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El viñedo de Castilla-La Mancha será un “potente” motor de lucha contra el cambio climático

“Transformar el viñedo en un potente motor de lucha contra el cambio climático”. Ese es el objetivo que persigue el Gobierno regional a través de la Consejería de Agricultura. En concreto, el Ejecutivo ha destacado la importancia del viñedo y la producción vitivinícola en la economía regional, que trasciende al ámbito ambiental “al ser la única cubierta vegetal identificable sobre una gran superficie de nuestro territorio que, de no existir, sería prácticamente un desierto durante los meses de verano”.

Según los datos que se manejan en la Oficina del Cambio Climático de Castilla-La Mancha, se ha producido un incremento de la temperatura media de más de 1,5 grados en los últimos 40 años y una reducción de hasta un diez por ciento de las precipitaciones respecto a mediados del siglo XX.

De esta manera, los trabajos desarrollados hasta la fecha sobre el impacto del cambio climático en la producción vitivinícola, indican un incremento de temperaturas mayor en las zonas más continentales de la península Ibérica como Castilla-La Mancha, siendo una de las regiones que podrían sufrir los mayores impactos.

Así lo ha resaltado el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, durante la III Jornada Técnica Divulgativa organizada por Denominación de Origen Uclés (Cuenca), dedicada en esta edición a la sostenibilidad en el mundo del vino y en la que se han dado cita cerca de un centenar de profesionales del sector.

En esta línea, ha recordado que el Gobierno del presidente García-Page “es muy consciente de la importancia del sector y de sus necesidades de adaptación al cambio climático”, resaltando el camino iniciado hacia la sostenibilidad por la Denominación de Origen de Uclés, “pionera en el cálculo de su Huella de Carbono y en el desarrollo de programas de responsabilidad social corporativa”, así como impulsando ayudas a la restructuración del viñedo con variedades más resistentes a la nueva climatología.

El viñedo en Castilla-La Mancha es la producción agrícola de mayor relevancia e icono de la región. En concreto son más de 450.000 las hectáreas las que se dedican al viñedo, la mitad del total nacional, que contribuyen a la iniciativa 4 x 1.000 que pretende minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la lucha contra el cambio climático impulsada en los Acuerdos de París.

Así, el 17,85 por ciento de la superficie agraria regional está actualmente ocupada por viñedo, “que vertebra y estructura la población regional”, con más de 84.000 explotaciones vitícolas y una superficie media de 5,44 hectáreas, albergando nueve denominaciones de origen: Méntrida, Mondéjar, Uclés, La Mancha, Ribera del Júcar, Manchuela, Almansa, Jumilla y Valdepeñas. De ellas, la DO de Uclés es la primera que ha introducido la Huella de Carbono en su apuesta por la sostenibilidad.

“Transformar el viñedo en un potente motor de lucha contra el cambio climático”. Ese es el objetivo que persigue el Gobierno regional a través de la Consejería de Agricultura. En concreto, el Ejecutivo ha destacado la importancia del viñedo y la producción vitivinícola en la economía regional, que trasciende al ámbito ambiental “al ser la única cubierta vegetal identificable sobre una gran superficie de nuestro territorio que, de no existir, sería prácticamente un desierto durante los meses de verano”.

Según los datos que se manejan en la Oficina del Cambio Climático de Castilla-La Mancha, se ha producido un incremento de la temperatura media de más de 1,5 grados en los últimos 40 años y una reducción de hasta un diez por ciento de las precipitaciones respecto a mediados del siglo XX.