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“Hay que enseñar a los niños a elegir lo que ellos quieren comer”

Belén Gutiérrez es dietista y técnico superior en nutrición y en su experiencia profesional también cuenta haber sido cocinera. Hoy trabaja en el Instituto de Formación Avanzada en Nutrición y Salud (ICNS). Ha pasado por Toledo, en una de las actividades organizadas por el Centro Cultural Autogestionado ‘Urbana 6’ para hablar de alimentación y sobre cómo poner unos cimientos sólidos, desde la infancia, para que nuestra dieta sea saludable.

Apuesta por comenzar a los seis meses, “siempre y cuando los padres también lo interioricen y lo practiquen” y ofrece estrategias para introducir alimentos poco a poco en una dieta que deben compartir niños y adultos en casa. Estas son algunas claves:

1.-Huir de los alimentos procesados

Las papillas comerciales, la bollería industrial, helados o bocatas…Son habituales en la dieta de los más pequeños pero para la dietista “lo ideal es que la base se centre en verduras y hortalizas, frutas, pescado, carnes, frutos secos, huevos…Hay una amplia gama a la que debemos dar prioridad”.

2.-Respetar los gustos del niño

¿Hasta dónde llegar con la inapetencia de los más pequeños y su actitud ante determinados alimentos? Belén Gutiérrez lo tiene claro: “No hay que obligarle a comer determinadas cosas porque le generará rechazo”. La dietista se muestra contundente en este aspecto porque, de lo contrario, “se terminarán produciendo comportamientos de aversión a la comida”.

3.-Evitar que considere la comida como un premio o un castigo

La comida, dice esta especialista, es “una necesidad fisiológica”. Por eso, no cree en establecer “premios o castigos” vinculados a ella. “La comida no es un premio, sirve para alimentarse básicamente aunque es cierto que disfrutamos con ella porque en España hay una riqueza gastronómica muy importante”.

4.-Enseñarles a elegir alimentos saludables

“Hay que enseñar  a los niños a elegir lo que ellos quieren comer e intentar no forzarles” insiste y eso pasa por la ‘estrategia’ de ofrecerles una “gama variada de alimentos saludables entre los que elegirá. No se trata de ir a la tienda y preguntarle qué quiere porque seguramente elegirá algo que no sea lo más apropiado”.

5.-No demonizar “las chuches”

Vivimos en la sociedad de las prisas. A veces no hay tiempo de seleccionar alimentos y prepararlos con el mimo que requiere una dieta equilibrada. “Yo recomiendo huir de productos ultra-procesados,  pero reconozco que están muy integrados en nuestra cultura. Y no dejan de ser recursos”.

Sugiere buscar alternativas “cómodas, fáciles y saludables. No hay que irse al extremo más radical porque no es sano” y apuesta por la labor de los profesionales y “el interés de los padres que deben dar importancia a la alimentación”.

Tampoco, dice, hay que “demonizar” las chucherías porque las relaciones de los niños en la guardería o en el colegio y en los cumpleaños propiciarán que las haya. En su opinión, “lo importante es que en el día a día, en lo que tenga accesible en casa, no estén presentes”.

Los falsos mitos de la alimentación saludable

También habla de las distintas corrientes sobre lo que debe ser una alimentación saludable. ¿Es correcto que la base de la alimentación sean los cereales en una sociedad caracterizada por el sedentarismo? La opinión de la dietista es que no.

Quiere fomentar una opinión “más crítica” sobre las recomendaciones oficiales de alimentación que “están un poco obsoletas”. Se refiere al abuso de los cereales y el pan “a diario y en todas las comidas”. Belén Gutiérrez considera que “son los alimentos con menos valor nutricional, empobrece mucho nuestra alimentación y está fomentado el problema de la obesidad infantil”. De hecho, advierte, “pese a la obesidad, en muchos casos vemos malnutrición”.

La alimentación debe ser variada. “Hay que darle una vuelta a la pirámide alimentaria” y apunta a lo que ya está ocurriendo en otros países para sustituir, en su primer escalón a los cereales por verduras, hortalizas y frutas. Después apostar por el pescado, los huevos, las legumbres (a las que considera una proteína vegetal “muy interesante”.

En cuanto a los cereales, considera que la pasta o el arroz deberían ser más guarnición y no tanto ingrediente principal en nuestra dieta. “Por ejemplo, debemos pasar de la ensalada de pasta tradicional a ensalada con un poco de pasta”.

En cuanto a las carnes, como fuente de proteínas, no dejan de ser importantes, señala, pero opta por “dar prioridad” al pescado, los huevos, legumbres o los frutos secos. “Son saludables y lo que no me parece adecuado es incluir a las carnes rojas frescas en el mismo grupo que los embutidos. Creo que hay que disminuir el consumo de proteína animal por una cuestión de sostenibilidad. No me parece adecuada la ganadería intensiva” y por eso apuesta por incluir en la dieta alimentos que incorporen la proteína vegetal “sin que tenga que ser exclusiva”.

Belén Gutiérrez es dietista y técnico superior en nutrición y en su experiencia profesional también cuenta haber sido cocinera. Hoy trabaja en el Instituto de Formación Avanzada en Nutrición y Salud (ICNS). Ha pasado por Toledo, en una de las actividades organizadas por el Centro Cultural Autogestionado ‘Urbana 6’ para hablar de alimentación y sobre cómo poner unos cimientos sólidos, desde la infancia, para que nuestra dieta sea saludable.

Apuesta por comenzar a los seis meses, “siempre y cuando los padres también lo interioricen y lo practiquen” y ofrece estrategias para introducir alimentos poco a poco en una dieta que deben compartir niños y adultos en casa. Estas son algunas claves: