Sí, hablar de sexo sigue siendo un tabú, sobre todo si se trata de personas con discapacidad. El intérprete vasco Telmo Irureta, ganador de un Premio Goya al mejor actor revelación en el año 2023 por la película 'La consagración de la primavera' -de Fernando Franco-, quiere seguir rompiendo barreras.
En la gala del cine español Irureta triunfó con su reivindicación: “Nosotros también existimos y follamos” pero después recibió críticas al defender la prostitución en una entrevista y afirmar que había pagado a otros hombres por mantener relaciones con él.
Ahora, el actor, con parálisis cerebral desde los dos años, está embarcado en un proyecto teatral en el que interpreta a uno de los dos personajes del espectáculo 'Sexpiertos'. Esta comedia dirigida por Mireia Gabilondo con ciertos toques dramáticos llegará a al Teatro de Rojas de Toledo en unos días.
Sexpiertos habla de sexo y de discapacidad, pero también de “amor o de la falta de amor, de sentirse querido, deseado o de cuerpos distintos”. Este espectáculo inmersivo se podrá ver el próximo 16 de mayo en dos sesiones a las 18 y 20.30 horas, respectivamente.
Está fuera de las sesiones de abono y su aforo es reducido por lo especial de la representación. Irureta estará acompañado de la actriz Miren Arrieta en una obra que ya sido galardonada con el premio Max a la mejor labor de producción y el Premio Donostia de Teatro a la mejor obra en euskera. Charlamos con el actor días antes de la representación.
Además de ser uno de los intérpretes de 'Sexpiertos', también escribiste el guion de la obra junto a Kepa Errasti. ¿De dónde nace la inquietud por crear esta comedia, que también momentos de drama?
Tiene un poco de todo. Todo empezó porque trabajé antes con Mireia Gabilondo -la directora de la obra- en 2017. Hicimos un trabajo sobre el striptease. Eran cuatro piezas de teatro en un mismo espectáculo que se llamaba 'Striptease'. Cada pieza era de un director y tenían como tema común el desnudo.
Nos quedó una cosa bastante interesante donde hablábamos de los deseos, de fantasías sexuales y de discapacidad. Imagínate, hablamos de qué es un striptease, para qué se hace, con qué objetivo y cómo puedo yo hacer un striptease si no me puedo desnudar yo solo. Intentaba desnudarme pero me tenían que ayudar y como quedaba todo muy ortopédico decía 'bueno yo voy a hacer un striptease emocional'. Había un chico bailarín que se desnudaba para mí bailando y quedó muy bonito.
Mireia y yo dijimos que esto no podía quedar así y que teníamos que hacer algo más que vaya un poco con el tema de la intimidad y la discapacidad. Teníamos ganas de inventarnos algo y con los años hemos tenido la oportunidad. Lo escribí con Kepa porque me venía bien estar acompañado para tener también una visión más de fuera porque la discapacidad la vivo yo en primera persona y está guay hacer un poco de mezcla. Entonces, en los personajes de 'Sexpiertos', él tiene discapacidad y ella tiene otro tipo de problemas. Es bonita la relación de cómo él le cuenta y cómo se van rompiendo los miedos y los perjuicios. Se van dando cuenta de que son más parecidos de lo que pensaban.
¿Qué temas, además del sexo en personas con discapacidad, se abordan en 'Sexpiertos'? ¿Qué pueden esperar los espectadores que no conozcan la obra?
Hablamos un poco de todo, sobre todo de sexo y de discapacidad, pero también de amor o de la falta de amor, el querer sentirse querido, deseado, de cuerpos distintos, de posturas. También la amistad, que aquí tiene mucha fuerza. Son dos personas que se conocen en un ascensor que se queda bloqueado, por lo que pasan mucho tiempo juntos en un sitio muy pequeño y eso da mucho juego. Menos del tiempo hablamos de todo. Ella tiene algo de claustrofobia y yo empiezo a hablar para tranquilizarla.
Los espectadores, o parte de ellos, ven la obra sentados en una silla de ruedas. ¿Qué sensaciones os han transmitido de esta experiencia quienes ya la han visto?
Es un poco para acercarse a la situación del personaje, para empatizar un poco. Solo con estar en silla en vez de en butaca, si a alguien le sirve para pensar un poco... se ve distinto desde aquí, te coloca en esa posición de tener una discapacidad. Cuando vas por la calle y caminas cambia la visión. Yo voy mucho más abajo. Cuando me levantan de mi silla digo 'uy, qué pequeño es todo', cuando vas sentado parece más grande.
Normalmente la gente lo pasa bien con la obra, se ríen bastante. También ha venido gente que se ha emocionado porque tiene un momento bastante durillo y te toca el corazón. Este ya es el tercer año que estamos interpretando 'Sexpiertos'. Empezamos en euskera y luego hice la traducción al castellano para poder sacarla también fuera del País Vasco.
¿Se ha perdido un poco el miedo a hablar de sexo en nuestra sociedad o sigue siendo un tabú?
Un poco sí pero todavía no nos atrevemos. Les parece como guay, interesante, y les gusta, pero sigue siendo atrevido. A la gente le da cosa hablar tan directo de tanta intimidad. Son cositas que la gente igual no habla, o lo hablas con tus amigos... Como el tema de la discapacidad tiene un plus de desconocimiento creo que tenemos que informar para que no sientan que somos angelitos y que no follamos.
Para poder follar con una persona primero tienen que saber que yo sí puedo follar y que quiero. Cuando te ven en una silla de ruedas no sé qué imaginan, igual que de cintura para abajo no sienten nada. Pero todos los que estamos en silla no somos iguales y la discapacidad no es la misma, entonces es mejor preguntar y ya está. Pero preguntar nos da un poco de miedo. Me parece muy interesante y como hay mucha gente que todavía no se ha enterado, más después de los Goya y del discurso que di y la que se montó... Fue un malentendido.
Recibiste duras críticas por lo que dijiste sobre la prostitución.
Fue un lío. Yo pensaba que ya había hablado bastante de sexo y que iban a pensar que solo sé hablar de esto o que tengo como una obsesión. Me tocaba pasar página y empezar a hablar de otras cosas, pero después de la polémica como he visto que todavía no se han enterado, pues ya tengo una excusa para seguir un poquito con el sexo en la boca, como digo yo.
Es importante. No te ven como posible ligue, ven una silla. Me quitan esta oportunidad. Solo quiero que sepan que yo sí quiero, para que ellos se pregunten a ellos mismos si quieren o no quieren. Luego quizás no quieren, pero por lo menos se lo han preguntado.
¿Se han sentido identificadas personas con discapacidad sobre este tema cuando han visto la obra y los temas que abordáis?
Discapacidad es una palabra muy amplia. Entra todo. Discapacidad física, cognitiva... y dentro de esto hay distintas personas. Yo por ejemplo en la obra no hablo de paralíticos cerebrales. Hablo de mi caso o de mi personaje, que no soy yo pero se me parece mucho a mí. No generalizo.
Lo más bonito es que todos se sienten identificados, con o sin discapacidad, porque al final ves que los miedos y las preocupaciones se parecen. Lo que sientes en cada momento o si te sientes solo. Son dos personajes que están bastante solos y buscan a alguien. ¿Quién no se ha sentido nunca un poco solo? Al final la silla se te olvida.
¿El humor ayuda a exponer todas estas situaciones?
El humor ayuda en todo yo creo. Por un lado a pasarlo bien pero también a no quedar de víctimas, porque si ponen oscuridad con oscuridad es demasiado oscuro y al final no se ve nada. En cambio, si metes algo de luz el contraste impacta, y es más fácil que se quede grabado. O al menos para aprender creo que es más interesante. Cuando metes humor en algo tan oscuro impacta más y también duele más. Parece que aligera pero también te mete una 'patadita' de vez en cuando. Cuando menos te lo esperas hago comentarios de humor negro que duelen, soy muy de eso. Por un lado soy muy heavy, puedo soltar cualquier barbaridad, pero luego también tengo un toque muy Disney.
Cuando metes humor en algo tan oscuro impacta más y también duele más
Ha pasado más de un año desde que te concedieron el Premio Goya al mejor actor relevación por 'La consagración de la primavera'. ¿Cómo ha influido este reconocimiento en tu trayectoria profesional y personal?
Por ahora ha sido más personal que profesional. Ahora soy un poco más conocido, más visible. Por lo menos saben que existo y en la calle me han conocido más. En lo profesional empiezan ahora los proyectos. Estamos en un par que parece que van a salir como una película del director Carlos Villafaina. Gracias a la visibilidad que me dio 'La consagración de la primavera' cuando haya un personaje que ponga chico con parálisis cerebral igual dicen pues puede ser con Telmo.
¿Te molesta que tu carrera como actor se pueda encasillar en tener que interpretar siempre a un personaje que va en silla de ruedas y que tiene parálisis cerebral?
Todavía no. No me da miedo. Hay posibilidad de que me llamen para un personaje distinto, que no tenga que ser siempre el minusválido que va en silla de ruedas. Hay muchos personajes que puedo hacer solo que no se han imaginado todavía que ese personaje pueda estar en una silla. Igual hay guiones sobre un abogado o un informático y no dice nada de que está de pie. Se puede decir lo mismo pero sentadito.
Siempre lo comparo con los personajes que son homosexuales. Antes también el que era gay no contaba más en otras historias y hoy en día como ya está más normalizado igual es una característica del personaje y no se le da tanta importancia. Para que el discapacitado pueda ser otra cosa todavía tenemos que hablar muchísimo de discapacidad. También para una vez que veo a un personaje en silla de ruedas me da pena que no hable de lo suyo, porque como se conoce tan poco... Quiero seguir hablando de discapacidad. Lo que estaría guay es hacer muchos trabajos para poder hablar en unos sí y en otros no.
Hay muchos personajes que puedo hacer solo que no se han imaginado todavía que ese personaje pueda estar en una silla
También estabas en proceso de montaje de una película sobre tu propia vida. ¿En qué momento está?
Ya hemos terminado el montaje. Ha quedado muy bonito. Iba a ser una película, pero me han quitado media hora -risas- y se ha quedado en un cortometraje de 20 minutos. Pero es muy bonito, igual también es mejor que sea pequeñito y bien que 50 minutos un poco coñazo. Lo presentaremos este año, seguramente en julio empezaremos a moverlo.
Es de mi vida pero se centra en el año 1991, que es cuando tuve la encefalitis. Tenía dos años. En el personaje de 'Sexpiertos' fue de nacimiento, que le faltó oxígeno, pero en mi caso no fue así. La encefalitis me provocó la parálisis cerebral. El cortometraje cuenta cómo me pasó eso y cómo lo vivió mi madre.
Está contado desde su punto de vista. En ese año no sabía lo que iba a ser de mi, o de nosotros. Pensaban que me moría y fue una noticia muy dura que te cambia todo. En el hospital también les dijeron que la encefalitis no deja secuelas, pues menos mal -risas-... con lo bonito que es decir que no sabes algo. El primer día que fuimos al hospital también pensaban que era una luxación de codo al hospital. Me pusieron una escayola en el brazo y a casa. En la película se cuenta un poco esa parte también.