La vicerrectora de Relaciones Institucionales de la UAH: “Hemos lanzado micro credenciales de voluntariado para los estudiantes”

Cada 20 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Solidaridad Humana. La jornada se celebra desde 2006, después de que un año antes fuese proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La solidaridad es un principio básico de la convivencia humana y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con horizonte 2030. Es un valor clave en la Declaración del Milenio para las relaciones internacionales en el vigente siglo XXI

La Universidad de Alcalá cuenta con su propia Oficina de Cooperación Universitaria y Voluntariado que promueve la acción solidaria y fomenta el voluntariado, la participación, la sensibilización y la concienciación de la comunidad universitaria. Lo hace a través de distintos proyectos de cooperación, actividades e iniciativas solidarias. Y se concreta en la iniciativa Hub UAH Comprometida como punto de encuentro entre la academia, las ONG, las administraciones públicas, la empresa y el conjunto de la sociedad.

En una entrevista, la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Coordinación, responsable de estas iniciativas, habla de los retos en el ámbito universitario relacionados con el voluntariado y la cooperación.

María Sarabia (Santander, 1979) es catedrática de Organización de Empresas, dirige el Aula de Debate y Oratoria de la Universidad de Alcalá y desde el año 2023 es secretaria ejecutiva de la Comisión de Sostenibilidad de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en cuyo seno se han marcado claras directrices de cooperación universitaria al desarrollo con horizonte 2030.

Los objetivos pasan por implicar a la comunidad universitaria, al Tercer Sector, a la empresa y a las administraciones públicas para favorecer la prosperidad compartida de las personas o la construcción de la paz, entre otras cuestiones.

El 20 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Solidaridad. ¿Cree que es un valor en alza?

Sin duda. Somos uno de los países más solidarios del mundo. Las cifras de donaciones de órganos nos dicen que la solidaridad forma parte del ADN de los españoles y creo que la universidad es el germen que luego se capilariza en el resto de la sociedad.

Acogemos jóvenes desde los 18 años y después profesionales que vuelven a la universidad a recibir formación permanente, cursos de experto y ahora micro credenciales. También tenemos Universidad de Mayores. Es además una cuestión intergeneracional.

El concepto de solidaridad no es solo teórico. Se practica tanto dentro de los programas de ayuda entre estudiantes, sino con aquellos colectivos más vulnerables con los que la universidad colabora.

Uno de los ejemplos más recientes lo hemos tenido con la DANA. Vimos y seguimos viendo grandes dosis de solidaridad hacia el pueblo valenciano. El concepto no solo aplica al ámbito internacional, sino en nuestro entorno más cercano…

Sí, creo que algo que también nos define a los españoles tiene que ver con el valor de la familia. Ya sea la propia o la extendida, por ejemplo, con los amigos. Eso crea una red de protección y bienestar que garantiza que, entre conocidos o desconocidos, la ciudadanía esté dispuesta siempre a dar un paso adelante y se sume a proyectos de voluntariado.

Desde la Universidad de Alcalá tratamos de ser un puente con toda esa red de voluntarios y de ONG en España. Tenemos nuestros propios programas, que son más locales, y en los que participan estudiantes, profesorado o el personal de Administración y Servicios (PAS), pero en ningún caso aspiramos a sustituirles. Nos sumamos y buscamos que la solidaridad sea un valor en la universidad.

Entre sus competencias con vicerrectora está la de la cooperación y voluntariado en la UAH. ¿Cuáles son los objetivos?

Cooperación, voluntariado y también sostenibilidad. Estos tres ejes están relacionados. El objetivo en cuando al voluntariado pasa por la colaboración con el entorno más cercano.

Para nuestros estudiantes hemos puesto en marcha un proyecto muy innovador, que es la micro credencial de voluntariado. Es un título de formación permanente aprobado por la Unión Europea y se suman al título de Grado del estudiante. Lo que hacemos es certificar formaciones específicas a lo largo de la vida.

 Lo que conseguimos es que los head hunters que miran hacia las universidades para captar talento, no solo tengan respuesta a través de los certificados académicos. Brindamos esta posibilidad a los estudiantes que apuestan por trabajar de forma altruista o por el medio ambiente. En un mundo laboral competitivo también sirve como distintivo personal.

De hecho, la Universidad de Alcalá cuenta con una oficina de Cooperación Universitaria y Voluntariado. ¿Cómo funciona?

Cuando llegué al Vicerrectorado le propuse al rector, y le gustó mucho la idea, la creación de HUB relacionado con cooperación y voluntariado. Es el HUB UAH Comprometida, de pensamiento y colaboración en red.

Lo que hacemos es canalizar los tres ejes de trabajo con el objetivo de mantener a la universidad en contacto con las ONG y también con las empresas. Hemos firmado por ejemplo un acuerdo con Telefónica. Eso nos permite crear redes. A veces no se necesita una gran inversión para desarrollar proyectos.

Las colaboraciones están siendo muy productivas. Es algo muy novedoso. Somos de las pocas universidades que hemos puesto en marcha esta idea. 

Hemos creado un HUB relacionado con cooperación y voluntariado, el HUB UAH Comprometida, de pensamiento y colaboración en red y las colaboraciones con ONG y empresas están siendo muy productivas

¿Qué tipo de proyectos se han puesto en marcha?

Empezamos con los desayunos UAH Comprometida con participación de las ONG del Corredor del Henares, también en la parte de Guadalajara. La idea es crear redes, pero que la universidad no se convierta en mero intermediario, sino que el objetivo sea poner en marcha proyectos conjuntos. Que pueda ser incubadora de cosas nuevas.

¿Es receptiva la comunidad universitaria a los programas de voluntariado o cooperación al desarrollo?

Creo que sí, lo que ocurre es que desgraciadamente hay picos cuando surgen las desgracias. Es cuando todos despertamos de nuestro día a día. A veces son pulsiones momentáneas porque la vida va muy deprisa, todo el mundo tiene responsabilidades y preocupaciones.

Ahora todo lo que se diseña en la universidad tiene la vista puesta en objetivos de desarrollo sostenible (ODS)

Tratamos de apoyar proyectos que no sean muy absorbentes porque no todo el mundo puede. Y no quiere decir que el que no lo haga sea peor persona. El tiempo que uno tenga, por poco que sea, siempre es necesario. De ahí que los proyectos sean muy diversos, incluso se puede trabajar desde casa. Por ejemplo, colaborando para denunciar perfiles ‘hater’, los que difunden odio, en las redes sociales. En todo caso tratamos de ponerlo fácil para que se pueda colaborar.

El programa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pone en el centro a la persona y también lo hace la Conferencia de Rectores (CRUE). ¿Cómo implementa la UAH la Agenda 2030 en este aspecto, en cuando a política de cooperación?

Es un trabajo en equipo. Formamos parte de la CRUE, pero también de un proyecto superior, europeo, a lo que se suman nuestras relaciones con las universidades de América Latina, que son muchas. Nuestra universidad es un espejo en el que se han mirado en los últimos cinco siglos.

Seguimos siendo referente de prestigio y eso nos permite desarrollar los ODS de distintas maneras. Desde la CRUE se hizo un llamamiento para el abordaje de alguno de los 17 ODS en los programas de las asignaturas universitarias.

Después están otras cosas dentro de la propia universidad relacionadas con los consumos, las zonas verdes, la movilidad… Ahora todo lo que se diseña tiene la vista puesta en objetivos de desarrollo sostenible.

¿Cree que la solidaridad es un principio básico de la convivencia humana siempre bien entendido? Estamos viendo últimamente en las redes sociales mensajes negacionistas, bulos… Ha ocurrido hasta con un organización como Cruz Roja.

Vivimos un momento en el que la información es tan ingente que, como pasa con tantas cosas, el fraude no se puede eliminar, sigue existiendo, pero lo que no podemos es poner el foco solo en lo que se ha hecho mal.

En la universidad, por deformación, tenemos espíritu crítico. Intentamos beber de todas las fuentes y es lo que enseñamos a todos nuestros estudiantes. Recomendamos que escuchen todas las versiones de las historias y defendemos la presunción de inocencia. No podemos fomentar los juicios paralelos, son muy peligrosos. Hay que mirar hacia los miles de personas y organizaciones que están haciendo las cosas bien en todo el mundo.

De forma reciente han celebrado en el seno de la universidad el IX Congreso Universidad y Cooperación al Desarrollo. ¿Cuáles cree que son los nuevos retos y escenarios en cuanto a cooperación y voluntariado?

Creo que el principal reto es no desfallecer en la cooperación. Nuestra prioridad sigue siendo nuestro trabajo como docentes e investigadores, pero desarrollar este tipo de proyectos, no solo lo pide la ley, nos permite seguir ilusionando a estudiantes y profesorado.

Se trata de mantener la vista puesta en los lugares del mundo en los que nuestros profesionales puedan colaborar.