocional” pero la considera obligatoria porque “nuestros mayores necesitan que estemos cuidándolos extremadamente”. El grupo de trabajo sigue estudiando esta posibilidad, que volverá a analizarse cuando las cinco provincias castellanomanchegas se encuentren en fase 3.