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Castilla-La Mancha presume de su primer superávit en 25 años pese a la pandemia y aventura un menor impacto en el PIB que en el resto de España

Carmen Bachiller

30 de marzo de 2021 12:56 h

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El Gobierno de Castilla-La Mancha presume hoy de un superávit del 0,41% del Producto Interior Bruto (PIB) regional en sus cuentas correspondientes al año 2020 “tras recibir la certificación del Ministerio de Hacienda”.

Una situación distinta a la del cierre del año 2019. Entonces Castilla-La Mancha cerró el año con un déficit del 1,19% sobre el PIB.

Lo explicaba el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, tras la reunión del Consejo de Gobierno. Es, decía, “la primera vez que ocurre en los 25 años que se registra el dato”.

En términos absolutos el superávit se traduce en 158 millones de euros y tiene que ver sobre todo con los ingresos extraordinarios derivados de la pandemia de la COVID-19.

La región ingresó en el año 2020 más de 8.350 millones de euros, un 15% más que en 2019 (+1.089 millones de euros).

Por un lado, el dinero procedía del llamado Fondo COVID habilitado por el Gobierno de España y destinado a las comunidades autónomas, Castilla-La Mancha recibió 743 millones. “Fuimos la comunidad autónoma que más recursos percibió en términos de PIB”, ha detallado Ruiz Molina.

Después ha citado los ingresos de las entregas a cuenta, es decir, lo que el Estado repartió entre las comunidades autónomas y lo hizo, decía el consejero “como si no hubiera crisis económica, previendo el crecimiento del 1,6% de la economía española”. En este aspecto la región recibió 308 millones de euros, un 6% más que en 2019.

Además, el consejero ha aludido también en el capítulo de ingresos a la “reprogramación” de los habituales fondos europeos que se produjo en el segundo semestre de 2020. Eso, decía, permitió “compensar la caída de los ingresos de tributos propios y cedidos”. Debido a la situación económica derivada de la pandemia esos ingresos tributarios cayeron un 16% en Castilla-La Mancha y, en particular, ha citado los vinculados al Impuesto de Transmisiones y al de Actos Jurídicos Documentados, pero también los relacionados con el hecho de que algunos impuestos fueron aplazados, fraccionados o bonificados.  

“La caída del PIB será inferior al de la media nacional”

En el capítulo de gastos, Ruiz Molina ha explicado que el Gobierno regional gastó un 11,6% más, unos 880 millones más que en 2019 y destacaba el “esfuerzo ingente sin precedentes en la Administración autonómica, por parte de todo el aparato administrativo de la Junta”.

De hecho, destacaba que la región duplicó el gasto medio del conjunto de comunidades autónomas que se situó en el 6,6%. “No hemos escatimado en Educación, Sanidad, Servicios Sociales o en ayudar a nuestras empresas”, aseguraba Ruiz Molina, quien ha querido contraponer “los recortes derivados de la crisis de 2008” realizados por el Gobierno de Dolores de Cospedal con la inversión del actual Ejecutivo regional en más recursos humanos y económicos en la actual crisis.

El consejero de Hacienda también se aventuraba a anunciar que aunque la pandemia tendrá impacto en la renta regional,  la caída del PIB de Castilla-La Mancha “será inferior al de la media nacional, una vez que se certifique”.

IU: “Es una barbaridad que haya dinero para invertir y no se haya hecho”

Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ha calificado de “verdadera barbaridad” que se haya anunciado que hay superávit en las cuentas de Castilla-La Mancha en el año 2020.

El coordinador regional de IU en la región, Juan Ramón Crespo, critica que “en el peor año que jamás se recuerda y en el momento en el que miles familias están pasando penurias por los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, la administración regional diga que hay superávit en las cuentas, es decir, que hay dinero para poder invertir y que no se ha hecho”.

En su opinión, ese superávit de las cuentas regionales se ha producido “a costa de suprimir el Ingreso Mínimo de Solidaridad y a la falta de inversión en sanidad pública y atención primaria, cuando más falta hacía”.

Crespo considera que hay que seguir apostando por “las familias castellanomanchegas, por las personas autónomas y por las pequeñas empresas de nuestra región que siguen en una situación de extrema vulnerabilidad”, a lo que ha añadido: “Mientras hay superávit han sido muchos los estudiantes que no han podido seguir las clases de forma telemática al no poder disponer de medios por la brecha digital y muchas familias en Castilla-La Mancha se han visto obligadas a engrosar las colas del hambre”.

“Lo que sería intolerable y miserable es que el Ejecutivo regional estuviera usando los fondos que se están recibiendo para combatir los efectos de la COVID-19 para quitarse deuda regional en un momento tan difícil para las personas y la economía de nuestra región”, han señalado desde IU C-LM.

Por último, Izquierda Unida exige que ese dinero “que Page llama superávit pero que en realidad son fondos que se han dejado de invertir”, se emplee para políticas sociales, reforzar los servicios públicos regionales de cuidados: Sanidad, Educación y Atención a la Dependencia, y a desarrollar industrialmente Castilla-La Mancha “para paliar el paro que nos está sacudiendo de forma tan violenta” y por ello hace un llamamiento a sindicatos y asociaciones para que se sumen a esta demanda.