Espacio de divulgación científica y tecnológica patrocinado por la Universidad de Alcalá (UAH), con el objetivo de acercar el conocimiento y la investigación a la ciudadanía y generar cultura de ciencia
Segurasaurus, un nuevo género de reptil que arroja más luz sobre los vertebrados de hace 95 millones de años
Un reptil escamoso, parecido a las serpientes o a las iguanas, que vivió en Portugal hace unos 95 millones de años y que coincidió con los dinosaurios. El Segurasaurus (Squamata: Pythonomorpha) es un nuevo género de lagarto marino descubierto por investigadores de la Universidad de Alcalá.
Existió en el Cenomaniense, en el Cretácico Superior. Era un momento en el que la configuración de las masas terrestres era muy diferente al actual. El norte de África y el noroeste de Europa estaban conectados por un sistema de pequeñas islas, una de ellas es la hoy conocemos como península ibérica.
Dinosaurios, cocodrilos o pterosaurios (un tipo de reptiles voladores) convivían en un clima tropical donde el nivel del mar era mucho más alto que el actual y cubría buena parte de lo que es hoy el centro de España.
El descubrimiento del Segurasaurus es “un gran avance para la Ciencia porque permite conocer mejor los vertebrados de este intervalo, el Cenomaniense, que son poco conocidos en Europa porque hay menos registros”, explica Mélani Berrocal-Casero, paleontóloga que forma parte del Grupo de Investigación PaleoIbérica.
Este nuevo género de reptil fue descubierto durante los trabajos de exploración que se llevaban a cabo en la antigua cantera de Beiraterra, en las proximidades de la localidad de Casais dos Carecos (Portugal). Forma parte del grupo de los pitonomorfos. “Todavía hay discusión científica sobre este grupo, así que cualquier descubrimiento supone un avance”.
El nombre de Segurasaurus (el reptil Segura) es un homenaje al profesor emérito de la Universidad de Alcalá (UAH), Manuel Segura, por su contribución al conocimiento de la Geología del Cretácico ibérico. “Ha realizado descubrimientos relevantes como el yacimiento de vertebrados de Algora o el yacimiento de huellas de vertebrados de Tamajón”.
Estos yacimientos fueron el origen del Centro de Interpretación Paleontológica y Arqueológica de Guadalajara (CIPAT) y curiosamente el yacimiento de Tamajón tiene la misma edad que el lugar en el que se encontraron los restos del nuevo reptil en Portugal.
En la investigación colaboran científicos de la Universidad de Coímbra y de la Universidad de Alcalá. En esta última se ha trabajado en el Centro de Microscopía Electrónica para analizar los fósiles. “Sabemos que corresponden a un lagarto marino porque, aunque solo hemos estudiado vértebras dorsales y cervicales, tienen unas características tan concretas que, al no coincidir con las de los grupos descritos hasta este momento, han permitido clasificarlas dentro de un nuevo género de reptil”.
Las vértebras dorsales analizadas tienen algo en común: la paquiostosis. Es una especie de engrosamiento en la propia vértebra que sirve para controlar la flotabilidad en el agua y permite al animal permanecer más cerca del fondo marino. “Se ha interpretado como la adaptación morfológica a la natación en ambientes marinos poco profundos y protegidos. De paso sirve para reducir el coste energético de la natación y permite pasar una cantidad significativa de tiempo bajo el agua”.
Los investigadores encontraron también otros materiales que se identifican como depósitos costeros asociados con invertebrados como ciertos bivalvos marinos.
De momento, de la investigación conjunta realizada por Mélani Berrocal-Casero, Ricardo Pimentel, Pedro Miguel Callapez, Fernando Barroso-Barcenilla y Senay Ozkaya de Juanas, solo se han publicado los resultados del análisis de diez vértebras dorsales y cervicales en la revista Geosciences. “Miden un centímetro y medio. Creemos que el Segurasaurus podría tener el aspecto de una iguana marina pero más serpentiforme. Quizá su tamaño rondase el metro y medio”.
El siguiente paso será terminar de analizar todo el material fósil hallado hasta ahora en la antigua cantera portuguesa. “También queremos ver si encontramos más”, señala Mélani Berrocal-Casero, y compararlo con los restos de otros yacimientos similares y del mismo periodo tanto en Europa como en el norte de África. “Es de esperar que material óseo de otros yacimientos pueda ser asignado a este nuevo reptil marino. Por ejemplo, en distintos puntos de Portugal y otros países se han encontrado más restos de reptiles en niveles equivalentes, así que es posible que también se trate de Segurasaurus”.
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