La Real Fundación de Toledo ha ratificado su apoyo a la Cátedra del río Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Fundación Soliss, mediante un acto protocolario de firma del acuerdo de colaboración. Han asistido Beatriz Larraz, directora de la Cátedra; César María Duro, director de la Fundación Soliss; y Eduardo Sánchez Butragueño, director de la Real Fundación de Toledo.
Con este gesto, la Real Fundación de Toledo quiere poner en valor su compromiso con la defensa del Tajo y sus valores patrimoniales como uno de sus principales ejes de actuación desde 1988. El apoyo a la Cátedra se enmarca en una histórica vinculación con la investigación y divulgación sobre el Tajo que han tenido en Roca Tarpeya su punto de encuentro en los últimos años y que ahora tendrá continuidad con esta sinergia con la Cátedra.
Fruto de este hermanamiento nacen dos iniciativas muy relevantes para seguir realizando acciones que visibilicen el estado del rio Tajo a su paso por Toledo y conciencien de lo importante y necesario que es tomar decisiones que empiecen a “mitigar tal catástrofe medioambiental”.
Primer ciclo de conferencias y proyecto didáctico
La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, con la colaboración de la Real Fundación de Toledo, organiza un ciclo de conferencias que se celebrarán en la sede de este organismo situada en la plaza de Victorio Macho.
El 17 de febrero será la primera de ellas con Carlota Valerio, del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, quien hablará sobre “Presiones antrópicas, estado ecológico y medidas de mitigación: aportaciones al debate usando técnicas de machine learning”. El 21 de abril, Beatriz Larraz y Enrique San Martín, miembros de la Cátedra, hablarán sobre tarifas y subvenciones del trasvase Tajo-Segura. Y el 2 de junio será el turno de Marta Aguilar, Teresa Muñoz y José Mª Bleda, de la Universidad de Sevilla, con testimonios del Tajo en Toledo.
Además, se llevará a cabo un proyecto didáctico sobre el río ideado para involucrar a los colegios e institutos y dar visibilidad a su “persistente estado lamentable”. Titulado “50 años sin nuestro río”, nace con el convencimiento de que desde el ámbito escolar se puede hacer una enorme labor de concienciación ecológica, ya desde las edades más tempranas pues los jóvenes no tienen, por lo general, una vivencia positiva del río Tajo porque siempre lo han conocido contaminado.