Recibir una formación que se ajuste a situaciones reales. El futuro Centro Nacional de Estudios Penitenciarios (CNEP) que se va a ubicar en Cuenca contará con dos edificios y uno de ellos permitirá simular la vida cotidiana en el interior de una cárcel de forma que los futuros funcionarios de prisiones reciban una formación lo más realista posible.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha firmado este miércoles el acta de inicio de las obras del inmueble que dispondrá de 7.900 metros cuadrados útiles en sus diferentes dependencias, en las que el Gobierno de España va a invertir 14,2 millones de euros. La arquitecta del proyecto es Rocío Acedo y el director de la obra, que ya está en marcha, es Carlos Andrés Correa. Ambos forman parte de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEPSE).
La primera fase de estos trabajos durará unos tres o cuatro meses y se centra en el vaciado del edificio de formación, que se ubicará en el inmueble del antiguo colegio de San Julián. Según han explicado los responsables del proyecto, todas las plantas cuentan con luz natural y habrá gimnasio, vestuarios, cafetería y una mediateca, con obras de contenido académico en distintos soportes.
En cuanto al diseño, se han seguido criterios de sostenibilidad y aislamiento acústico. El vestíbulo, portal de entrada del Centro de Estudios Penitenciarios, está concebido también para albergar exposiciones y habrá también un segundo espacio que servirá como auditorio al aire libre.
El centro de simulaciones de la vida penitenciaria
La presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), Mercedes Gallizo ha explicado que “antes de hacer el diseño de esta escuela hemos ido mucho a la de Francia, referencia durante muchos años de la formación penitenciaria, pero el centro de Cuenca va a ser referencia internacional y será visitada por delegaciones de otros países con toda seguridad”, según recoge Las Noticias de Cuenca.
El edificio de simulación permitirá poner en práctica los distintos procedimientos de seguridad interior en todas sus vertientes con áreas docentes informatizadas, biblioteca, salas de estudio y gimnasio. Además, estarán integradas con el paisaje de pinos de la parcela donde está ubicado.
Tendrá cuatro plantas y en todas se emulará a un centro penitenciario. En concreto en la planta baja habrá distintos espacios donde se realizará el aprendizaje de los protocolos de seguridad, de ingreso, identificación, cacheo, etc. También se pondrá en práctica el uso de la consola del puesto de control de un módulo residencial y todas las actividades que se llevan a cabo desde este como la apertura de puertas del módulo y de las celdas, la comunicación entre celdas y puesto de control o visualización de cámaras, entre otras.
La planta primera tendrá celdas de diferentes tipos: 3 de módulo de régimen cerrado, cinco ordinarias y dos de sujeción mecánica. La planta segunda va a permitir, a través del suelo de vidrio, el visionado sobre las celdas de la planta inferior, para que así el aprendizaje sea doble. Además, en frente de este edificio habrá un patio similar al de los centros penitenciarios. A estas zonas se sumarán las funciones de la planta técnica.
El edificio principal
El edificio principal del CNEP aprovechará el actual edificio del colegio San Julián y tendrá un auditorio. En la parte trasera se ubicará la entrada principal, y se ha configurado todo el espacio para que la luz natura sea la principal protagonista. La planta sótano se va a destinar a vestuarios femeninos y masculinos y habrá un gimnasio.
En la planta baja estará el vestíbulo principal, compartido por el edificio y el auditorio, y se ha diseñado para que pueda contener exposiciones temporales, virtuales y otras actividades. En un segundo nivel estará la secretaría del centro, una cafetería, la mediateca-biblioteca con espacio destinado a reprografía, archivo y zona de grabación visual con tecnología de croma.
El auditorio tendrá capacidad para 500 personas, y con el objetivo de utilizarlo diariamente, se podrá dividir con mamparas móviles en tres salas que pueden funcionar de forma simultánea: un espacio con 250 personas y otros dos de 125 alumnos.
Las plantas primera y segunda se destinan a aulas. En cada planta habrá dos clases de 98 plazas y una de 84. Con el fin de hacerlas más versátiles y operativas, se podrán dividir en cuatro clases de 42 plazas las más grandes y en dos de 36 alumnos la de menor tamaño. Es decir, en cada planta hay tres clases divisibles en seis, con capacidad entre 240 y 280 plazas. La primera planta se completa con la zona dedicada a docentes con dos oficinas paisaje, salas de reuniones y salas de estudio e investigación para alumnos y/o profesores.
En la planta segunda, además, se ubicará la zona de dirección, secretaría, y despachos.
La parcela cuenta con un pronunciado desnivel, que se aprovechará para prolongar el auditorio permitiendo crear bajo el mismo un graderío al aire libre cubierto por una gran losa de hormigón que soporta el graderío interior.
Fases de construcción
La construcción del nuevo centro arrancará previsiblemente en abril de 2025, puesto que actualmente está en marcha la fase de demolición, que consiste en dejar vacío por dentro el edificio del colegio San Julián al mismo tiempo que se están demoliendo edificios auxiliares que no se van a utilizar. Eso sí, se tiene en mente reaprovechar todos los materiales ya que la obra quiere contar con la certificación de sostenibilidad ‘tres hojas verdes’ de GBCe.
Asimismo, en materia de sostenibilidad, el nuevo CNEP cumplirá con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030 porque se va a perseguir la reducción del consumo de recursos, reutilizar los que se puedan, reciclar, proteger el medio natural, eliminar productos tóxicos, etcétera.
Por ello, se ha realizado un estudio en profundidad del clima para determinar las medidas óptimas de protección y se va a promover el ahorro energético instalando todos los paneles solares que se puedan y se instalarán sistemas de aerotermia. Todas las luces serán led y habrá un sistema automático que baje o suba la intensidad de la misma en función de la luz natural que entre.
También se utilizarán materiales sostenibles, se emplearán colores claros para evitar el efecto isla de calor, habrá sistemas de protección y acondicionamiento acústicos, se implantarán sistemas para la reducción del consumo de agua y habrá aparcamientos con puntos de recarga para coches eléctricos e híbridos.
Tiene capacidad para 500 alumnos en las aulas, otros 500 alumnos en el auditorio, áreas auxiliares así como zona de aparcamiento para 50 plazas de coches de trabajadores y otra zona para que el autobús urbano.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha destacado en su intervención que este centro “es una inversión doble, porque proporciona un espacio multidisciplinar y moderno y, por otro, se vuelca en uno de los elementos fundamentales de esta sociedad como es la formación”, además de ser un “ejemplo” de descentralización de la administración del Estado.
Marlaska ha incidido en que la reinserción y la formación como piedras angulares del sistema penitenciario y “esa es la función que le corresponde a las personas que nutrirán las aulas de este centro”.
El Centro de Estudios Penitenciarios, que nació en 1996 y hora tendrá su sede física en Cuenca. Según el ministro es “heredero” de la visión defendida a principios del siglo pasado por Concepción Arenal y Victoria Kent, “grandes referentes del penitenciarismo español.
El ministro ha recordado que el Gobierno de España va a invertir tres millones de euros en obras en el centro penitenciario de Cuenca y que está a punto de terminar la construcción de la nueva Comisaría Provincial, que se inaugurará antes del mes de junio.
En el acto también ha intervenido el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, que ha celebrado que empiece a tomar forma física un proyecto que ya es realidad desde hace casi tres años y ha mencionado especialmente el trabajo de los diputados nacionales del PSOE conquense, Luis Carlos Sahuquillo y Gracias Canales, así como los grupos políticos de la anterior legislatura.
También ha destacado la labor en primera línea de la Universidad de Castilla-La Mancha, que ha acogido al alumnado en estos años en los que todavía no han tenido sede y ha agradecido al ministro Grande-Marlaska por traer “las más grandes inversiones en Cuenca del Gobierno de España”.