Malos datos en la Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística. Castilla-La Mancha se encuentra entre las tres comunidades autónomas con las tasas más altas de riesgo de pobreza, sólo superada por Andalucía y Canarias. El dato es tres puntos mayor que el registrado en la misma Encuesta en 2016, cuando era del 28,5%.
Según explica el Instituto, la población en riesgo de pobreza se refiere a un indicador que mide la desigualdad, no la pobreza absoluta, sino aquellos que tienen ingresos bajos en relación al resto de los ciudadanos. En España la tasa llega al 22,3% subiendo ligeramente en relación al 2016, pero unos 10 puntos por debajo de la tasa castellano-manchega.
El indicador AROPE de riesgo de pobreza, define a dicha población a quienes se encuentran en tres situaciones. Por un lado, a quienes tienen ingresos por unidad de consumo por debajo del 60% de mediana, y por otro a hogares sin empleo o con baja intensidad de empleo. Finalmente, si presentan carencia material severa, con cuatro de nueve conceptos que incluyen no poder permitirse ir de vacaciones una semana al año, o no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. También, señala la posibilidad de no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada o no poder permitirse un automóvil.
Hogares con dificultad para llegar a fin de mes
Entre otros datos que señala la Encuesta de Condiciones de Vida se encuentran los hogares que tienen “mucha dificultad” para llegar a fin de mes. En Castilla-La Mancha, un 14,7% de las familias tiene esta dificultad, mientras que un 13,2% tiene retrasos en los pagos de su vivienda principal. En este caso, está muy por encima de la tasa nacional, que llega al 8,4%.
Por otro lado, en la región hay un 36,4% de hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos y también un 42,3% de los mismos no pueden permitirse irse de vacaciones al menos una semana al año fuera de casa. Castilla-La Mancha se encuentra también entre las regiones con mayor porcentaje de población en el grupo de menores ingresos, también junto a Canarias y Andalucía. Esto implica que un 30% de la población se encuentra en el primer quintil de ingresos, los más bajos.