Paola de Diego, la creadora plástica que llevará Guadalajara a Eurovisión
La artista plástica y escenógrafa, Paola de Diego, nacida en Guadalajara y criada en la localidad de Marchamalo, no es una novata del oficio pero su creación del look de Blanca Paloma, la artista ganadora del Benidorm Fest y que representará a España en Eurovisión, la ha lanzado a la popularidad.
“Está siendo muy raro porque no estoy acostumbrada a este nivel de exposición porque además mi profesión parece que trata siempre de lo invisible, lo que está acompañando en lo escénico, y de repente colocarme en la delantera está siendo una experiencia muy nueva para mí pero estoy practicando el ser visible”, afirma en una entrevista a EFE.
Con Blanca Paloma afirma que tuvo un “flechazo artístico” y desde que se conocieron no han dejado de colaborar.
“Me llamó el año pasado cuando le aceptaron la propuesta en Benidorm Fest y nos conocimos gracias a otra persona de su equipo, José Pablo Polo, con quien compone también y es quien ha hecho los arreglos musicales de 'EaEa'”, explica De Diego.
La sucesora de Chanel ya se refirió a esta creación de De Diego, un top rojo y un pantalón blanco, en honor a su abuela Carmen, y además unos flecos rojos que caen del techo formando un círculo que hacen referencia a los que su abuela Carmen lucía en sus trajes de flamenca, que es “esa zona de confort que abraza”.
Vestuario con alma
Ese trabajo conceptual, consiguiendo que el vestuario tenga alma y con el que el artista pueda sentirse identificado es el objetivo que Paola de Diego persigue en sus proyectos.
“No es como un encargo frío sino que hay un por qué, una historia detrás, una escucha. En este caso con Blanca, de lo que era importante transmitir con la canción, que es lo que quería conseguir con la puesta en escena y a partir de ahí ponernos manos a la obra para encontrar los elementos expresivos necesarios para poder hacerlo”, explica esta artista plástica, escenógrafa y diseñadora de vestuario y moda.
Pese a su juventud, apenas superada la treintena, De Diego ha trabajado en diseños de vestuario y escenografías para compañías de teatro, danza y audiovisuales, y rememora que desde pequeña siempre le ha interesado mucho “qué es lo que le pasaba al cuerpo cuando se vestía y cómo se puede transformar dependiendo de lo que lleves puesto, cómo te cambia emocionalmente también una prenda”.
Influencias
De Diego también recuerda que desde su adolescencia empezó a “trastear con costura” porque una tía suya es modista y asegura que siempre que iba a su casa o al taller donde estaba trabajando, se llevaba “los retalitos de la papelera”, con los que ella hacía su muestrario.
“Pensar y poder expresarme con imagen más que con palabras”, explica, y reconoce que la influencia de su tía modista influyó en lo que luego sería su carrera.
De hecho, tenía muy claro hacia donde dirigir sus pasos y ya eligió el bachillerato artístico, posteriormente estudió Moda en Madrid y Diseño de Interiores, desde donde saltó a la escenografía, al cursar un Grado en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
“Después me empecé a especializar porque me interesa mucho la investigación escénica, ver cómo el espacio se puede traducir en un cuerpo y que el vestuario puede formar parte de ese espacio. Lo que me llevó a realizar un Máster en Investigación en Arte y Creación en Bellas Artes”, continúa De Diego, que en la actualidad estudia para obtener el doctorado en Bellas Artes.
Además, en 2009 comenzó a trabajar en la industria de la moda y en 2010 ya puso en marcha su marca; los siguientes años comenzó a tener más actividad vinculada al teatro, comenzando así su formación en escenografía y a partir de entonces empezó a orientarse más hacia las artes escénicas.
De Diego no puede precisar en qué disciplina se siente más cómoda, pero sí afirma que con el vestuario escénico y en la escenografía cree que puede “seguir investigando e indagando en cómo poder comunicar una idea a través de la imagen, que al final es de lo que trata este trabajo”.
Desde hace cinco años puede elegir sus proyectos para continuar en un oficio que es “más artesano de lo que parece” y que puede desarrollar gracias a su “equipo fiel”, del que forma parte su tía, en su taller en Marchamalo.
Preguntada por un deseo profesional, afirma que sería “tener un estudio grande donde poder seguir desarrollando investigación escénica tanto de espacio y vestuario, vinculado a las artes plásticas y poder hacer proyectos de colaboración con otros artistas”.
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