Ya hace más de un año que el Gobierno anterior de María Dolores de Cospedal escenificó, por medio de su consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, la puesta en marcha de un nuevo convenio para el proyecto del Hospital de Toledo, cuyas obras ya habían sido paralizadas conforme al proyecto anterior de la época de José María Barreda. Después llegaron las elecciones autonómicas y hubo de nuevo cambio de signo político en el Ejecutivo castellano-manchego, con el consiguiente anuncio del nuevo presidente, Emiliano García-Page, de revisar todo el proceso para reducir los costes, darle carácter universitario y dejar en la mínima expresión los servicios externalizados. Se trata pues del tercer proyecto hospitalario para la ciudad. Solo la paralización del primer proyecto costó 22 millones de euros a las arcas públicas, según la Junta.
Tras numerosas reuniones a varias bandas entre la Junta, la UTE concesionaria y los arquitectos, a comienzos de año comenzaron a bailar las fechas para el reinicio de las obras. La directora gerente del SESCAM, Regina Leal, apuntó primero que no había inconveniente para que las obras se retomaran a finales de enero. Pasado ese plazo se fueron apuntando otras fechas, hasta que finalmente, García-Page anunció hace unos días que el ‘Día D’ sería el lunes 9 de abril. No en vano, el presidente tiene previsto visitar este lunes el terreno junto a la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón.
Estas obras se retomarán con el acta de replanteo después de permanecer paralizadas desde el año 2012. Los datos del nuevo proyecto se han ido conociendo poco a poco, aunque sin demasiados detalles, y básicamente se centran en un hospital con más servicios clínicos y varios de ellos reordenados para evitar la actual dispersión del Complejo Hospitalario de la ciudad. Se incluirá además medicina nuclear, más radioterapia y más áreas de laboratorio y por eso, el nuevo hospital contará con un ala más de lo previsto. De hecho, crecerá en algo más de 6.000 metros cuadrados, tendrá carácter universitario y se calcula que la obra costará unos 300 millones de euros. También aumenta el número de camas, unas 800 en el nuevo centro a las que se sumarán otras 200 más entre el Hospital del Valle y Parapléjicos. Además, se prevé que al menos el 50% sean individuales.
Para hacer posible el reinicio de las obras también ha tenido que desatascarse la “madeja jurídica”, según afirmó en su momento García-Page, generada en torno a las empresas implicadas en el proceso. De esta forma, la UTE formada por ACS, OHL y Acciona seguirá al frente de las obras y el gabinete Árgola Arquitectos será el encargado de definir el proyecto.
Toda la documentación técnica está presentada
La confirmación del reinicio de las obras también ha llegado por boca de la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien ha dejado claro que los Servicios Municipales han dado el visto bueno a la documentación técnica presentada por la empresa concesionaria de los trabajos. En la mañana del viernes la Concejalía de Urbanismo dio conformidad a la documentación presentada tras el visto bueno de los técnicos, por lo que ya no parece haber trabas para que ese lunes sea la fecha definitiva.
La primera edil de la ciudad ha incidido, de hecho, en la necesidad de “no perder la memoria” y recordar que si el anterior Gobierno de Cospedal “no hubiera paralizado las obras estaríamos a punto de inaugurar” este nuevo centro sanitario. Han bastado “nueve meses de cambio” de Ejecutivo para retomar un proyecto “que jamás se tenía que haber paralizado”.
Por su parte, el concejal de Ganemos Toledo, Javier Mateo, ha exigido al presidente regional, que el futuro complejo hospitalario de la capital sea “cien por cien público”. “Tiene una oportunidad única para demostrar que de verdad defiende la sanidad pública”, ha dicho, apostando además por que el nuevo hospital “sea un referente nacional de gestión pública”.