Planificación, mayor conocimiento de las necesidades hídricas de los cultivos, de la infiltración, del estado de los acuíferos, la formación de los regantes y profundizar en el asesoramiento son algunos de los retos a los que se enfrenta la gestión hídrica para los próximos diez años, según la conclusiones extraídas de la mesa redonda celebrada en el curso del acto por el Día Mundial del Agua que con el lema #valoremoselagua se ha celebrado de forma telemática desde la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.
El presidente de la Federación regional de regantes, Herminio Molina, el secretario regional de UPA, Julián Morcillo; el presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Ángel Villafranca, el representante de WWF España, Alberto Fernández, y Amelia Montoro, jefa del servicio de asesoramiento de Riegos del Instituto Técnico Agronómico Provincial (ITAP), de Albacete, han desgranado los principales retos del agua para Castilla-La Mancha de aquí a 2030.
En estos retos, varios de los ponentes han insistido en le necesidad en profundizar en el conocimiento de las realidades hídricas. Así Amelia Montoro ha insistido en que “el gran reto en la gestión del agua es conocer las cifras reales con las que se cuenta. Si no sabemos las cifras difícilmente vamos a poder hacer una gestión adecuada”.
Estas cifras se desgranan en dos partes: “Conocer las necesidades hídricas y de riego, la cantidad de cultivos que tenemos en Castilla-La Mancha y la modificación que estamos sufriendo” y, por otro, lado “conocer la infiltración real que tenemos”.
Saber esta infiltración se hace más importantes cuando se dan episodios como la tormenta `Filomena’ del pasado enero: “Técnicamente ha sido difícil conocer las recargas en los acuíferos, los que trabajamos en investigación tendríamos que centrarnos porque es importe conocer el agua con la que partimos”, ha señalado.
Estos fenómenos extremos se van a hacer más frecuentes con el cambio climático. En este sentido Montoro ha recalcado la importancia de los cultivos para mitigar este cambio climático. “Los cultivos, en una región en la que tenemos una precipitaciones erráticas, temperaturas que están subiendo y un clima semiárido, no podemos concebir una mitigación de cambio climático sin cultivos y una agricultura sin riego en nuestra región porque con ello podemos contribuir a la mitigación del cambio climático”, ha señalado.
En este sentido, también ha propuesto un conocimiento profundo de lo que es un agroecosistema de regadío y compararlo con un agroecosistema en secano, y en definitiva calcular el beneficio medioambiental que estamos teniendo. “Creo que con criterios objetivos podríamos ayudar a la gestión del agua y podemos abrir el horizonte que tenemos y hacia dónde tenemos que trabajar en Castilla-La Mancha , y todo eso sin valorar el beneficio económico y social”, ha manizado.
También sobre profundizar en el conocimiento y la formación ha hablado Ángel Villafranca. A su juicio, “falta reflexión sobre cuáles son nuestros recursos, cuáles son las existencias en Castilla-La Mancha, hacer una reflexión sobre la legislación, donde están los límites de cada cuenca, sobre política autonómicas, en definitiva hay que estudiar y analizar y ver si debemos cambiar normas y leyes que están en vigor y rigen nuestro sistema de utilización de las aguas”.
Para Villafranca, en este momento no se están utilizando las herramientas del siglo XXI para el estudio del agua. “Ya hemos agotado casi el 25% de un siglo nuevo y no utilizamos herramientas que hoy tenemos para hacer esos estudios y necesitamos trabajos nuevos medios para poder definir hasta dónde llega nuestro escenario de disponibilidad de recursos”, señalado.
Aguas subterráneas
Villafranca ha destacado la necesidad de hacer uso de las aguas subterráneas. “Hay que revisar toda la información hidrogeológica de la Cuenca del Guadiana y de Castilla-la Mancha para permitir un mayor uso de las aguas subterráneas, siempre sostenible, fomentando así una agricultura competitiva y el desarrollo rural en los pueblos”. Por eso, ha señalado que es necesario conocer su verdadero potencial y realizar los estudios necesarios sobre las aguas subterráneas para su gestión.
Julián Morcillo ha incidido también en la necesidad de mejorar el conocimiento del estado de los acuíferos de la región. “Tenemos 573.000 hectáreas de regadío, más de 430.000 con subterráneas y hay que avanzar en el conocimiento de los acuíferos. Se hicieron estudios en su día y hay que actualizarlos. Hay mucho desconocimiento, partimos de un sistema de valoración que nos genera muchas dudas”, ha reiterado.
Sostenibilidad
Por su parte, Alberto Fernández, ha incidido en la sostenibilidad. Ha señalado que “el reto que empieza hoy tiene que partir de una optimización, valorización y mejora de lo que se consigue por cada metro cúbico de agua que se emplea en el regadío y eso va a tener como resultado un uso más racional del agua”.
Así, ha pedido que se pongan en valor los ecosistemas acuáticos, cuyas funciones son muy variadas “en este sentido el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene un reto, pelar y buscar la manera de compatibilizar los ecosistemas de agua, poner voz a los sin voz, y atender las necesidades de políticas tanto españolas como europeas”, ha señalado.
Además, ha incidido en la profesionalización del sector agrario, en la mejora de la planificación y del asesoramiento en regadío.
Investigación, asesoramiento y transferencia
Por su parte, Amelia Montoro, en referencia al Pacto regional del Agua, ha valorado que los firmantes del documento se han comprometido a potenciar los servicios de asesoramiento al regante pero “lo más importante es cómo se pretender hacer esto”. Para ello ha puesto de manifiesto que “para que un servicio de asesoramiento al regante sea eficiente tiene que ser apoyado a largo plazo. Para ello se necesita apoyo institucional y apoyo financiero”.
También, profundizando en el documento, ha destacado el programa del investigación y desarrollo en materia de agua. “Esto es tan importante como la transferencia de conocimiento, porque si no tenemos nada que trasferir, difícilmente vamos que transferir. Hay que transferir los que hayamos visto que funciona y eso se hace con proyectos de investigación e innovación”, ha señalado.
En este mismo sentido, Alberto Fernández destacado que la necesidad de profundizar en la investigación y en especial de la transferencia de este conocimiento al agricultor. “El agricultor necesita un asesoramiento y tiene necesidad de conocimiento, hay que ayudarles a mejorar la productividad, para todo eso tenemos una base técnica y falta que llegue a los agricultores”, ha concluido.