Fue justamente hace unos 110 años cuando el rey Alfonso XIII aprobaba la Ley de Excavaciones Arqueológicas, una de las primeras legislaciones que han existido en España. Dicha ley concedía a los descubridores españoles autorizados por el Gobierno de España la propiedad de los objetos descubiertos en las excavaciones. Sin embargo, en el caso de las personas extranjeras que vinieran al país a excavar, podían llevarse los objetos para su estudio, pero debían devolverlos al Estado español en el plazo de un año.
No fue lo que ocurrió con las piezas que el arqueólogo Alexis Armengol ha identificado recientemente en el Museo de Arqueología Nacional de Saint-Germain-en-Laye, en Francia, que se corresponden a arte rupestre de distintas provincias de Castilla-La Mancha, principalmente de Albacete. Armengol llega a estas pinturas por su Trabajo de Fin de Máster que ahora pretende convertir en un proyecto de investigación, precisamente en el museo francés, para poder estudiar 'in situ' las piezas desaparecidas de Castilla-La Mancha. Se trata de 16 piezas de arte rupestre de distintos municipios de la región que han pillado por sorpresa tanto a los Ayuntamientos como a investigadoras de la zona. “Aunque sí hemos detectados comentarios de los pueblos que decían que llegaron extranjeros y se llevaron algo”, recalca.
Henri Breuil se llamaba el abate que se llevó las piezas a Francia, y quien tampoco escondió realmente lo que había hecho, pues hay artículos que datan de 1928 que hablan de una cierva de “mediocre factura” que fue trasladada desde la localidad de Minateda hasta el país vecino. La cierva no fue el único caso. En la documentación localizada por Armengol se habla de Barranco del Raego, que en realidad hace referencia a la localidad de Canalizo del Rayo. Fue este el municipio que le dio la pista de que podía estar en el buen camino para encontrar las pinturas, cuyos huecos son muy visibles en el abrigo albaceteño.
“Breuil se lleva a la cierva en 1915 y la describe en 1928; de hecho, se intentó localizar, pero no daban con ella”, explica el arqueólogo. Se trata, reconoce, de un episodio muy conocido, pero faltaba el rastro de la pintura. Parte de las piezas que el abate trasladó hasta Francia se fueron moviendo a distintos museos, como el de Ciencias Naturales de París, o al Arqueológico Nacional. En el 2021, bastó una concienzuda búsqueda en la plataforma francesa de Patrimonio, Gioconde, para dar con el paradero del patrimonio castellanomanchego. “Eran 16 los fragmentos que venían de Castilla-La Mancha, de localidades como Canalizo del Rayo, Fuencaliente o Solana del Pino. En el caso de Fuencaliente, ya se habían encontrado referencias en la prensa a este señor”, explica Armengol.
El investigador llegó a documentar la existencia de 35 figuras, de las que hoy sólo son visibles seis
Henri Breuil llegó a Minateda en 1915 para abordar el estudio de los distintos abrigos localizados en la zona, y se dedicó a realizar calcos de las imágenes que vio en Canalizo del Rayo y otros cinco abrigos. En concreto, hablaba de uno de veinte metros, el de la localidad albaceteña, y que contenía esta cierva calificada como de “mediocre factura” y que situó dentro del arte oriental español. Se trata de un arte que hoy se conoce como levantino. En el caso de otros abrigos, como el de Fuencaliente, el investigador llegó a documentar la existencia de 35 figuras, de las que hoy sólo son visibles seis, porque fueron sustraídas por el mismo investigador que las dio a conocer en 1933.
En cuanto a si la retirada de este patrimonio es delito o no, Armengol recalca que efectivamente hay referencias directas a la exportación, pero que el arte rupestre levantino como tal no estaba todavía protegido. “No se le daba valor todavía y por tanto no estaba protegido del todo”. También reflexiona de que no se debe “crucificar” al investigador francés, porque se necesita tener en cuenta el contexto de inicios del siglo XX.
¿Pueden volver estas pinturas a Castilla-La Mancha?
Una vez localizadas las piezas, cabe preguntarse si este patrimonio puede volver, efectivamente, a la región. Existe, señalan tanto Armengol como desde la viceconsejería de Cultura, un precedente en Francia, que es la intención del Gobierno de Emmanuel Macron de devolver varias piezas a distintos países africanos, dentro de un contexto de restitución de lo sustraído durante la época de colonización. “Pero claro, no es el caso”, señala el arqueólogo. Armengol se prepara ahora para estudiar las piezas en el mismo museo, y llevar a cabo un levantamiento tridimensional, una recreación virtual de un arte que nació en Castilla-La Mancha pero que descansa en Francia.
No hablamos del Partenón, pero es una pieza muy importante del arte rupestre de Castilla-La Mancha
“No hablamos del Partenón, pero es una pieza muy importante del arte rupestre de Castilla-La Mancha”, reflexiona la viceconsejera de Cultura regional, Ana Muñoz. La intención del Gobierno regional es pedir que las piezas vuelvan, basándose en el antecedente africano ya mencionado, y en la necesidad de que las pinturas estén en un lugar en el que se pueda contextualizar su origen correctamente. “Queremos que estén en sus localidades o provincias”, asegura Muñoz, quien deja claro que también de esta manera se podrá seguir adelante con la investigación de las piezas. Entre las piezas localizadas por Armengol se encuentran otras de Extremadura y Castilla y León, regiones con las que la Junta se mantiene en contacto para realizar acciones coordinadas.
“La intención es que regresen estas piezas”, afirma la viceconsejera. Pero también reconoce que se trata de un debate “abierto en el aire”, especialmente de obras que se encuentren en los grandes museos. “Pero tiene más sentido que estén en museos nuestros”, recalca. La propuesta de la Junta de Comunidades es fundamentar la petición por la vía diplomática, contando con el apoyo del Ministerio de Cultura. “Es nuestra obligación moral como representantes de la cultura de la región. No queremos entrar en un conflicto internacional, pero las fotos lo explican todo”, concluye.