El primer pleno ordinario celebrado por el Ayuntamiento de Almendros (Cuenca) ha aprobado por unanimidad su adhesión a la institución del Defensor de las Generaciones Futuras, una figura propiciada por la Fundación Savia y que, en la práctica, pretende ser “una declaración de intenciones en relación con la polémica macrogranja que Incarlopsa pretendía instalar, con la mayor parte del pueblo en contra”.
En Almendros, un pueblo de 225 habitantes, el proyecto para instalar una macrogranja porcina de 2.600 cerdos con lechones condicionó el resultado de las elecciones municipales del 26 de mayo. Allí gobernaba el PP en solitario (ni siquiera había grupo de la oposición) y tras los comicios una candidatura independiente de cuatro concejales en contra de la granja más un edil del PSOE conformaron el nuevo ayuntamiento.
Ahora, explican que la aprobación unánime de los cuatro concejales independientes y del único concejal del PSOE “es una declaración de intenciones respecto al cumplimiento del programa electoral del partido independiente PIDA, ganador de las elecciones, que dio un vuelco electoral en este municipio” y recuerdan que el PP, anterior equipo de Gobierno, “obtuvo un resultado insólito: ha pasado de tener siete concejales a tan sólo siete votos por el apoyo del anterior alcalde a un polémico proyecto de macrogranja de cerdos que ha contado con el rechazo de la población”.
La Institución del Defensor de las Generaciones Futuras, explican, “es una vanguardista propuesta de compromiso con el medio ambiente para que nuestros hijos y nietos no sean rehenes de decisiones políticas equivocadas del presente”.
Trece países de todo el mundo, municipios, ciudades y diferentes corporaciones se han sumado a lo que califican de “llamada a la responsabilidad”. Almendros se convierte en el municipio número 219 en adherirse (ya hay 21 adhesiones en Castilla-La Mancha hasta la fecha) y es el primero que lo hace en la región en la presente legislatura.