“Vecinos anónimos” han desplegado una pancarta antitaurina en el emblemático cerro conocido como 'de la Doncella' en Cuenca. En ella se puede leer “Después la matan” junto a una figura de una vaca. Es una protesta contra la suelta anual de vaquillas enmaromadas por las fiestas de San Mateo en la capital conquense. La Coordinadora Antitaurina ha difundido las fotos, aunque este medio han señalado fuentes que no se darán a conocer los autores por miedo a las represalias.
El colectivo antitaurino señalan que les han llegado fotos que les “hacen llorar” por la “pena e impotencia” de la muerte de “treinta pobres animales que han atormentado en los cinco días de fiesta”. Por otro lado, también celebran que las cosas “están cambiando y que en una ciudad de enraizada tradición taurina hay quien se atreve a expresar su rechazo a la sinrazón de perseguir, acosar y humillar vaquillas atadas por la cabeza y forzadas a recorrer sus calles”.
“Creemos que el slogan ha sido elegido para evidenciar que todavía hay mucha gente que piensa que los desdichados animales ”solo pasan un mal trago y que luego se les devuelve a su vida, idílica en la dehesa… Nada más lejos de la realidad“, afirman desde el colectivo. La normativa taurina, explican, señala que los animales ”deben ser sacrificadas“ tras su suelta en apenas doce horas.
En 2018, el partido PACMA denunciaba la situación de los animales a través de las redes sociales:
“En una Castilla-La Mancha cuyo presidente Emiliano García-Page parece empecinado en convertir el territorio en un parque temático de tauromaquia y caza. Dichos negocios no generan empleo estable, ni beneficio económico a la población, salvo a contadas familias, y trata nuestra región como un producto de usar y tirar, llenándolo de macrogranjas y granjas cinegéticas, propiciando ser el territorio con más accidentes mortales de caza, lo que nos convierte en una de las comunidades donde el sufrimiento animal campa a sus anchas y está a la orden del día”, lamenta el colectivo.
Por eso han “agradecido” a los “valientes anónimos y a su protesta”. “Esperamos que vuestro esfuerzo sirva para que muchos más ciudadanos den un paso hacia delante para llegar a la abolición y sepan que no están solos en la lucha, que somos muchos más los que nos oponemos a la barbarie institucionalizada y financiada con el dinero de nuestros impuestos. Este empeño político de mantener una práctica obsoleta en un mundo que ya la ha superado, en un futuro próximo, terminará, y todos los crímenes taurinos serán parte de la historia oscura de España, que hasta el mismo Goya denunciaba en sus pinturas negras tauromáquicas”, concluyen.