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Se baja el telón pero nunca se acabará la función

El volumen “Centro de Creación Experimental” (Ediciones UCLM, 2022) es una maleta llena de tesoros, de incunables, de memoria colectiva, una promesa de muchas tardes de lluvia disfrutando de sus casi cuatrocientas páginas. Desde el joven Orson Wells hasta el viejo Chaplin. Recorrido vital del profesor José Antonio Sarmiento y recorrido universal por la cultura sin domesticar. Un vaso de vino generoso y una galleta redonda para el deleite que recoge la actividad de José Antonio Sarmiento al frente del “Centro de Creación Experimental” de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca entre 1989 y 2022 con diseño de Jaime Narváez.

Una obra magna capaz de activar, demoler, dinamitar, gritar, incendiar, encontrar, desbaratar, refutar, impacientar, abandonar, replicar, impugnar, inferir, agotar, machacar, agrietar, laminar, disgustar y así hasta cuatrocientos noventa y un infinitivos que aún así serían incapaces de abarcar la trayectoria de Sarmiento al frente de este barco universal en el que se convirtió el aula 207 de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, un aula sin muros donde la enseñanza artística se convirtió en un acto de creación. 

Sarmiento se retira de sus tareas docentes, a la manera de John Cage en la fotografía que sirve como colofón a este libro. Abandona el escenario académico a través de una trampilla, dejando sobre el escenario la historia de quien siendo profesor de arte, consideró que “las artes no pueden enseñarse”, sino que deben apoyarse en este intercambio entre profesores y alumnos en el que “no se sabe con certeza quién va a aprender”, en cita de Schoënberg que abre la obra. Retirar. Dejar. Apoyar. 

Cuatro grandes columnas sujetan la obra, a saber, ±491, Revistas, Ediciones y Radio. Pues como escribe el propio Sarmiento en el prólogo, “si se valora la presencia de grupos artísticos como elementos de agitación, se intenta crear uno (±491). Si se considera al creador (...) se recurre a soportes como revistas (Sin Título, ((RASS)), Ólobo) o espacios alternativos (...). Si se estudia el arte sonoro, no nos queda otra salida que montar un laboratorio de sonido y un estudio de radio (Radio Fontana Mix)”. Sujetar. Agitar. Crear. Montar.

Desde 1989, año en el que se alzó el telón, deberíamos decir, para ser sinceros con la memoria, al modo de Hugo Ball, “Señoras y señores el CDCE no es un ”club“ cualquiera. No nos hemos reunido aquí para mirar catálogos y obras encerradas en vitrinas. El CDCE es un lugar de cultura...”. Creando conexiones vitales y vivas con nombres como Valcárcel Medina, Juan Hidalgo, Chris Burden, Paul McCarthy, Mike Kelley, Anne-Bernhard Blume, por no extender el catálogo universal de mimbres que se entretejieron alrededor. Alzar. Conectar. Reunir. 

Cada una de sus páginas tiene una historia que contar, unos personajes propios que compartieron parte del camino. Cristina Vergara, María Jesús Navas, Manuela Martínez y Juan Agustín Mancebo, que publicaron junto con Sarmiento en 1991 el primer número de “Sin Título''. Ricardo Echevarría, Kepa Landa y Javier Ariza, que iniciaron en 1993 su primer programa radiofónico en Radio Fontana Mix (RFM). Acciones de Miguel Ángel Barba en 1997. Por hacer parada en algunos puntos del camino. Contar. Publicar. Radiar.

Las preguntas fluyen por sí mismas. ¿Cuál fue la chispa que inició este incendio creativo? En apenas una década, ¿qué convirtió a esta Facultad de Bellas Artes de Cuenca, de la recién creada Universidad de Castilla-La Mancha, en uno de los grandes focos creativos, atrayendo estudiantes de cualquier rincón del mundo? Habrá miles de razones, pero una de las más definitivas fue la capacidad de atraer, congregar y liberar tanto talento por metro cuadrado de facultad, dinamitando muchas de las convenciones sobre la propia educación universitaria, transformando “la enseñanza en acciones que tuvieran, además, una proyección más allá de las rígidas paredes del aula”, en palabras del propio de Sarmiento, uno de los nombres clave de esta conjunción. Fluir. Incendiar. Liberar.

Desde 'La escritura no escrita' (1996) de José Luis Castillejo, hasta 'Escribir apenas produce un ruido audible' (2022) de Isidoro Valcárcel Medina, pasando por obras de referencia como “Cabaret Voltaire” (2016) o '168 dardos dadá' (2016) del propio José Antonio Sarmiento o las obras dedicadas a Joseph Beuys, figura clave del movimiento Fluxus, el CDCE ha editado obras de referencia a las que este volumen también sirve de catálogo contexualizado y enriquecido. Escribir. Oír. 

Con esta obra magna, baja el telón José Antonio Sarmiento de su etapa como profesor universitario y lo hace dejando un ingente legado que seguirá fructificando en nuevas mentes creadoras que abrirán este volumen como fuente inspiradora en la que beber un agua que siempre será nueva. Abrir. Beber. Crear.