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La primera orden de alejamiento contra un marido maltratador, un hito de la Universidad de Alcalá

El papel de las universidades en la sociedad ha sido multidisciplinar desde sus comienzos. No sólo se trata de ofrecer formación académica, recursos de investigación o análisis, sino que pueden suponer un antes y un después en los lugares donde nacen. Pero no sólo donde se originan, sino también más allá. Este legado se ha querido analizar en un seminario de la Universidad de Alcalá, con motivo de la celebración del 25 aniversario de la declaración de la Universidad y del recinto histórico de Alcalá de Henares como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El catedrático Javier Rivera Blanco es el presidente de la Comisión de celebración de dicha declaración. La Universidad alcalaína es una de las cinco que han recibido dicho honor en todo el mundo, junto a la Universidad de Virginia (USA) en 1987, la Universidad de Alcalá en 1998, la Universidad Central de Venezuela en 2001, la Universidad Nacional Autónoma de México en 2007, y la Universidad de Coimbra (Portugal) en 2013.

Y dentro de este marco de celebración, se ha querido estudiar cómo la Universidad de Alcalá sirvió como inspiración para la creación de decenas de otras universidades en Latinoamérica. La historia de la institución está marcada por diversos hitos, como la constitución del primer modelo de 'Ciudad del Saber' o campus, en Occidente por el deseo de su fundador, el cardenal Cisneros. También por influir decisivamente en la organización y creación de otros centros universitarios en América y en Europa, por recrear la 'Ciudad de Dios' (Civitas Dei de San Agustín), y por ser el lugar más importante del desarrollo del castellano en el Siglo de Oro. Todos estos logros son un “orgullo y prestigio” para la universidad.

"Una gran herencia sobre todo de las universidades de Alcalá y Salamanca, que citan sus documentos fundacionales"

Javier Rivera Blanco explica que son “fuertes” las relaciones que ha tenido la Universidad de Alcalá con otras a lo largo de Hispanoamérica. “Fue inspiradora en sus estatutos y modelo de enseñanza de dos decenas de las primeras que los españoles, a través de las órdenes religiosas, la corona o el papado, a instancias de nuestros rectores, crearon en los virreinatos americanos”, explica. Por ejemplo, la de Santo Domingo en 1538; las de México, Perú y Santo Domingo, confirmadas en 1571 a instancias de Felipe II por el Vaticano.

A estas universidades les siguieron Lima, Córdoba, Tucumán, Oriente en Santiago de Cuba, Caracas, Mérida (Venezuela), la Javeriana jesuita o la de Santa Fe de Bogotá (Colombia), y La Habana; así como la última creada antes de las independencias, la de 1812 de Santiago de León de Nicaragua. “Una gran herencia sobre todo de las universidades de Alcalá y Salamanca, que citan sus documentos fundacionales”, resalta el catedrático e historiador.

“Lo importante a lo que debe contribuir una universidad como la de Alcalá es a conseguir el compromiso del intercambio justo y el acuerdo entre los dos continentes destacando los aspectos positivos, que hubo y hay muchos, y revisar los negativos para que no se repitan nunca, en ninguna de las dos partes”, señala el docente.

Rivera Blanco destaca que es el “el primer campus universitario de occidente que se ha copiado después cientos de veces a las afueras de las ciudades”. “Representaba la Civitas Dei o Ciudad de Dios que reflejó San Agustín en sus estudios”, continúa el docente, que remata destacando que la universidad fue “el centro de la literatura y la cultura española del Siglo de Oro”, con autores como Quevedo, Lope de Vega, Calderón, Tirso de Molina o Santo Tomás de Villanueva. Además, en Alcalá de Henares nació el “Príncipe de las Letras españolas”, Cervantes.

 

Pero no son estos los únicos casos que destacan a la Universidad de Alcalá, señala el catedrático. Fue, de hecho, la primera universidad en la que un rector decretó en 1624 el alejamiento de un marido maltratador. Y no sólo eso: también se dictaminó la devolución de la dote a su esposa, “y otorgarle la razón y la libertad”. Su nombre: Francisca Pedraza. “Hoy es ejemplo para todas nuestras jóvenes, profesores y miembros de la comunidad universitaria. Hoy en día se entrega un premio en defensa de la igualdad de género con el nombre de esta mujer, que contó con el apoyo crucial del entonces rector Álvaro de Ayala cuyo nombre se recuerda en el patio de Santo Tomás del Rectorado de la UAH. 

“Aquí de desarrollan los derechos humanos con los premios internacionales, y podríamos estar horas contando que la UAH tuvo la primera mujer doctora de España o la segunda de Europa”, explica el catedrático.

Influencia también en arquitectura y urbanismo

Rivera Blanco resalta cómo también los modelos de campus, e incluso la tipología de los edificios universitarios se trasladaron de España y Alcalá de Henares a América en “infinidad de veces”. “Quiero aclarar que la idea de campus no existía antes de la Universidad de Alcalá, porque en todas las universidades importantes de Europa las facultades y los colegios mayores o menores estaban diseminados por la ciudad. En Alcalá por primera vez en Occidente el cardenal Cisneros ordena reunir todos los colegios, el rectorado, la cárcel universitaria, las imprentas, las bibliotecas, las casas de profesores, las de alumnos, etc., en un solo espacio, la Ciudad del Saber o como la llamaba San Agustín la Civitas Dei”, resalta.

Este plano, que reúne a todos estos edificios académicos, y todavía se puede apreciar con claridad en Alcalá, es un damero o una retícula, la forma de campamento militar y ciudad que inventaron los romanos y que los Reyes Católicos llevaron a las nuevas poblaciones de Andalucía, tras la conquista de Granada. Luego el plano llegó a La Laguna y finalmente se repitió en cientos de ciudades latinoamericanas.

El papel de las universidades en la sociedad ha sido multidisciplinar desde sus comienzos. No sólo se trata de ofrecer formación académica, recursos de investigación o análisis, sino que pueden suponer un antes y un después en los lugares donde nacen. Pero no sólo donde se originan, sino también más allá. Este legado se ha querido analizar en un seminario de la Universidad de Alcalá, con motivo de la celebración del 25 aniversario de la declaración de la Universidad y del recinto histórico de Alcalá de Henares como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El catedrático Javier Rivera Blanco es el presidente de la Comisión de celebración de dicha declaración. La Universidad alcalaína es una de las cinco que han recibido dicho honor en todo el mundo, junto a la Universidad de Virginia (USA) en 1987, la Universidad de Alcalá en 1998, la Universidad Central de Venezuela en 2001, la Universidad Nacional Autónoma de México en 2007, y la Universidad de Coimbra (Portugal) en 2013.