Castilla-La Mancha fue una de las tres comunidades autónomas que más robos en explotaciones agrícolas y ganaderas sufrieron durante el año pasado, con un total de 2.895 incidentes de este tipo, de los cuales tal solo fueron resueltos 512. Son datos del Ministerio del Interior aportados por la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que denuncia que las cifras sobre estos delitos siguen siendo “muy preocupantes”.
De hecho, se trata de un tema que ha despertado mucha indignación entre algunos agricultores y ganadores castellano-manchegos, sobre todo en comarcas como la de Tomelloso donde durante algo más de dos meses se sucedieron numerosos robos en casas de campo y explotaciones agrícolas.
La situación llegó a tal término que el pasado mes de enero se constituyó en esta localidad una plataforma formada por medio centenar de agricultores jóvenes que fueron recibidos por el subdelegado del Gobierno y por el comandante de la Guardia Civil para afrontar diferentes medidas contra la propagación de estos delitos, que, según manifestaron, “están arruinando” a muchas familias.
Los datos de la Unión de Uniones referentes al Ministerio del Interior vienen a confirmar estas cifras. Concretamente, por comunidades autónomas, aquellas con mayor actividad delictiva en el campo durante el año pasado fueron Andalucía, con 7.340 hechos delictivos en 2014 y 1.203 esclarecidos; la Comunidad Valenciana, con 3.463 robos y hurtos, de los que resultaron resueltos 798 y Castilla-La Mancha, con 2.895 incidentes de este tipo en explotaciones agrarias durante el pasado año, de los que se aclararon 512.
Para esta asociación, aunque la actuación de la Guardia Civil está siendo positiva, la sensación de inseguridad es “todavía preocupante” para los titulares de las explotaciones.
Considera que deberían incrementarse los medios y esfuerzos para resolver un mayor número de casos, ya que, del total de hurtos y robos registrados, sólo un 18% han resultado aclarados en 2014. La organización cree que este bajo porcentaje de resolución es un factor que “desanima a los agricultores y ganaderos a la hora de denunciar los hechos, lo que puede estar desvirtuando también en cierta medida los datos ofrecidos por el Ministerio, porque pueden no estarse denunciando un número importante de delitos”.
Recuerda por ello a los profesionales del sector la importancia de denunciar siempre para evitar que el problema se siga agravando, ya que el bajo índice de resolución de los delitos anima a la reincidencia y genera sensación de impunidad.