Que la gastronomía es arte y cultura en sí misma no lo discuten ya ni los más inamovibles y apocalípticos academicistas. El estatus de los cocineros como creadores contemporáneos está más que asentado y entre los rasgos que definen cualquier grupo humano la comida es uno de los esenciales. Pero Cuenca ha querido ir más allá en su apuesta por ser Capital Española de la Gastronomía de 2018 y ha incluido en su programa varias actividades que 'maridan' la disciplina culinaria con otras como la literatura, el cine, la música y las artes plásticas.
Una de las propuestas más originales del dossier conquense, englobado bajo el lema #CuencaSabeBien, es el concurso ideado por la Asociación 'Cuenca Abstracta' y que plantea a jóvenes cocineros el reto de convertir un cuadro en un plato de cocina. El certamen se celebraría en noviembre del año que viene pero en el mismo mes de 2017 tendrá su primera edición, a modo de aperitivo. El 6 de noviembre los cinco restauradores seleccionados para la fase final deberán elaborar en directo en la Casa de la Demandadera en menos de dos horas un plato basado en lomo de ciervo inspirado en el cuadro de Fernando Zóbel Ornitóptero. La obra es una de las más emblemáticas del Museo de Arte Abstracto Español que fundó el pintor hispanofilipino en las Casas Colgadas y que convirtió a Cuenca hace más de medio siglo en meca del arte contemporáneo español y refugio de creadores.
Exposición 'Arte y Gastronomía'
Esa condición de hervidero cultural se dejará notar también en la exposición 'Arte y Gastronomía' que se ha previsto en el mes de junio y que indagará entre las relaciones entre ambos campos. Como avance, el Museo Arqueológico conquense acoge durante este mes de octubre 'A vueltas con los alimentos: Apuntes históricos sobre el menaje“, una muestra relacionada con la alimentación y la gastronomía desde la Prehistoria, con piezas que sirvieron para cocer, hervir, asar y freír a lo largo de los siglos.
En otro museo, en este caso el de Semana Santa, se colarán los dulces de convento durante el mes de noviembre, promocionando la repostería de las órdenes religiosas femeninas de la Diócesis conquense dentro de la Ruta de los Belenes que impulsan las hermandades y cofradías de la ciudad.
La imagen es la protagonista del Concurso de Fotografía Gastronómica que la ciudad de las Casas Colgadas acogerá en junio del año que viene si es seleccionada como Capital Española de la Gastronomía. El certamen será la materia prima de una exposición en una de las salas del Casco Antiguo de la Ciudad.
Tapas y menús cinematográficos
La literatura gastronómica sería también, siempre en caso de la designación, el argumento central de la Feria del Libro 'Cuenca Lee' que el centro de la ciudad acoge cada mes de abril. En octubre del año que viene será el mundo del celuloide el que 'sepa bien' dentro del proyecto de la Capitalidad Gastronómica.
Está planificada la celebración de una Semana de la Tapa y los Menús de Cine que llenará los bares y restaurantes conquenses de creaciones relacionadas con los títulos del Séptimo Arte.
La X Semana de la Tapa, uno de los eventos gastronómicos más multitudinarios de todo el país, no obviará en su programación tampoco las actuaciones musicales de solistas y grupos de flamenco, pop, rock y otros géneros.
Y es que en Cuenca no es raro escuchar buena música mientras se degustan manjares de la tierra. El festival 'Estival' de jazz y ritmos del mundo que cada verano acoge la ciudad es otro evento con experiencia en fusiones interdisciplinares. En cada edición ha desarrollado cenas-concierto en emblemas gastronómicos conquenses como el Parador o Trivio con artistas como La Trini. Son también ya clásicos los pinchos que elabora el chef Pedro Miguel Martínez (vigente campeón de Tapas y Pinchos de Paradores por su ajo mortero y ajo negro) para los descansos de los espectáculos que se celebran en las inmediaciones del antiguo Convento de San Pablo. Y no faltan establecimientos hosteleros que a sus cartas añaden conciertos de talentos locales y foráneos.
El paisaje como parte de la propuesta
Otro de los grandes atractivos de la propuesta de la candidatura conquense pasa por las cenas en enclaves monumentales de esta Ciudad declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Se busca así vincular los bienes gastronómicos con los históricos, culturales y naturales que la hicieron merecedora del reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas. Los paisajes conquenses también acompañarán cócteles y tapas en la ruta nocturna por las terrazas con vistas que se ha ideado para la Capitalidad.
El maridaje es una de las bazas con las que cuenta Cuenca para convertirse en la Capital Española de la Gastronomía de 2018, título que se disputa con León. Será el próximo martes, 17 de octubre, cuando emita en Madrid su veredicto el jurado de esta iniciativa impulsada por la Federación Española de Hostelería y Restauración y la Federación Española de Escritores de Turismo en colaboración, entre otros, de la Secretaría de Estado de Turismo.
Que la gastronomía es arte y cultura en sí misma no lo discuten ya ni los más inamovibles y apocalípticos academicistas. El estatus de los cocineros como creadores contemporáneos está más que asentado y entre los rasgos que definen cualquier grupo humano la comida es uno de los esenciales. Pero Cuenca ha querido ir más allá en su apuesta por ser Capital Española de la Gastronomía de 2018 y ha incluido en su programa varias actividades que 'maridan' la disciplina culinaria con otras como la literatura, el cine, la música y las artes plásticas.
Una de las propuestas más originales del dossier conquense, englobado bajo el lema #CuencaSabeBien, es el concurso ideado por la Asociación 'Cuenca Abstracta' y que plantea a jóvenes cocineros el reto de convertir un cuadro en un plato de cocina. El certamen se celebraría en noviembre del año que viene pero en el mismo mes de 2017 tendrá su primera edición, a modo de aperitivo. El 6 de noviembre los cinco restauradores seleccionados para la fase final deberán elaborar en directo en la Casa de la Demandadera en menos de dos horas un plato basado en lomo de ciervo inspirado en el cuadro de Fernando Zóbel Ornitóptero. La obra es una de las más emblemáticas del Museo de Arte Abstracto Español que fundó el pintor hispanofilipino en las Casas Colgadas y que convirtió a Cuenca hace más de medio siglo en meca del arte contemporáneo español y refugio de creadores.