El debate en torno al agua, y en concreto a la escasez del líquido elemento continúa. La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha ha sentado en la mesa al equipo directivo de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Castilla-La Mancha en una reunión que también ha contado con la presencia del secretario nacional, Miguel Blanco.
Agua y regadíos ha sido algunos de los temas que se han abordado en este encuentro en el que el consejero castellano-manchego, Francisco Martínez Arroyo, ha aprovechado para anunciar una partida de 31 millones de euros destinada a las 168 comunidades de regantes de Castilla-La Mancha para mejorar su sistema de riego. Se trata, explicaba, de reducir el consumo mediante un sistema más eficiente. “En Castilla-La Mancha queremos hacer los deberes mejorando el uso eficiente del agua y que nos sirva para redistribuir la riqueza”.
Ha recordado que “llevamos mucho tiempo sin este tipo de convocatorias. No las hubo en toda la legislatura pasada. No se invirtió un solo céntimo en políticas de regadío” que, sostiene, son necesarias para propiciar el desarrollo regional. “Es necesaria para el futuro de la agricultura” y en eso coincide con la organización agraria. “El agua no es un problema sino que tiene que ser la solución a muchas cosas y una oportunidad al desarrollo de Castilla-La Mancha. Para eso, necesitamos que los agricultores tengan acceso al agua”.
Martínez Arroyo se ha mostrado dispuesto a “pelearlo en todos los frentes”. Algo que “hay que hacer entre todos”. Un argumento que comparte el secretario nacional de COAG, Miguel Blanco quien ha recordado que “para tener regadíos necesitamos un Pacto del Agua Nacional”. COAG aboga por un “equilibrio entre todos los territorios y entre todos los intereses. Es un tema delicado pero el pacto es necesario para este país”.
La organización agraria apuesta también por modernizar los regadíos y, además, “ampliarlos” frente a quienes opinan que hay que reducir el número de hectáreas de regadío. Miguel Blanco secretario nacional de COAG se mostraba satisfecho por la apuesta castellano-manchega por “valorizar el agua de los regadíos”. Recordaba que hay “una contestación a nivel europeo que nos preocupa mucho e incluso determinados sectores urbanos en este país que no comprenden que el regadío es vital para el futuro de la agricultura y lo tenemos que defender con uñas y dientes”. En su opinión, el regadío potencia la profesionalización y es “un valor añadido importantísimo en las producciones y por tanto en la vida de los pueblos”.
COAG rechaza el “modelo” CETA para el sector agrario
En la reunión entre Gobierno regional y COAG también se ha abordado el tema de la futura Política Agraria Comunitaria (PAC). Castilla-La Mancha fijará posición en otoño tras buscar la opinión de las distintas organizaciones agrarias y la dará a conocer al Ministerio de Agricultura. Martínez Arroyo ha reiterado que dicha posición estará centrada en los profesionales y en los jóvenes.
Miguel Blanco comentaba en este sentido que “desde el minuto cero hay que estar defendiendo posiciones. Desde COAG lo decimos muy claro, de lo último que queremos hablar es de las ayudas de la PAC, pero también de eso porque son importantísimas para mantener la rentabilidad de las explotaciones”.
COAG defiende el modelo profesional por el que también apuesta el Gobierno castellano-manchego. “Hablamos de un modelo social, más sostenible, que hoy es mayoritario en Europa, en España y también en Castilla- Mancha frente a otros, incluido el del CETA que mañana se va a votar en el Parlamento”. En su opinión, este modelo profesional es el que puede “responder a los nuevos retos: seguridad alimentaria, cambio climático e incorporación de las nuevas tecnologías al sector agrario”. En este sentido, apuesta por la regulación de los mercados. Algunos, alertaba, se están “desmantelando”.
“Hay que apostar por la preferencia comunitaria en base a los parámetros de seguridad, de calidad alimentaria y sostenibilidad que son mucho más elevados aquí que a nivel global”. Recordaba la necesidad de mejorar la ley que regula la cadena alimentaria. “No puede quedar en papel mojado, queremos que coja velocidad de crucero de una vez por todas” porque, denunciaba, “las grandes distribuidoras están haciendo un abuso de posición de dominio”. También reclama fortalecer las organizaciones de productores y las interprofesionales agrarias para “intentar regular los mercados”.
En cuanto a las ayudas, COAG pide que estén destinadas al profesional de manera prioritaria y en particular a jóvenes y mujeres. “Hay que fortalecer el término de agricultor activo frente a lo que plantean otros países de la Unión Europea”.