La ley de Cospedal obliga a la Junta a cambiar los exámenes a cazadores

Hasta que la actual Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural dé luz verde la prometida reforma de la Ley de Caza que aprobó el Gobierno anterior de María Dolores de Cospedal, esta normativa sigue vigente. Lo ha estado en la apertura del nuevo periodo de caza y ha obligado a la Junta de Castilla-La Mancha a modificar los exámenes a cazadores que se realizaban hasta este momento conforme a la normativa anterior a Cospedal y que su Ejecutivo no modificó para adaptarlos.

El Diario Oficial (DOCM) ha publicado la orden por la que se cambia la anterior del Gobierno del PP para requisitos, temario y convocatorias del examen del cazador. Según fuentes de la Consejería, el cambio se produce tan solo en la parte teórica, el apartado A del anexo I, y no afecta a la parte práctica. Se ha realizado para “dar seguridad” a quienes quieran concurrir a las pruebas de que el examen es acorde con la normativa vigente.

El cambio más significativo, por ejemplo, es el hecho de que en la parte referida a ‘Cotos y superficies’ se haya tenido que eliminar la pregunta sobre tipología de cotos, ya que la Ley de Cospedal no los refleja como sí lo hacía la norma anterior: no regula los cotos sociales ni los refugios de fauna. De hecho, este es uno de los contenidos más polémicos de la ley que aprobó el PP y que entró en vigor el pasado mes de marzo, junto con la no diferenciación entre caza mayor y caza menor.

Desde la Consejería afirman que es un trámite que volverá a modificarse cuando se apruebe la reforma de la Ley de Caza vigente, que ya anunció el titular del ramo, Francisco Martínez Arroyo y que podría estar lista en la primavera del año que viene. El objetivo de la nueva normativa, según explicó el consejero en una entrevista con eldiarioclm.es, es hacer una ley “más social y menos intensiva”.

También adelantó que otras cuestiones conflictivas como el lanceo de jabalíes desaparecerían de la norma y que otros temas como la referida a animales domésticos y a las licencias de caza para menores de edad, están “encima de la mesa” a la espera de que haya acuerdo entre las partes llamadas a la negociación, formadas principalmente por los ecologistas, la Federación de Caza y los propietarios de los cotos.