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El escritor Roberto Osa sobre las secuelas de la Covid: “El boli se me caía de la mano y eso me asustó mucho”

El autor Roberto Osa presenta su nueva novela, Fallo del sistema

Rodrigo Abad

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A veces, comenzar una carrera como escritor en un entorno rural es algo atípico. “Mis padres eran agricultores y en mi pueblo todo el mundo se dedicaba al campo o a trabajar como albañiles. Allí no tenía demasiados referentes en cuanto a la escritura, pero al ir a la universidad fue cuando empecé a entrar en círculos más literarios”. Así comenzó la andadura de Roberto Osa en el mundo de las letras. El autor nació en 1981 en El Pedernoso, una pequeña localidad de la provincia de Cuenca. A los 18 años se marchó a Madrid para estudiar Comunicación audiovisual y fue allí donde empezó a interesarse más por la literatura, quien a sí mismo se considera “un escritor tardío”.

Roberto Osa es escritor, guionista y realizador de televisión. Desde siempre le ha interesado la ficción, ya fuera para crear cortometrajes o desde que se lanzase al mundo de la escritura. Fallo del sistema, su nueva novela es la segunda que ha publicado, después de que en 2017 resultase ganador del Premio de Novela Felipe Trigo y haber sido finalista del Premio Nadal con Morderás el polvo. En Fallo del sistema, Osa habla desde su propia experiencia como vivió en su piel y junto a su entorno la primera etapa de la pandemia de Covid-19 que cambió por completo la gestión de la sanidad del planeta, pero también la forma en la que la sociedad empezó de nuevo a relacionarse.

Narrar la experiencia de la pandemia desde dentro

Desde que el 14 de marzo de 2020 se decretase el estado de alarma y el confinamiento en España todo se paralizó. El mundo como lo conocíamos cambió totalmente y la perspectiva que teníamos acerca de qué significaba “estar encerrados” evolucionaba día a día. Roberto Osa señala que “las primeras horas o los primeros días estaba incluso, te diría que feliz, entre comillas, porque de repente me mandaron a casa, no tenía que trabajar y pensé que estaba a salvo. Y dije, bueno, pues vamos a estar unos días”. Sin embargo, los quince días iniciales que se plantearon desde la institución del Gobierno central se fueron alargando hasta convertirse en meses.

“A los dos días de confinarnos me empecé a sentir mal y fueron dos semanas muy duras. Me contagié. Pasaron dos semanas y empecé a ser testigo de cosas muy inusuales. Iba a los hospitales y no me atendían, no podíamos acceder a la sanidad pública y universal como estamos acostumbrados, y eso al menos en los que hemos nacido después de la dictadura franquista es inusual”, son las palabras de Roberto, tal y como él lo recuerda en la entrevista que ha mantenido con elDiarioclm.es.

El colapso del sistema sanitario al comienzo de la pandemia en España nos dejó telediarios en los que se seguía la situación minuto a minuto, donde las cifras de contagiados y fallecidos subían sin control. Roberto Osa señala que “empezar a ver que se desbordaban los sistemas funerarios, ver que moría gente a tu alrededor, familiares, conocidos y ver las cifras en televisión fue tremendamente doloroso”. Pero todo se puso peor cuando tuvieron que ingresarle y se vio “durmiendo en una sala de espera porque no tienes habitación, viendo como la gente se desvanece delante de ti, pensando que tú puedes ser el próximo”.

En el caso de Roberto, una vez se hubo recuperado y estaba fuera de peligro destaca que desarrolló una hiperinmunidad y “cuando no había vacuna, yo era una especie de donante de vacuna natural. Estuve muchos meses yendo a donar el plasma de mi sangre porque era una vacuna natural para salvar a otra gente”. Vivir esta experiencia en primera persona fue el germen que más tarde daría lugar a su nuevo libro, Fallo del sistema.

Una obra “homenaje a las víctimas”

La experiencia vivida durante los primeros meses del confinamiento le marcó por completo y empezó a tomar notas “sin saber muy bien qué iba a hacer con ello”. Conforme pasaban las semanas y los meses se dio cuenta de que “podía elaborar una especie de crónica de lo que estaba ocurriendo al estilo de Truman Capote, por así decirlo”. La obra de Roberto Osa bebe de sus autores de cabecera, como los escritores franceses Annie Ernaux -Premio Nobel de Literatura 2022- o Emmanuel Carrère -Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021-, que utilizan la técnica del diario y elementos autobiográficos en sus libros.

El proceso de esta escritura “fue duro”, recalca Osa, porque mientras estaba enfermo tomaba como podía las notas que después le servirían para crear la novela. “Al principio tomaba notas de voz, porque después del hospital las manos las tenía muy débiles, la sangra no me fluía bien. Intentaba escribir y el boli se me caía de la mano y eso me asustó muchísimo”, recuerda el autor, un hecho que como escritor le afectó porque era su principal método de trabajo.

Para Roberto este libro es “un homenaje a las víctimas, a mucha gente que yo quería y murió, a mucha gente que nunca ha conocido, pero que también murió”. De igual forma, hace hincapié en que quiere que su obra funcione como “un toque de atención de lo importante que son los servicios públicos y un sistema público de calidad, pero también todos los servicios que pagamos los ciudadanos y que bajo mi punto de vista son ineludibles”. Al mismo tiempo, Osa expresa que como escritor se “sentía responsable” de contar esta historia sobre lo que él y muchos españoles habían vivido durante este episodio “apocalíptico” de nuestra era. El autor considera de “el libro trasciende de lo literario a lo social y mi ambición es que con el paso de los años se pueda leer como un retrato histórico de ese momento que vivimos, que sea un testimonio directo de un testigo de la pandemia”.

Fallo del sistema es diferente a su primera novela publicada, Morderás el polvo, por su tono “crudo”, pero ambas guardan similitudes de estilo, pues “se trata de un relato ameno y con un lenguaje sencillo, que no trata de ser sensacionalista”.

¿Los libros caducan?

Roberto Osa publicó su ópera prima en 2017 al ser ganadora del Premio de Novela Felipe Trigo y finalista del Premio Nadal. Morderás el polvo fue la novela con la que él se dio a conocer, y considera que fue el que le abrió las puertas en el mundo literario. Aunque han pasado ocho años, le preguntamos si considera que los libros tienen caducidad. Él responde que “hay libros más estacionales, pero creo que nos hemos acostumbrado a un consumo inmediato por las redes sociales. Hemos perdido la paciencia y queremos tenerlo todo ya, en este instante”.

El autor recuerda que “veía que cuando solo llevábamos un mes confinados ya habían salido un montón de libros hablando sobre la pandemia, algo que me parecía irreal, porque es materialmente imposible escribir, imprimir y distribuir un libro con tan poco tiempo. Es algo que asusta, esa inmediatez”.

El confinamiento favoreció el consumo de productos culturales, ya que al no poder salir de casa todas las compras se hacía de forma digital. Eso también ocurrió con los libros. Roberto afirma que él reflexionó acerca del “método del capitalismo feroz asociado a las redes sociales, al consumo de masas, y desde mi lugar quise intentar hacer un producto más reposado y más a lo largo del tiempo”. Fallo en el sistema se ha escrito durante tres años y llega a librerías un lustro después de haber vivido un momento que bien puede parecer de una obra de ciencia ficción. Roberto Osa destaca que “de momento las valoraciones de los lectores son muy positivas y es algo que agradezco mucho a mis lectores”.

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