La asociación Nostra Terra, presidida por la secretaria del grupo municipal de Vox en Coslada Úrsula Hernández, celebró un acto de homenaje a uno de los primeros afiliados a la Falange de Madrid, Jaime de Foxá. El motivo: debatir la ley de bienestar animal. La ocasión fue aprovechada por los numerosos cargos de Vox, como el diputado Ricardo Chamorro, el eurodiputado Jorge Buxade y la concejala en Toledo, María Ángeles Ramos para ensalzar la figura del que fue gobernador civil de Toledo y procurador de las Cortes, amén de otros muchos otros cargos, durante el régimen franquista.
La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo acogió el acto, en cuyo cartel no se mencionaba Vox en ningún sitio. Fuentes consultadas por este medio para saber por qué la Real Academia accedía a organizar este acto no han clarificado las razones. “Somos una asociación creada por jóvenes preocupados por la situación del patrimonio natural español, consternados. Vemos con preocupación como se pierde”, aseguraba Hernández. “Con indignación vemos cómo se gobierna con medidas que chocan con las necesidades reales”.
No se mencionó, eso sí, ningún nombre más allá del de Jaime de Foxá, aunque no faltaron los adjetivos: “mediocres”, “enemigos de la Nación”, “sectarismo político”. La sala estaba a reventar de personas, muchas con banderas de España en la muñeca. Camisas y chaquetas de montería. Ninguna novedad en el público, muy tranquilo y que aplaudió fervientemente cada una de las intervenciones.
Ricardo Chamorro fue el primero en hablar de Vox. María Ángeles Ramos, por ejemplo, se limitó a decir que ella representaba a “un partido”. Todos se referían a Foxá como “Don Jaime”. Chamorro recordó la manera “brillante” que tuvo el antiguo gobernador civil de promover la “conservación de la riqueza natural”. También recordó que estuvo implicado en política a través de la Falange, partido del que ostentaba el carné número 38, según la Real Academia de Historia de España. También recordó que “participó en la contienda en las files nacionales”.
Chamorro sí que indicó logros del corte naturalista de la figura de Foxá, como la supervivencia de un rebaño de ovejas originarias de la Sierra Madrona. También afirmó que “llegó a enfrentarse” con el Gobierno de Franco en defensa del Tajo, sin hacer más comentarios. Y por eso, también lamentó que el nombre de Foxá haya sustituido en el colegio público toledano, como una medida para hacer cumplir la memoria histórica. Ahora el colegio se llama Rosa Parks.
Chamorro explicaba que “más que aristócrata de sangre, era sobre todo aristócrata de espíritu” y lamentó que nombres de este tipo de “silencian, marginan u olvidan por planteamientos sectarios o mediocres”. Mediocres y sectarios, palabras usadas por prácticamente todos los ponentes, con la excepción del mismo hijo de Foxá, César Fernández, quien comentó cómo su padre tuvo que abandonar la carrera militar por no querer jurar ante la bandera republicana. El diputado de Vox comparó a Foxá con nombres como Ramiro de Maeztu, Josep Pla, Gregorio Marón o Ramón Pérez de Ayala.
El parlamentario concluía que su convicción como político es “socializar lo aristocrático”. “Transmitir el espíritu de la verdad y la belleza a nuestro pueblo”. También intervino la presidenta del Real Club de Monteros, Carmen Basarán, que leyó una carta de Antonio Conde, hermano de Agustín Conde y miembro del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha. “Su valor intelectual fue minusvalorado por su ideología”, lamentaba Conde, quien también se refirió a la “bestia intelectual que fue Agustín de Foxá”. “Negado por sectarismo político”, continuaba la misiva, que podía “hacer los reconocimientos a quien los merezca”.
La concejal de Vox en Toledo, María Ángeles Ramos, lamentaba por su parte que se condenase “todo lo que molesta a los enemigos de la nación”. “En aras de la ignorancia decidieron cambiar el nombre del colegio”, explicó. Se hizo en realidad para cumplir con una Ley de Memoria Histórica. “Ante tal felonía”, continuaba, “preparamos una moción y nos adentramos en la figura, descubriendo las facetas en las que destacó”. No entienden la razón de estas medidas, afirmaba Ramos, pero sí les hace “tomar conciencia de dónde pretenden dirigir las políticas que están borrando la historia en la que se ha cimentado el país”.
La “personalidad arrolladora” de Foxá también fue recordada por Juan Caballero, ingeniero de Montes, que lamentó no saber “cuánto tiempo queda de montería” en España. “El equilibrio que personas como don Jaime de Foxá entendían se ha perdido”, lamentó, por políticas “de abandono, simple y llanamente”. Mediocres, en definitiva, resaltó. Y también recordó que todavía se reza la 'Salve de los Monteros', creada por el mismo de Foxá como ritual de antes de la cacería.