Una “vacunación masiva” entre el personal sanitario castellanomanchego en enero: el objetivo para luchar contra la COVID-19

Castila-La Mancha ha recibido dos tandas de 17.550 dosis de vacuna contra el coronavirus de Pfizer. Un total de 18.030 dosis ya se han administrado a trabajadores y residentes de centros de mayores, poblaciones de riesgo que se incluyen dentro de la primera fase del Plan puesto en marcha por la comunidad autónoma, siguiendo las directrices decididas a nivel nacional. Así lo ha informado Juan José Camacho, director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha en Comisión de Sanidad de las Cortes regionales.

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, intervino brevemente para explicar el “retraso en la logística” que sufrió el reparto de las vacunas de Pfizer, que hizo esperar el inicio de la vacunación de la población castellanomanchega que hizo que hasta el 31 de diciembre de 2020 se vacunase “muy poca población”. Sin embargo, ha recalcado que se debe “generar esperanza” y pidió hacer “poca política” con el plan, recordando también que a pesar del temporal, se ha podido mantener la vacunación en marcha. La región recibirá “algo más” de 219.000 vacunas de Pfizer y otras 28.700 dosis de Moderna, lo que es “suficiente” para la primera fase, según lo establecido en el Plan nacional.

Juan Camacho, por su parte, señaló que se sigue con “especial” preocupación el repunte que se ve ya desde hace varios días en los contagios de la región y que por eso la campaña de vacunación cobra especial importancia. “La disponibilidad de vacunas es muy ajustada, por lo que se ha establecido un calendario de tres etapas. Nos encontramos en la primera, caracterizada fundamentalmente por el número limitado de dosis de vacunas y ha llegado de manera escalonada, de manera semanal”, explicó el alto cargo. Hasta ahora, un total de 35.100 dosis, de las que se han inoculado 18.030, poco más de un 51% del total. La capacidad semanal de vacunación es de hasta 17.550 personas, pero recordó que hay más de 40.000 personas en los centros y mas de 35.000 personas en el Servicio de Salud regional.

La tercera etapa de la campaña supondría que llegaría a todos los sectores, pero por ahora, se prevé que en enero se complete la vacunación entre residentes y trabajadores de centros socio-sanitarios, mientras que se espera una vacunación “masiva” entre todos los profesionales de la Sanidad. Las decisiones, advirtió el director general, están siendo “al minuto”, pero aseguró también que se han comprado varios ultracongeladores para mantener la vacuna en la temperatura necesaria.

“Con una tasa de aceptación del 70%, todavía queda muchísimo por delante, casi un millón y medio de personas”, relató Camacho, quien señaló que se vive todavía en un ambiente de “incertidumbre” porque la región no decide el número de dosis ni decide el total que existe. “Tenemos que establecer ritmos de administración de vacunas muy estricto y garantizar un flujo continuo de suministro de vacunas que nos permita no discontinuar la administración”, afirmó.

También quiso afirmar que en cuatro semanas de enero se recibirá casi 70.000 dosis de vacuna, por lo que “no podemos vacunar a más gente de las vacunas que tenemos”. Finalmente, Camacho resaltó que la situación desde el punto de vista epidemiológico es “muy preocupante”, que la pandemia vuelve azotar de manera “especialmente seria” la región, que es la sexta en incidencia y con más de 70 municipios en nivel 3 y gerencias sanitarias confinadas. “Seguimos buscando maneras de luchar contra esto”, recalcó.