Cuenca lamenta el fallecimiento de su 'hijo adoptivo', el cineasta Carlos Saura

El Ayuntamiento de Cuenca ha lamentado el fallecimiento del cineasta Carlos Saura a los 91 años. El alcalde, Darío Dolz, ha enviado sus condolencias a la familia en nombre de toda la Corporación Municipal y de la ciudad.

Carlos Saura fue nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Cuenca por el Ayuntamiento en el año 2009, título que también tenían sus hermanos, Antonio y María Ángeles Saura.

Entre el medio centenar de películas que dirigió se encuentran dos en las que inmortalizó a Cuenca, el documental del mismo nombre de 1947 y la película 'Peppermint Frappé', que obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín en 1968, uno de los muchos premios que recibió a lo largo de su carrera, entre ellos un Oso de Oro, un Premio del Jurado en Cannes y dos Goya. Este sábado hubiera recibido el Goya de Honor. Hoy se le recordaba también desde Toledo.

El Gobierno de España le ha concedido la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. El galardón se otorgará en el Consejo de Ministros previsto para el martes 14 de febrero.

Su estrecha vinculación con Cuenca

Carlos Saura Atarés era director de cine, guionista y fotógrafo y estaba especialmente vinculado a Cuenca, tanto por su trabajo como por ser hermano del pintor Antonio Saura, que se afincó en la ciudad debido a padecer tuberculosis, que se fue curando gracias a la penicilina y “al el clima seco y el aire limpio de Cuenca”, recordaba Carlos. (Los restos de Antonio y dos de sus hijas descansan en el cementerio de San Isidro).

El hecho de que Antonio Saura viviese en Cuenca, en una casa de la calle de San Pedro, que compró su padre, fue el motivo de que el cineasta y fotógrafos Carlos Saura se enamorase del Casco Antiguo y trajese a personajes de la cultura y del espectáculo, entre ellos el director turolense Luis Buñuel en 1960.

Dos años antes, Carlos Saura realizó su primer documental de 40 minutos, titulado “Cuenca” (1958), encargado por el Ayuntamiento, que fue premiado en el Festival de San Sebastián. El rodaje se realizó entre abril, mayo y septiembre de 1957-58. Con la voz de Paco Rabal y guión de José Ayllón y el propio Carlos Saura, la cámara recoge aspectos de la vida agrícola de la provincia y los monumentos de distintas localidades, incidiendo sobre todo en la celebración de la Semana Santa, la Vaquilla de San Mateo y las fiestas de San Julián, con los gigantes y cabezudos pasando por el puente de San Pablo con bellísimos y airosos planos. (Documental que estaba pendiente de ser remasterizado).

Pero quizá la “gran película” de Carlos Saura, filmada prácticamente en Cuenca, el Ventano del Diablo y los abandonados baños de Valdeganga, fue la titulada “Peppermint frappé”, rodada en 1966 y estrenada en 1967. Recuerdo el descapotable rojo aparcado junto al hotel Alfonso VIII y ver por la ciudad al propio director y a los actores Geraldine Chaplin y José Luis López Vázquez. Esta película de paisaje conquense fue premiada en el Festival de Venecia con el “Oso de Plata”.

La filmografía de Carlos Saura es muy extensa, con títulos que reflejan la vida española de los últimos cuarenta años del siglo XX y parte del Siglo actual, con numerosos premios. Su relación con Cuenca siguió muy presente y así en el año 2009 se editó el libro de fotografías titulado SauraXSaura, con numerosas gráficas de los hermanos en Cuenca, así como con familiares y amigos.

Ese mismo año, el Ayuntamiento de Cuenca, presidido por Juan Ávila, acordó el nombramiento como Hijos Adoptivos de Cuenca a los hermanos Carlos y María Ángeles Saura Atarés (Antonio lo había recibido unos años antes), galardón recibido el día 1 de junio, festividad de la Patrona Virgen de la Luz en la antigua iglesia de San Miguel. También fue distinguido Antonio Iglesias, director que fue de las Semanas de Música Religiosa y de Hijo Predilecto, a título póstumo, a Ángel Luis Mota.

Durante el acto de la entrega del título de Hijo Adoptivo, Saura manifestó que a la ciudad de Cuenca “no puedo separarla de mi vida y de todo lo que yo he hecho”, recordando que llegó a Cuenca en los años cincuenta y ha cambiado de una manera brutal. “Cuenca es una ciudad con un montón de museos y de posibilidades de todo tipo”, pues en aquellos años “no había casi nada, y sólo en el Casco Antiguo la Posada de San José de Fidel García Berlanga, hermano de Luis”. Su hermana María Ángeles habló de las películas de “Cuenca” y “Peppermint frappé”, que “encanto desde Luis Buñuel, su amigo, hasta Kubrick, que la consideraban como una belleza”. Los dos hermanos apoyaban la Fundación Antonio Saura en la Casa Zavala, ante la negativa de otra parte de la familia de Antonio.

La ciudad de Cuenca recuerda igualmente a los Hermanos Saura con esta denominación en una calle del barrio de Tiradores.