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Las alfombras de nudo de Alcaraz, tradición milenaria que busca aprendices

Casi todo el mundo ha oído hablar de las alfombras persas o de las alfombras turcas. Son tradiciones textiles que suelen relacionarse con técnicas artesanas de calidad.

Pero no hay que irse tan lejos porque dentro de la milenaria historia de las alfombras y de los tejidos de nudo - como se conoce a este tipo de piezas- también hay ‘producto español’ y en concreto de Albacete, que ha logrado sobrevivir intacto durante varios siglos.

En noviembre del pasado año el Ministerio de Cultura declaraba el llamado ‘nudo español’ como Patrimonio Cultural Inmaterial. Tres meses después, el Gobierno de Castilla-La Mancha acaba de conceder a las ‘Alfombras de Nudo Español’ de Alcaraz, el reconocimiento de Bien de Interés Cultural (BIC).

El nudo ‘español’ se denomina así porque se ciñe casi exclusivamente a las antiguas alfombras fabricadas en la península ibérica. Es una técnica textil que data de la Edad Media y su máxima expresión se encuentra en la localidad albaceteña de Alcaraz.

La técnica fue muy empleada en los talleres de Alcaraz y en Cuenca hasta mediados del siglo XVII, hasta que comenzó su declive debido a la introducción del nudo turco, pero ha logrado sobrevivir en la provincia de Albacete dejando tras de sí espectaculares piezas en las que el “escalonado”  en el dibujo es una de sus principales características.

En Alcaraz están exultantes con el reconocimiento. “Son el legado más importante que nos dejaron los árabes en nuestra localidad y fueron evolucionando a lo largo de los siglos hasta perderse la tradición en el primer tercio del siglo XVII”, cuenta Virginia Sánchez, técnica de Turismo en la localidad.

De aquellos siglos queda el nombre, Alcaraz o su castillo construido en el antiguo paso hacia los reinos de Granada. De aquel tiempo data el arte de confeccionar las alfombras que pervive, aunque no sin obstáculos a lo largo de los siglos.

Tras iniciar su declive, hubo que esperar hasta el siglo XX para recuperar esta técnica artesanal gracias al esfuerzo y colaboración de diferentes Instituciones públicas, como el Ayuntamiento de Alcaraz. La formación artesana fue fundamental.

Trinidad García es maestra artesana de las Alfombras de Nudo Español de Alcaraz. Para ella recuperar la tradición “es un gran orgullo para todos los alcaraceños y alcaraceñas”.

 Ahora su hija Rebeca ha cogido el relevo. “Le estoy enseñando todos mis conocimientos adquiridos durante tantos años, para que sea ella la que retome este oficio tan bonito”. Nos habla de su “empeño” en que no se pierda.

Una confección artesanal para la que se buscan aprendices

 Las alfombras de Alcaraz se fabrican sobre un telar de alto lizo donde se colocan una serie de hilos verticales a los que se llama urdimbre y otros transversales que reciben el nombre de trama. Los nudos son lazadas realizadas a mano alrededor de los hilos de la urdimbre y fijados por la trama, lo que permite crear una superficie tupida y compacta.

En su confección siempre han primado la lana de oveja y pelo de cabra. A veces también se utilizó la seda, mezclada con lana, pero solo para ejemplares de lujo.

Trinidad García explica que hoy en día los materiales y técnicas de producción son las mismas que antiguamente, exceptuando la lana para elaborar las alfombras que tiene origen industrial, mientras que antes  se tintaba en balsas con productos naturales.

La maestra artesana explica cómo pese a discurrir de los siglos, la técnica se ha mantenido. “El nudo español se confecciona manualmente sin ningún elemento externo. Los tres elementos fundamentales para hacer un nudo español son un telar de alto lizo, con urdimbre doble y una trama que se pasa manualmente entre los dos espacios de urdimbre”.

Lo más característico en las piezas es el llamado ‘Dibujo de Alcaraz’: un cardo partido por la mitad, sin olvidar los dragones o las granadas.

En la actualidad se puede conocerse la técnica así como el resultado de la confección en el taller artesanal de Alfombras de Alcaraz de Trinidad García que se encuentra en el interior de la Oficina de Promoción Turística de la localidad albaceteña.  Además, hay otras muchas expuestas en el Centro de Interpretación del Patrimonio de Alcaraz, situado en la Lonja de Regatería.

 Yolanda Ballesteros, concejala de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Alcaraz explica que las Alfombras de Alcaraz han infundido “un sentimiento de identidad” en este pueblo de poco más de 1.300 habitantes.

 El proceso para poder conseguir el reconocimiento “ha sido largo, aunque fructífero”, destaca. El municipio quiere poner en marcha nuevos talleres de aprendices y realizar encuentros de artesanía, entre otras iniciativas.

Se trata, dice la concejala, no solo de valorizar este tipo de arte decorativa sino “también un intento de hacer resurgir esta industria en nuestra localidad”.