La denuncia realizada por Comisiones Obreras de la desaparición de 49.232 personas de las listas del paro en Castilla-La Mancha ha llegado hasta la Comisión Europea recién elegida y concretamente al Comisario Europeo de Empleo y Asuntos Sociales, el húngaro László Andor.
El sindicato ha remitido toda la documentación pertinente a través de carta al Comisario en la que le remarcan que existe una “reclasificación de personas en situación de desempleo en la región española de Castilla-La Mancha, eliminando las personas en situación de desempleo e incluyéndolas en otras categorías que no computan en los datos del paro, por lo que esas cifras no son ciertas”. De hecho la secretaria de Empleo del sindicato a nivel regional, Lola Santillana, ha mostrado la documentación enviada a Bruselas.
La carta pide al Comisario “que se eliminen estas prácticas que se realizan mediante una empresa privada y que la atención del Servicio Público de Empleo se realice de forma presencial, no telefónica”, que es la forma en la que la empresa que se dedica a ello trata a los demandantes y los elimina de las listas. También aseguran en la carta que en el actual estado del servicio no se puede asegurar su transparencia ni siquiera su utilidad. “Estas prácticas son un engaño y un fraude hacia la ciudadanía”, ha remarcado Lola Santillana.
“No se puede permitir una política que se basa en dar un millón de euros a una empresa privada para que maquille los datos de las cifras del paro y sin embargo no se destine nada a las 120.000 personas en la región que no tienen ningún tipo de prestación o ayuda”.
La forma de eliminar parados de las listas
Se realizan encuestas telefónicas a los inscritos como demandantes de empleo en las que se les pregunta diversos temas relacionados con el empleo y su situación personal. Si el encuestador entiende subjetivamente que ese parado no está buscando trabajo de forma activa o al menos de forma relativamente intensiva, se le elimina de las listas sin siquiera saberlo el implicado.
Estas personas dejan de constar como parados a efectos estadísticos pero tampoco tienen trabajo: quedan en un 'limbo' en el que no cuentan como nada. Con estas prácticas han desaparecido 49.232 personas en la región y en agosto, sólo en la provincia de Ciudad Real, entre 12.000 y 14.000 personas, como ha denunciado Comisiones Obreras.