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Delirios de grandeza empresarial: del Reino de Don Quijote en Ciudad Real a la playa caribeña en Guadalajara

Recreación informática del fallido 'Reino de Don Quijote'

Alicia Avilés Pozo / Francisca Bravo Miranda

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Hay lugares en Castilla-La Mancha que se prestan a la imaginación. Que se lo digan, por ejemplo, a Don Quijote o al Cid Campeador. Sus llanuras, la parte donde se suceden kilómetros y kilómetros sin apenas promontorios y donde no hay reservas naturales o protegidas, ha sido siempre objeto de deseo de muchos promotores empresariales. En ese tipo de planicies vieron algunos la oportunidad de dar rienda suelta a uno de los proyectos más delirantes que se han planificado en la región como fue el megaparque temático al que llamaron 'El Reino de Don Quijote' en Ciudad Real. Fue un fracaso económico y político. Y en otro terreno similar, pero en la provincia de Guadalajara, sigue proyectado el complejo 'Alovera Beach', una playa caribeña en mitad de un secarral. Repasamos ambos, como reflejo de que pasado y futuro a veces van de la mano.

Desde la carretera que va de Toledo a Ciudad Real aun puede verse, unos tres kilómetros antes de llegar a la capital ciudadrealeña, un roído cartel que anuncia el proyecto del mayor parque temático y de ocio que se ha proyectado en Castilla-La Mancha. Desgastado por el paso del tiempo y con muchos pintadas, en este trozo de publicidad pone “La ciudad de ocio del siglo XXI”.

Es el único indicador que queda en el paisaje de los terrenos que iba a ocupar el denominado ‘Reino de Don Quijote’: un complejo de ocio y temático en torno al personaje de Miguel de Cervantes, al norte de la provincia, que se presentó en 2005, con el Gobierno del socialista José María Barreda.

Pero, como el hidalgo de la Mancha y su socarrón escudero Sancho Panza, este espacio nunca existió, salvo en las cabezas de todos aquellos políticos que lo vendieron durante años, ya desde la década de los 90 del siglo pasado y que, ni con la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008 se llegó a dar por terminado. “En ese año ya nadie se creía tal despropósito y todo apuntaba al concurso de acreedores” que llegó en julio de 2011. Así lo afirman fuentes cercanas a las “eufóricas negociaciones” que fueron el germen de esta iniciativa.

El proyecto como parque temático lo impulsó el grupo Harrah’s Entertainment, la propietaria del Caesar’s Palace de Las Vegas, pero posteriormente se crearon diversas sociedades mercantiles para su gestión. También participó la ya extinta Caja de Castilla-La Mancha (CCM), intervenida por el Banco de España en marzo de 2009.

La inauguración de su primera fase estaba prevista para 2008 pero nunca llegó a ponerse ni la primera piedra. La idea original fue reconvertida una década después en otro proyecto: 700 hectáreas para un gran complejo de ocio con hoteles, miles de viviendas, campos de golf y hasta un casino. Se anunció una inversión de 6.500 millones de euros con horizonte de 15 años, pero se vino abajo con estallido de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la crisis económico-financiera. ​

Hace ya más de cinco años, en enero de 2018, que se liquidaron las sociedades creadas para la construcción del complejo de ocio. Así lo había establecido un auto judicial del Juzgado de lo Mercantil de Ciudad Real cuatro meses antes. En total, se disolvieron cuatro compañías generadas en los seis años que duró el proyecto que nunca existió salvo en el papel, en las maquetas y en las cabezas de muchos políticos.

Con esta publicación en el Registro Mercantil, que incluía también el cese de los de los administradores únicos y apoderados de las sociedades y se ponía punto final a todo el embarrado proceso al que dio lugar el derrumbe de esta iniciativa.

Aun está pendiente la reparcelación del terreno que debe llevar a cabo el Ayuntamiento de Ciudad Real como requisito para que alguna empresa interesada pueda comprar el terreno. El plazo para establecer nuevas parcelas venció hace más de un año y desde entonces no hay novedad.

Al fallido proyecto empresarial se unieron otros con idéntica fortuna: 'La Ciudad de los Bosques' de Toledo, el Centro Espacial de Illescas a modo de 'sucursal' de la NASA o el llamado 'barrio avanzado de Toledo' diseñado por un prestigioso arquitecto francés.

‘Alovera Beach’, la promesa de una playa caribeña en medio de un secarral

Las ideas empresariales megalómanas no han cesado y entre las más llamativas de los últimos tiempos está la posibilidad de una especie de playa caribeña a 30 kilómetros de Madrid.

“¿Disfrutar de la vida de playa y de agua cristalina a 300 kilómetros del mar? Sí. Ya es posible. En el Corredor del Henares”. Es una de las tantas promesas que ofrece el megaproyecto de ‘Alovera Beach’ en su página web. Aparte de un gran parque de ocio, se anuncia como un “concepto innovador”, un “modelo de regeneración urbana” y una “referencia única” de actividades acuáticas.

En 2017 saltó el anuncio que recorrió toda la prensa nacional. La mayor playa artificial de Europa que se quiere instalar en este municipio alcarreño de unos 13.000 habitantes, situado a apenas 50 kilómetros de Madrid y apenas 13 de Guadalajara capital. Todo empezó de manos de la empresa Rayet, propiedad del empresario de Guadalajara Félix Abanádes, que prometía una inversión de más de 15 millones de euros que supondría una laguna de 25.000 metros cuadrados, con arena y una variada oferta de ocio que se ha ofertado como una manera de revitalizar la zona. Todo esto en una zona, al igual que el resto de la región y también del país, afectada por la sequía. Las estimaciones de consumo de agua son de unos 32 millones de litros de agua al año.

Sin embargo, desde entonces pocos pasos se han dado hasta ahora. 2023 es la supuesta fecha clave para iniciar la construcción de este macroparque que ya cuenta con un primer visto bueno del Ayuntamiento de Alovera, liderado por Purificación Tortuero de Alternativa Alovera, que gobierna junto al PP y Vox. En marzo de 2022, el Ayuntamiento aprobó iniciar el proceso de licitación con los votos de los tres partidos.

Pero el proyecto se encuentra todavía en proceso de licitación, y fuentes municipales puntualizan que ninguna empresa lo tiene todavía adjudicado. La empresa promotora no ha respondido a las peticiones de este medio para conocer los avances de la gran promesa veraniega para el Corredor del Henares.

La oposición ecologista se ha basado principalmente en lo que se refiere a la gestión del agua. Ecologistas en Acción presentó un recurso de reposición para pedir la anulación del proyecto, que fueron desestimadas a nivel municipal. De este modo señalaban que había “numerosas inconcreciones” en los pliegos presentados, en relación con los recursos hídricos, a la depuración del agua y también a la movilidad en el municipio. De hecho, señalaban en 2021 que el proyecto del parque incluso arrojaba “nuevas dudas sobre la disponibilidad real de agua en la cuenca del río Sorbe”.

La organización también criticaba que la Consejería de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha hubiese aprobado una declaración de impacto ambiental a través de un procedimiento simplificado, en vez del ordinario, a pesar de la “magnitud” del proyecto y las características. Por su parte, la propuesta que se puede ver en la página web de Alovera Beach, que lleva años sin actualizarse, asegura que el agua que se utilizará es “similar” al de una promoción de 80 viviendas. “Pero con la diferencia de que la laguna sólo se llena una vez en la vida”.

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