Blog dedicado a la crítica cinematográfica de películas de hoy y de siempre, de circuitos independientes o comerciales. También elaboramos críticas contrapuestas, homenajes y disecciones de obras emblemáticas del séptimo arte. Bienvenidos al planeta Cinetario.
‘The Tale’, de Jennifer Fox: la introspección del abuso
La han llamado “la primera película del #metoo” y es muy posible que lo sea. Difícil es encontrar un relato planteado de una manera tan visceral y directa como lo ha hecho la directora y guionista Jennifer Fox al mostrarnos ‘The Tale’. Fox utiliza el cine para enfrentarse a sus propios fantasmas, su propio abuso, y lo hace a través de dos personajes: Jennifer, interpretado por Laura Dern fuerte, emocional y durísima, y Jenny, de la mano de Isabelle Nélisse que ofrece la visión de un abuso infantil tan cercana que se puede sentir en la piel. Ambas actrices nos ofrecen una visión en 360 grados de lo que es la violación, sus consecuencias, la aceptación de la misma y su lucha contra ella.
Todo empieza por una suerte de carta de amor. Es la madre de Jennifer (Ellen Burstyn) quien llama preocupada a su hija para pedirle explicaciones. Jennifer está inmersa en su trabajo como periodista y un documental donde recoge los testimonios de mujeres que han sufrido violaciones y abusos durante su infancia. Estas historias casi anónimas la acompañan en todo el viaje que realiza para descubrir la verdad acerca de su propia vida, un eco de voces femeninas que son precisamente lo que implicó el movimiento del #metoo. Mujeres hablando de sus vivencias, sobreviviendo a sus abusos y hablando de ellos para hacerlos reales.
El relato que encuentra la madre habla de una complicada relación para una joven mujer de 13 años. Una relación afectiva entre ella, la señora G. y Bill, sus monitores de equitación y atletismo, un trío romántico que se va descubriendo como algo mucho más perverso según avanza el relato. Las dos actrices que encarnan a la señora G, Elizabeth Debicki y Frances Monroy, se enfrenan al desafío de mostrar a un personaje perverso como uno normal y se desenvuelven en el mismo con solidez y potencia. Bill, llevado a la vida por Bill Ritter, muestra las dos caras. Las que ve la pequeña Jenni y Jennifer, la adulta, la documentalista y prestigiosa profesora de universidad. Por un lado, un amor adolescente que se convierte en un patético recuerdo, por otro lado, un violador, un monstruo.
Las escenas de abuso son lo suficientemente explícitas para hacer que el espectador quiera volver la cara y no mirar más. Algunos sectores de la crítica han rechazado el uso de estos recursos, pero esto es parte de la fuerza de ‘The Tale’, una película que no ofrece medias tintas y que pone el dedo en todos los culpables, desde el maestro que se aprovechó de su alumna, hasta la madre que prefirió perder de vista a su hija los fines de semana y no hacer caso a sus instintos más fuertes. Así se lo hace saber Jennifer a Nettie y también a la cómplice señora G. Pero en el caso de la maestra de equitación la historia da un revés para mostrar a otra víctima de la violencia contra la mujer.
“No podía pedir ayuda. Estaba esperando que tú me salvaras. En mi mente, yo sabía que no podía ser nadie más. Tenías que ser tú quien me salvara. ¿Por qué no lo hiciste?”,“, le recrimina Jennifer a su antigua maestra. La estremecedora respuesta: ”a mí nadie me salvó“. ‘The Tale’ traza así un hilo entre varias generaciones de mujeres abusadas y cómo sus decisiones han sido las que han marcado las diferencias. Es tal como lo dice la pequeña Jenni cuando ya es capaz de ver que lo que pasa no está bien, cuando corta con su novio que le saca décadas de edad. ”Yo soy la heroína de esta historia, no la víctima. Ellos se derrumbaron. Yo no“.
La han llamado “la primera película del #metoo” y es muy posible que lo sea. Difícil es encontrar un relato planteado de una manera tan visceral y directa como lo ha hecho la directora y guionista Jennifer Fox al mostrarnos ‘The Tale’. Fox utiliza el cine para enfrentarse a sus propios fantasmas, su propio abuso, y lo hace a través de dos personajes: Jennifer, interpretado por Laura Dern fuerte, emocional y durísima, y Jenny, de la mano de Isabelle Nélisse que ofrece la visión de un abuso infantil tan cercana que se puede sentir en la piel. Ambas actrices nos ofrecen una visión en 360 grados de lo que es la violación, sus consecuencias, la aceptación de la misma y su lucha contra ella.
Todo empieza por una suerte de carta de amor. Es la madre de Jennifer (Ellen Burstyn) quien llama preocupada a su hija para pedirle explicaciones. Jennifer está inmersa en su trabajo como periodista y un documental donde recoge los testimonios de mujeres que han sufrido violaciones y abusos durante su infancia. Estas historias casi anónimas la acompañan en todo el viaje que realiza para descubrir la verdad acerca de su propia vida, un eco de voces femeninas que son precisamente lo que implicó el movimiento del #metoo. Mujeres hablando de sus vivencias, sobreviviendo a sus abusos y hablando de ellos para hacerlos reales.