La división de opiniones en torno a la retirada de un monolito en la localidad albaceteña de Villarrobledo sobrepasó la política cuando el concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, Manuel Clemente, fue amenazado por parte de dos vecinos de la localidad. Los hecho ocurrieron el pasado mes de mayo, justo cuando el debate sobre la retirada de esta figura para cumplir con la Ley de Memoria Histórica estaba debatiéndose en la localidad.
Fue el 9 de mayo cuando Clemente interpuso una denuncia ante la Guardia Civil asegurando que dos vecinos de la localidad, en un corrillo junto al que estaba el concejal aludido, “hablaban de dispararme”. Concretamente, y según trasladó en la denuncia el edil, uno de los condenados dijo “yo me traigo un rifle”, a lo que contestó otro “yo tengo uno muy bueno y lo veo desde la ventana”.
Los autores de tales amenazas se encontraban hablando en ese momento con dirigentes del PP local, cuando Clemente intentaba hacer una conexión en directo para un programa de televisión sobre la polémica del monolito.
Ahora, meses después, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Villarrobledo ha condenado por un delito leve de amenazas a los dos ciudadanos que amenazaron con disparar a este concejal de Izquierda Unida. La pena que se les impone queda reducida a una mera multa. Ambos tendrán que pagar cinco euros diarios al concejal; en ambos casos con una responsabilidad personal de un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa insatisfechas.
A declaraciones a esta redacción, el concejal dice que con la sentencia se cierra “un capítulo triste en lo político y en lo personal”. No hay que olvidar que Villarrobledo es una ciudad de unos 25.000 habitantes en las que sus vecinos se conocen y se cruzan con relativa frecuencia. Clemente asegura que solo con haber denunciado y con la sentencia que le da la razón, se acaba con la “impunidad” a la hora de amenazar “simplemente por tener una idea diferente”.
El concejal se muestra satisfecho porque con la sentencia “lo que dice la jueza es que queda demostrado que hubo esas amenazas” y que éstas iban dirigidas al edil pese a que los condenados dieron otra versión en el juicio. “Esto hay que pararlo”, añade Clemente, que asegura que “actitudes como estas no se pueden justificar”.