El recuerdo del cierre de la fábrica de Silicio Solar ha estado presente en la manifestación que trabajadores de Solaria, pendiente de su desaparición actualmente, y Elcogás, pendiente de su reestructuración y reconversión con posibilidad de cierre, han celebrado por el centro de Puertollano, Más de 2.000 personas se han concentrado para recordar que sin industria no hay empleo, y sin empleo no hay futuro, y sobre todo ha habido muchas quejas para pedir a los vecinos que se les unan, recordando esas estadísticas que indican que por cada empleo destruido en la industria se pierden tres en otros sectores.
Entre esas 2.000 personas había gente de Ciudad Real, que ven como su puesto de trabajo peligra entre los más de 300 despidos que podrían ocurrir en las próximas semanas en Puertollano con el cierre de las dos empresas, y de los que aproximadamente un 10%, unas 30 personas son personas de Ciudad Real.
Luis Fernández, es uno de ellos, trabajador en Elcogás que resume la situación en una palabra “difícil”. Este trabajador recuerda que Elcogás no es una industria al uso, “estamos dependiendo de subvenciones”, ya que su principal activo no es la producción sino la investigación del gas de síntesis producido por carbón. Una investigación que se vio truncada a la mitad, y que pasó del entorno subvencionado al competitivo sin una reestructuración del modelo entre medias.“Se nos dio un plan de viabilidad que el Gobierno no cumplió”. “No tenemos gas, no tenemos dinero, somos incapaces de producir y llevamos desde el mes de enero sin funcionar”, explica este trabajador residente en Ciudad Real.
Cómo él otros muchos viven esta situación en los más de 30 kilómetros que separan Ciudad Real de Puertollano. “Claro que la situación va a afectar”, “no son sólo las personas que viven” en la capital sino los vecinos de Puertollano que hacen “sus compras allí y que van a dejar de hacerlas”, recuerdan otros trabajadores de esta empresa, que reúne el grueso de los ciudadrealeños en el foco industrial de la provincia.
“Hay mucha gente de Madrid que viene en Ave y lo recogen en autobús”, recuerda Luis, por su parte, para indicar que en este mundo del trabajo industrial hay movilidad, cuando un foco de concentración de industrias cierra, los que pueden se mueven con ellas.“Yo vengo de centrales nucleares, nos hemos estado moviendo por distintos puntos de España y nos terminaremos marchando de aquí todos, esto es la diáspora”, explica Luis, que a sus 54 años piensa en que por lo menos tienen sus “hijos criados”, el “piso pagado” y entre el paro y lo que surja puede llegar a la jubilación a base de “sobrevivir”.
Más joven es Fernando, un ingeniero que lleva 14 años trabajando en la empresa, y tras residir 9 de esos años en Puertollano decidió cambiar de aires y venirse a Ciudad Real. “Compré la casa en Ciudad Real y con la autovía me gustabamás esa opción”, explica mientras señala que ahora el futuro se llena de “incertidumbre” y “te condicina totalmente la vida”.
Fernando mira a su alrededor y ve que si Elcogás cierra solo le quedará buscar otro punto industrial, de los pocos que quedan en España, para seguir trabajando. “Alemania para los alemanes” comenta si se le pregunta por esa opción de la inmigración y las posibilidades que en el centro de Europa ofrece su carrera.
Fernando explica que no es que no se quiera ir por el viaje, sino también por no abandonar la empresa. “Te da pena porque todo el Mundo ha trabajado mucho para que estas empresas puedan funcionar, sean viable y empleen a gente de aquí y da mucha rabia” que uno a uno los proyectos desaparezcan, comenta, Este ingeniero mira a su alrededor y se ve más libre por ser de fuera, pero piensa en lo que ocurrirá con los de Puertollano o Ciudad Real. “Es mucho más terrible para la gente que es de aquí y tienen toda su familia”.
Mientras se realizan las charlas con los dos ciudadrealeños, en la manifestación se oyen los gritos de denuncia a los comerciantes, a los que desde los sindicatos habían pedido el cierre hoy a las 19 horas para apoyar la marcha. “Sin empleo, no hay comercio”, es uno de los cánticos más repetidos por las calles del centro de Puertollano. Un cántico que recuerdan se podría oír también en Ciudad Real.
Uno de los integrantes de Solaria, recuerda que el cierre de todas las industrias empieza a afectar a los trabajadores de las empresas que residen en Ciudad Real, después a los comercios en los que compraban esas personas, y, por último, a toda la ciudad a través de la universidad. “Las ingenierías no tienen futuro sin esta industria”, explican, y desde ahí se va a los alquileres, establecimientos comerciales,… Una economía en cascada ante la que considera “se debería prestar más atención desde Ciudad Real”.