La Coordinadora Provincial de Cuenca contra la Despoblación integrada por Cuenca Ahora, Serranía Celtibérica de Cuenca y Pueblos Vivos, a la que se suman la Plataforma Serranía Limpia y Viva, Plataforma Salvemos la Serranía de Cardenete, Pueblo Sostenible Mota del Cuervo así como Barajas tiene Futuro han lanzado lo que consideran “una buena idea” para comenzar a frenar la despoblación y, de paso, ayudar a la provincia a luchar contra la crisis económica que se avecina.
La apuesta pasa por fomentar los servicios a la tercera edad. “Sin querer obviar el momento tan triste que está atravesando nuestro país, con todas las víctimas causadas por la epidemia y que está afectando a prácticamente todo el planeta, en esta situación de nuevas realidades, donde vemos cómo la masificación de las grandes urbes ha resultado nefasta para enfrentarse a esta crisis sanitaria, los movimientos que defendemos la España Vaciada, creemos que ha llegado el momento de replantear el modelo actual de país”.
“Una gran oportunidad” para el medio rural
En este sentido consideran que las “soluciones” pueden pasar por “una redistribución de los servicios públicos” derivando una parte de ellos hacia el mundo rural.
La provincia de Cuenca, sostienen, tiene “una gran oportunidad” a través de estos servicios a la Tercera Edad “para remontar los censos de población de nuestras pequeñas localidades, generar empleo y a la vez, servir como una válvula de escape al problema que las grandes ciudades han sufrido durante esta crisis sanitaria con las residencias, que se han convertido en uno de los principales focos de contagio”.
Aseguran que el medio rural parte con “la ventaja” de contar con las infraestructuras que se necesitan para dar un primer paso en esta dirección. “Son varios los edificios destinados a tal fin que, aunque cerrados, se encuentran prácticamente preparados y a punto para poder ser utilizados.
Zonas con una bajísima densidad entre dos y tres habitantes por kilómetro cuadrado
Ponen como ejemplo a la comarca de La Alcarria, donde localidades como Torralba o Albendea, mantienen cerradas las viviendas de mayores de estos municipios. “Si recorremos la Serranía, podemos contemplar cómo en Villalba de la Sierra la vivienda de mayores que hay en dicho municipio y que consta de dos plantas, mantiene el primer piso en obras y cerrado, sin perspectivas de ser abierto en un futuro cercano”.
Por su parte, las residencias de la tercera edad, que debían haberse puesto en marcha hace ya tiempo en los pueblos de Beteta y Cañete, que darían cada una alrededor de 40 puestos de trabajo directo, todavía se encuentran paralizadas por problemas básicamente de índole política, estando la residencia de Beteta a falta de la finalización de obra.
“Creemos que la puesta en marcha de estas infraestructuras en los pueblos podría ayudar a revertir la terrible despoblación que sufren”. En comarcas como la zona básica de salud de Beteta, con una población de 2,21 habitantes/km², la de Cañete con 2,49 h/km², o territorios más amplios como la comarca de la Alcarria Conquense, con una población de 3,65 h/km² (según los últimos datos censales). “Estas infraestructuras serían un potente revulsivo para levantar sus exiguas poblaciones”.
Las asociaciones piden que “se aproveche este momento sin más dilación y se tenga en cuenta un cambio en la política hacia este tipo de infraestructuras, dándoles un nuevo impulso desde la Diputación Provincial y el Gobierno de Castilla la Mancha”.
Quieren que se abran estos centros, con gestión pública para que puedan convertirse en “lugares de referencia nacional en cuestión de salud y trato hacia los residentes”. Para ello sugieren “un buen proceso de marketing, ofertando este servicio a las personas que viven en las grandes urbes”, con empadronamiento obligatorio, plaza en las residencias de mayores “alejadas del bullicio, de la masificación de las ciudades y rodeadas de naturaleza”.