Este jueves se tomarán las primeras decisiones en Castilla-La Mancha en relación a las medidas que se tomarán tras el fin del estado de alarma, “en la medida que no se quiere seguir abordando un paraguas jurídico nacional”. Así lo ha lamentado el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha explicado que “hoy por hoy es bastante difícil que se pueda mantener el toque de queda”. Sin embargo, aseguró que en las localidades con mayor incidencia se mantendrán las medidas lo más restrictivo posible.
También anunció que pedirán que se dé “un salto más” y se amplíe la población susceptible de ser vacunada con la vacuna Janssen, que sólo requiere de una dosis. “Está limitado a las personas de más de 60 años y queremos que sea ampliable la vacunación y ampliar hasta en un tercio el ritmo de vacunación. Es importante, como contestación a la bajada rotunda de restricciones que se va a producir el fin de semana”, señaló.
En cuanto al toque de queda, ha recalcado que no se tomará ninguna decisión que “pueda ser revocada” en los tribunales. “Esto sólo contribuye a la confusión”, afirmó. Sin embargo, también afirmó que “no nos vamos a bajar del bus en el último tramo”, sino que seguirán “hasta el final, dando la cara” y también “asumiendo responsabilidades y tomando decisiones que son incómodas”.
“Vamos a estudiarlo a fondo entre hoy y el sábado tomaremos una decisión. Hoy por hoy es bastante difícil que se pueda mantener el toque de queda, pero se pueden estudiar medidas que sigan llamando a la prudencia. El virus no ha acabado”, recalcó.
También celebró la propuesta de Estados Unidos de suspender las patentes de las vacunas contra el coronavirus. “Es oxigenante. Qué alegría poder escuchar no sólo propuestas sensatas, sino esperanzadoras”, afirmó. También quiso advertir acerca de la situación en India y pidió no volver a “pecar de ingenuidad” como ocurrió al principio de la crisis. “Hay que verlo como un problema planetario. El problema fue ese que lo vimos primero como problema de los chinos y luego de los italianos”.