Pasado más de un año desde los momentos más duros de la pandemia de COVID-19, no tenemos dudas de que centros sanitarios y residencias de personas mayors han sido los que han sufrido con más intensidad los estragos del virus. Y mientras avanza el proceso de vacunación y buena parte de sus plantillas, pacientes y residentes comienzan a ver un poco de luz, todavía hay una gran tristeza instalada en estos sitios. Combatirla no es fácil. Hace falta empatía, profesionalidad y entereza. Por eso han surgido colectivos que buscan ese objetivo con responsabilidad y sensibilidad. Ahí se enmarca el proyecto de la compañía de artes escénicas 7 Bubbles, la primera en España que ha puesto en marcha un programa de formación de artistas para adentrarse en estos espacios a arrancar bienestar y sonrisas.
Lo hace después de haber trabajado con anterioridad en proyectos como Apremde (Asociación de Prematuros de Toledo), residencias de personas mayores y hospitales. Ahí se dieron cuenta “de la necesidad que hay de acercar un poco de luz, esperanza y alegría a las personas en esos entornos”. Porque, según explican, la situación vivida durante la pandemia “nos ha permitido valorar más que nunca el trabajo que realizan diariamente los sanitarios, así como entender mejor y de una manera más cercana al paciente de un hospital o al usuario de una residencia de mayores”. Consideran que ahora mismo hay una necesidad urgente de exteriorizar las emociones.
Ocurre también que en todos estos meses, las artes escénicas, al igual que las personas, se han visto obligadas a vivir encerradas y muchos artistas han dejado de crear y compartir su talento con las personas. Así, hacer confluir los entornos más afectados con una salida al exterior de la representación teatral se convierte por sí mismo en una emergencia.
De esta manera ha surgido la colaboración entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Fundación Impulsa y el Espacio Joven Castillo de San Servando de Toledo, con los que 7 Bubbles se ha aunado para poner en marcha el primer ciclo de formación artística, pionero en su sector. Su objetivo es facilitar la comunicación en el entorno sociosanitario y “utilizar la risa como estímulo liberador de tension” para el personal, el usuario que se acerca a un hospital y los familiares de los ingresados, “aunque siempre centrados en el paciente”.
La “inmersión” de los artistas
No es una tarea fácil y de ahí la búsqueda del proceso formativo. La “inmersión” de los artistas se realiza con respeto, para construir con las personas que lo necesiten un “mundo de fantasia”. “Queremos estar presentes, colaborar con ellos y abarcar el entorno sociosanitario en su totalidad, comenzando por los trabajadores y llegando a las personas que se encuentran en las salas de espera”. Por eso han decidido no decantarse por un perfil u otro, sino abarcar todos los espacios, y precisamente eso los ha convertido en pioneros.
“Las residencias de mayores se han visto muy afectadas y sin duda son un objetivo a medio plazo, sin embargo la meta es comenzar en el entorno hospitalario desde neonatos, pediatría y todas sus líneas de acción y llegar de una manera escalonada a estas residencias”, detallan.
Y para que el proyecto pueda llevarse a cabo, es prioritario “profesionalizar la labor del payaso de hospital”, coordinar la labor con el equipo y “desdramatizar el medio hospitalario”. “Mostrar a los niños, a sus familiares y al personal sanitario que el humor, la risa y la fantasía pueden y deben formar parte de su vida en el interior de un hospital. Queremos servir de puente y facilitar la comunicación del niño paciente con su entorno, ayudándole a aceptar su propia hospitalización y de ese modo colaborar con las terapias que requiere, utilizando la risa como estímulo liberador de tensiones”.
Modelo piloto
El ciclo formativo es un modelo piloto, compuesto por cinco jornadas de 100 horas en total. La primera de ellas fue de 20 horas de duración, tuvo lugar del 16 al 18 de abril en el Castillo de San Servando de Toledo y fue una jornada intensiva de teoría y práctica. Las siguientes jornadas formativas están proyectadas para los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, teniendo Toledo como centro inicial del proyecto. Además, gracias al espacio Joven del Castillo de San Servando, por mediación de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, se incluye la opción de poder sufragar la estancia y manutención de los profesionales artísticos que están realizando la formación.
Una vez concluido ese proceso, se organizarán los equipos que previamente serán validados por los formadores y la Federación Española de Payasos de Hospital, se seleccionará un hospital y se iniciarán las prácticas en coordinación con la federación, gerencia, jefes de servicio y personal sanitario del hospital seleccionado.
El proyecto se ha diseñado de forma tan transversal que el grupo piloto está compuesto por artistas de distintas disciplinas en artes escénicas con dilatada experiencia en la región y además con personal que en la actualidad forma parte del entorno sociosanitario. Para la primera jornada se ha contado con Sergio Claramunt, Licenciado en Artes Escénicas y Pedagogía por la Universidad de La Sorbonne de París, quien además es presidente de la Federación de Payasos de Hospital y fundador de PayaSoShospital, asociación sin ánimo de lucro que lleva 22 años llevando alegría a miles de pacientes en decenas de hospitales dentro y fuera de España.
El mensaje principal es el de trasladar empatía y construir un mundo de ‘clowns’ y de juegos como elemento terapéutico en el entorno hospitalario. “Nadie quiere estar voluntariamente en un hospital. Los resultados están demostrados, es más fácil sanar a un paciente feliz. Siempre desde el respeto, la profesionalidad y teniendo en cuenta todos los protocolos sanitarios”. “Con este proyecto todos ponemos la primera piedra”, recalca 7Bubbles. La compañía quiere llevarlo a cabo y trasladarlo a otras ciudades de la región, continuar formando a otros artistas y así dar respuesta a esa necesidad. Ahora mismo están centrados en la formación como base y con la mirada puesta “en llevar de una manera profesional, organizada y continua, la alegría a los entornos sanitarios de nuestra region”.