El jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha enviado una petición formal al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que decrete el estado del alarma en el país “a la mayor brevedad”, sin descartar que, de no llevarse a cabo, se pueda aplicar uno de carácter regional. Así lo ha trasladado tras la celebración del Consejo de Gobierno de Castilla-la Mancha en sesión extraordinaria que ha tenido lugar este sábado y que tenía como motivo acordar esta iniciativa que cuenta con el respaldo de PP y Ciudadanos en la región.
“Considero indispensable la adopción de medidas que afecten a todas las comunidades autónomas con una base homogénea en todo el país, teniendo en cuenta los territorios limítrofes entre comunidades autónomas y las fronteras exteriores de España, aunque la atribución del Estado de Alarma en mi ámbito territorial pueda permitir adoptar medidas adaptadas a la situación específica de esta región”, recoge el escrito que también ha sido remitido a la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias.
García-Page señala que “la evolución de la situación epidemiológica está siendo preocupante y la tendencia puede derivar a una evolución de mayor gravedad”. No obstante, ha indicado que Castilla-La Mancha continúa por debajo de la media nacional en cuanto a la tasa de incidencia semanal de contagios -181,17 casos por cada 100.000 habitantes-, así como durante los últimos 14 días -385,22 casos/100.000 habitantes-.
“No puede haber 17 estrategias distintas”
En rueda de prensa, la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, ha ofrecido los detalles de este acuerdo el Consejo de Gobierno y ha subrayado que las comunidades autónomas necesitan “un paraguas de protección jurídica potente como es el estado de alarma” para “poder tomar las medidas necesarias para contener los contagios con la seguridad jurídica suficiente”. En este sentido, ha insistido en que “no puede haber 17 estrategias distintas” ya que el objetivo es “garantizar firmeza, rapidez y diligencia” en las medidas que deban adaptarse en virtud de la evolución de la pandemia.
Fernández ha defendido esta petición, que ya han formalizado otras ocho comunidades autónomas del país, poniendo como ejemplo los instrumentos jurídicos que se están utilizando en otros países europeos como Francia, Portugal, Italia o Irlanda en las últimas semanas, algunos de ellos similares al estado de alarma que contempla la legislación española. “La estrategia debe ser nacional”, ha insistido, al tiempo que ha recordado que, en caso de no aplicarse, no descartan implementar “un estado de alarma autonómico”.
“Lo que hay que evitar a toda costa es un segundo confinamiento total” que es perjudicial para “la economía y para la salud emocional del país y de las personas”. “El estado de alarma es un instrumento jurídico imprescindible para afrontar esta segunda ola de la pandemia y para tomar medidas contundentes cuando haya que tomarlas”, ha añadido la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, que ha precisado que la petición de medidas más concretas como el toque de queda se plantean y se debaten en el Consejo Interterritorial de Salud.
“Cuando hablamos de movilidad, en ese eventual estado de alarma autonómico podríamos limitar la movilidad de la ciudadanía de la región pero no la del resto de la ciudadanía. El toque de queda hay que consensuarlo en ese consejo pero no renunciamos a ninguna medida dependiendo de la evolución de la pandemia”, ha concretado Fernández.