A pocos kilómetros de Albacete, en poblaciones como Pozo Cañada, Chinchilla y Pozohondo, los trabajadores del campo se convierten, un año más en “esclavos”. El sindicato Comisiones Obreras pone la cifra: son 300 trabajadores los que desempeñan sus labores en el campo en “condicones infrahumanas”, la mayoría vinculados a la empresa Agrupación Furtícola Lucas de Murcia. Tanto el sindicato como los trabajadores denuncian irregularidades que ponen en riesgo sus vidas.
Un drama que, a juicio del secretario provincial de Industria, Juan Cuevas, tiene “nombre y apellidos”. No tratan de criminalizar a todos los empresarios del campo, sino de denunciar estas situaciones irregulares que actualmente se están produciendo en el sector y que lejos de ser casos aislados afectan a varias empresas de la provincia de Albacete ubicadas en La Roda, Barrax y La Gineta, entre otras.
Uno de los trabajadores marroquíes afectados, Shiba Abdegkrin, ha resumido “las lamentables condiciones laborales y explotación que sufren cada día trabajando a destajo, totalmente desprotegidos ante un sistema que prefiere mirar a otro lado”. Además, Abdegkrin ha mostrado su preocupación por “las amenazas que han recibido por hacer pública la dramática situación que están viviendo”.
“Actualmente no reciben ni el salario, por lo que viven de préstamos y no pueden ni atender sus obligaciones familiares”, ha criticado Javier González, de la Federación de Industria de CCOO, quien ha continuado diciendo que se trata de “un sueño roto, que ha pasado a convertirse en una pesadilla, que todos los días comienza a las seis de la mañana, cuando emprenden su viaje desde Murcia a Albacete”.
En su intervención ha subrayado que “la explotación de personas en condiciones de esclavitud debe erradicarse de forma inmediata. La incomprensión ante la falta de respuesta por parte de las autoridades y de los organismos de inspección hace que la situación alcance una gravedad a la que hay que poner freno”, ha señalado.