La Asociación para el Desarrollo Sostenible del Valle de Alcudia ha logrado conseguir el interés de distintos Grupos de Desarrollo Rural de la región para la puesta en marcha de un proyecto de cooperación regional para impulsar el ecoturismo en las zonas de Castilla-La Mancha donde existen espacios protegidos de la Red Natura 2000. El proyecto comenzó a forjarse en la última edición de FITUR, cuenta Antonio Manzanares, técnico del Grupo de Desarrollo Rural ciudadrealeño, a través de un contacto con la Secretaría de Estado de Turismo Sostenible.
Se trata de utilizar un certificado de calidad turística que ya está vigente pero no se ha usado todavía, afirma Manzanares. “Vimos el auge y potencial que tiene el ecoturismo, un turismo que se integra con el medio rural. Los potenciales clientes lo que quieren es integrarse en el medio, conociendo la naturaleza y las tradiciones, pero siempre respetando y conservando el medio”, señala el técnico. Así es como desde el Grupo se toma la decisión de invitar a otras entidades similares a unirse al proyecto. “Estábamos trabajando en una marca propia, pero vimos que teníamos otras muy importante por delante, como el Parque de Cabañeros”, señala.
Así, lograron el interés de Grupos alrededor de toda Castilla-La Mancha, que incluye los que abarcan la Sierra de Alcaraz y Montiel, la Sierra del Segura, la Serranía de Cuenca, Molina de Aragón y el Alto Tajo. En Toledo, el de los Montes de Toledo y la Campana de Oropesa y Entreparques. “Es un tejido suficientemente amplio para realizar un proyecto de cooperación, que es lo que queremos que sea el ecoturismo de la zona Red Natura 2000. Es esta la denominación que hemos propuesto”, afirma Manzanares. El común denominador a todos ellos es que cuentan con espacios naturales protegidos y mucha superficie protegida.
Sin embargo, detalla, no se trata de crear una nueva marca turística, sino enfocarse en los productos turísticos disponibles a la demanda de los posibles clientes. “La idea es, a través del ecoturismo, potenciar los principales atractivos de la zona”, señala Antonio. En el caso del Valle de Alcudia, por ejemplo, se trataría de potenciar el arte rupestre disponible en la zona. Se trata de un atractivo turístico que “suele” estar en zonas de alta protección, y al tratarse de un patrimonio cultural se puede crear un producto “único y exclusivo” en conjunto con los monumentos naturales que también hay disponibles. “Siempre debe ser un producto de calidad turística”, afirma.
Para garantizar que se ofrece la mejor calidad, se preparará un libro de estilo que funcionará como una normativa para respetar los espacios naturales mientras se hace turismo, y lograr así que el producto se mantenga sostenible en el tiempo y respetuoso con el medio ambiente. Esto, señala, ya tiene un gran avance ya que los recursos protegidos ya son visitables y, además, suelen estar ya señalizados. Ahora lo que les falta es la parte duramente económica: “crear un plan de marketing y ofrecer formación a los empresarios turísticos de cada zona para que sirvan de guía a los turistas y conozcan bien las posibilidades que les ofrece el ecoturismo”, resalta Manzanares.
En Castilla-La Mancha la aplicación de esta certificación de calidad turística será de carácter “demostrativo” y quiere servir también como un impulso más al medio rural, dada su importancia en la región. Además, desde el Grupo de Desarrollo del Valle de Alcudia no apuntan sólo a los potenciales clientes españoles, sino también a los internacionales. “Queremos destacar del resto. Ahora mismo luchar contra las zonas de costa o con aquellas que son muy turísticas no es posible. Pero podemos competir bajo un producto en nuestros espacios naturales proyegidos, gracias a que la Red Natura nos permite tener esta garantía y este sello de calidad”.
Además, el proyecto ya cuenta con el apoyo de distintas administraciones, partiendo desde la Secretaría de Estado de turismo sostenible. A nivel regional, ya están en conversaciones con la Consejería de Economía, Empresas y Empleo que, a través de la Dirección General de Turismo ofrecería apoyo al proyecto, la consejería de Educación, Cultura y Deporte, para contar con asesoría en el caso de patrimonio cultural, y también con la de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, ya que cuentan con la posibilidad de participar en el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.
Esta marca turística pretende contar también a la larga con una web oficial, distintos spot promocionales, la creación de una aplicación para dispositivos móviles y otras acciones para que las distintas agencias, portales y plataformas relacionadas con el ecoturismo puedan ver qué es lo que ofrece Castilla-La Mancha. Finalmente, esto podría integrarse también en un Observatorio de Ecoturismo, a nivel nacional, que, concluye Antonio, está ya en camino de crearse.