Varias horas después de que se conociera el caso de quince niños cuyos padres denuncian que fueron operados de manera deficiente en la clínica madrileña de La Milagrosa, derivados por el propio SESCAM y en operaciones que, a pesar de ser clínicamente sencillas (fimosis y hernias umbilicales) han tenido en algunos de ellos graves consecuencias, además de tener que repetir la operación quirúrgica, la clínica, con la que este medio intentó contactar durante toda la mañana del miércoles 25 sin éxito, ha emitido un comunicado de prensa para dar a conocer su versión de los hechos.
En primer lugar lamentan todo lo que se ha conocido de estos casos, pero señalan que a ellos no les consta que haya habido ninguna complicación grave en ninguna operación más allá que las típicas y propias de estas operaciones, y que no saben de ningún caso de especial mala praxis en ninguno de los procesos. De hecho indican que lo señalado por los familiares es “cuestionar nuestra delicadeza o profesionalidad”, indicando que su centro es un referente en la Comunidad de Madrid.
Hablan de una evolución de los casos propia de este tipo de intervenciones, que han sido las normales para los pacientes pediátricos que tienen esta operación, realizada según el centro “por profesionales que cuentan con el aval de una larga trayectoria profesional” e indicando que todos los procesos se han hecho conforme a la legalidad. También indican que cuando se ha detectado una incidencia grave en alguno de estos procesos se ha notificado inmediatamente a los padres para que se pongan en contacto con el servicio pediátrico de turno.
Indican que “inexplicablemente”, en la mayoría de casos esa cita con el equipo pediátrico ha sido rechazada por los familiares, por lo que la clínica no ha podido saber qué ha ocurrido. Así, indican que se reservan el derecho de denunciar el caso en caso de que “se falte a la verdad” por alguno de los medios que ha realizado manifestaciones o declaraciones sobre lo ocurrido porque “perjudica gravemente la reputación del centro”, a la vez que indican que se ponen a servicio de las familias afectadas para realizar nuevas valoraciones que sean necesarias.
Es una versión que como decimos se ha conocido varias horas después de que este medio intentara ponerse en contacto con alguien de la clínica con quien poder hablar del caso, aunque no se ha cogido el teléfono a lo largo de toda la mañana del miércoles.
Por su parte, los padres afectados han publicado una carta que les hizo llegar la propia clínica, en la que justifica todo el trato dado: indican que un niño “esté inquieto” después de una operación “entra dentro de lo normal”, que sienten la espera de dos horas pero que por desgracias es habitual en todo centro sanitario (no hablan de que los padres indican que tuvieron que esperar sentados en una escalera) y por último 'ataca' a los padres diciendo que “si detectaron deficiencias, no entienden cómo no volvieron al centro, que es lo habitual en estos casos pero que no lo hicieron”.