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Blanca Portillo recibe el Premio Corral de Comedias con el que se siente “más actriz que nunca”

La 46ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha alzado el telón este jueves con la entrega del XXIII Premio Corral de Comedias a la actriz, productora y directora Blanca Portillo (Madrid, 1963).

Con el galardón se reconoce su germinada trayectoria como actriz sobre los escenario, en los que ha ido mostrando su progresiva madurez como actriz y su comprometida defensa del teatro como motor de cambio social.

Portillo ha sido reconocida en el templo del teatro clásico español, el Corral de Comedias de Almagro, el único ejemplo de teatro del siglo XVII que se conserva y que mantiene la estructura original de los corrales de comedias del Siglo de Oro.

Lo ha hecho de manos del Ministro de Cultura, Miquel Iceta, y de la directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo, en un acto que también ha contado con la presencia de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, y la consejera de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Rosa Ana Rodríguez.

El Patronato del Festival de Teatro Clásico de Almagro ha querido con este premio reconocer la carrera de Portillo, una de las figuras de las artes escénicas de España, que ha conseguido dar una nueva voz al Siglo de Oro y ha encarnado su universalidad en personajes que deslumbran, abruman y subyugan, pero que, ante todo, emocionan, ha dicho la directora del festival, Irene Pardo.

Blanca Portillo, que se ha acercado a los textos áureos en comedias como “No hay burlas con el amor” y “La hija del aire”, se consagró en 2012 como un referente del Siglo de Oro gracias a su antológica interpretación de Segismundo en la versión de Juan Mayorga de “La vida es sueño”, dirigida por Helena Pimenta y estrenada, precisamente, en Almagro, que se mantuvo en cartel durante cuatro años en recintos de España, Europa y Latinoamérica.

La también reconocida con el Premio Nacional de Teatro en 2012 ha asegurado que recibiendo este premio se siente “más actriz que nunca” y ha recordado como ya en el año 1986 por primera vez piso las tablas del Corral de Comedios cuando acudió a Almagro con un novio que tuvo, momento en el que supo que quería dedicarse a ser actriz.

Dos minutos de aplauso de bienvenida

Portillo arrancaba esta alocución tras recibir un aplauso de un público que se ha puesto en pie y que se ha prolongado dos minutos antes de pronunciar la primera palabra.

“No soy amiga de discursos, se me dan fatal, aunque no lo creáis. Soy muy mala. Pero he intentado escribir algo para no hacer el imbécil ni el ridículo hoy que me están concediendo un premio”, comenzaba la actriz.

Tras bromear con las “importantisisisísimas” autoridades presentes en el acto, optado por lo epistolar para leer una “carta” escrita como discurso y dirigida a su “querido Festival de Almagro”.

Aprovechaba su intervención para recordar al director y profesor de teatro Pepe Estruch, de quien ha dicho: “me contagió su amor por los clásicos y aprendí a caminar entre sus versos, a respirar el perfume de sus personajes, a emocionarme con sus argumentos, o a gozar sus risas y sus lágrimas”.

La vida de los clásicos, ha asegurado, le ha permitido “valorar su riqueza, sus sonidos, lo tremendamente específicos que pueden ser y a valorar la palabra” como “vehículo” de los seres humanos para comunicar sus sentimientos. “Quisiera que hoy la palabra me ayudara a explicar lo infinitamente feliz que me siento, la sensación de orgullo y de felicidad”, ha añadido.

Esas palabras que “a veces huyen, a veces se malgastan”. “A veces nos las roban. No, no y no, que nadie nos robe la palabra”, ha afirmado, indicando que quiere seguir aprendiendo a cultivarlas, palabras “que dan fuerzas, que no hieren, que no agreden, la palabra disidente y luchadora”.

“Pero nada, ahora no acuden a mi llamada. Revolotean, se me escapan entre los dedos. Sólo una se posa sobre mi lengua y a ella me limito. Gracias, gracias Almagro”, ha dicho visiblemente emocionada.

Palabras de elogio para la actriz

Durante el acto, que inicialmente ha estado amenizado por el Coro de jóvenes de Madrid, han intervenido dos buenas amigas de la actriz, la periodista Rosana Torres y la directora del Teatro Nacional de Catalunya (TNC), Carme Portaceli.

Rosana Torres ha asegurado de Portillo que ha llegado donde ha llegado “en gran parte, porque nació de la mano de Pepe Estruch, que era un grandísimo director de actores, que estuvo siempre obsesionado por cómo decir la palabra y el verso.

“Blanca Portillo cayó en sus manos y le enseño a respetar la palabra y el verso, y la enseño también algo que también es muy difícil, aducir a sus personajes”.

Por su parte, Carme Portaceli ha querido resaltar el perfil humano de Blanca Portillo, de la que ha dicho, es una persona generosa y solidaria.

La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en nombre del Gobierno, ha ensalzado la figura de la actriz y ha subrayado la admiración que el público siente por la actriz.

Rodríguez ha afirmado que este premio que recibe Blanca Portillo lleva implícito el reconocimiento a su magnífica carrera, pero, también, “el cariño de una gente humilde y trabajadora que se refugia en su ADN para seguir alimentándonos”.

Blanca Portillo se une a la lista de ilustres actores y actrices que han recibido este premio, y entre los que se encuentran Ana Belén, Adriana Ozores, Carlos Hipólito, José Sacristán, Concha Velasco, José Luis Gómez, Julia Gutiérrez Caba, Nuria Espert, Norma Aleandro, Vanessa Redgrave o Michel Piccoli, además de escenógrafos y directores de escena como Francisco Nieva, José Carlos Plaza, Declan Donnellan, Nick Ormerod o Lluís Pasqual, así como de entidades como la Schaubuhne de Berlín o la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

“Jamás” habría imaginado recibir el premio

En la rueda de prensa previa a la entrega del premio, la actriz ha afirmado que “jamás” habría imaginado que fuera a recibir tan importante galardón de un festival al que ha acudido muchas veces “por gusto y por trabajo”. Así lo ha reconocido la propia actriz durante la rueda de prensa que ha ofrecido horas antes de recibir el galardón y en la que ha agradecido “de todo corazón” ser la protagonista de una noche en la que también estarán presentes sus nervios y su emoción.

Tras recibir la llamada por parte de la directora del Festival, Irene Pardo, para trasladarle la noticia, Portillo ha asegurado haberse sentido “estupefacta”, ya que le parecía “casi imposible” recibir un premio “tan importante” y a cuyo acto de entrega ha asistido en diferentes ocasiones para acompañar a compañeros y amigos.

La actriz ha reconocido que, cuando reciba el premio, recordará a mucha gente, pero, sobre todo, a su “maestro” durante su paso por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, Pepe Estruch, quien le abrió las puertas al mundo de “los clásicos”. Pero no solo pensará en él, sino en “toda la gente” que le ha acompañado a lo largo de su trayectoria profesional y vital. Para Portillo, Almagro siempre ha sido “sinónimo de placer”, un lugar en el que uno “se siente feliz y en el que se genera una energía que se contagia”.

Por su parte, la directora del Festival de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo, ha destacado el “privilegio” que supone entregar a Portillo un premio de tal calado. En este sentido, ha puesto en valor la osadía de Blanca Portillo por atreverse a interpretar personajes masculinos, que, sin duda, es “extraordinario” y “más en estos tiempos”, ha reconocido Pardo.