El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la resolución de la declaración del Monumento Natural de Las Chorreras del Cabriel, en la provincia de Cuenca, después de que la propuesta saliera a información pública en el mes de enero de este año. Este será el segundo espacio natural protegido que el actual Gobierno declarará en estos cuatro años tras el también Monumento Natural del estratotipo de Fuentelsaz, en la provincia de Guadalajara, en septiembre de 2017.
El vicepresidente primero del Gobierno regional en funciones, José Luis Martínez Guijarro, ha explicado que la propuesta de declaración de las 268 hectáreas que ocupa este enclave contempla, además, la regulación del uso público del espacio para su disfrute por los usuarios de forma compatible con la conservación de estos recursos naturales protegidos, algo que se llevará a cabo mediante una Orden que desarrolla el plan sectorial de esta actividad.
Las Chorreras del río Cabriel es un enclave natural de gran belleza situado en la provincia de Cuenca, entre los términos municipales de Enguídanos y Víllora. Martínez Guijarro ha indicado que con esta declaración de Monumento Natural se atiende una demanda de estos dos ayuntamientos “para poner en valor un enclave con mucho potencial de atractivo turístico en esa zona” y con la que además se da cumplimiento a un compromiso asumido esta legislatura.
Geología, flora y fauna
Se trata de un conjunto de saltos de agua, cascadas, cuevas laterales, pozas y gargantas, que incluye y se caracteriza por unas formaciones rocosas, tobáceas, que son excepcionales en el Sistema Ibérico y de gran interés geológico y científico que ha motivado su inclusión, por ejemplo, en el Inventario de Lugares de Interés Geológico recogido en el Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
La vegetación de ribera de este enclave está dominada por alamedas blancas y saucedas arbóreas y en los tramos de aguas más bravas dominan las saucedas arbustivas, hábitats protegidos en Castilla-la Mancha y en la Unión Europea que dan un valor adicional de singular belleza paisajística al espacio a los que se le une el excepcional valor florístico, contando con algunas especies amenazadas incluidas en el catálogo de la región, como determinados tipos de orquídeas.
Desde el punto de vista faunístico cuenta con la presencia habitual del halcón peregrino y otras rapaces protegidas de pequeño tamaño y numerosas especies asociadas a ambientes húmedos de aguas puras no contaminadas, como el sapo corredor o la denominada comúnmente como libélula cernícalo.