Una docente del colegio público Pastor Poeta de Ocaña (Toledo) ha sufrido “una brutal agresión”, según el sindicato ANPE, por parte de la madre de un alumno a la entrada de este centro educativo, en torno a las 9.00 horas, y en presencia de otros alumnos, padres y docentes, quienes pudieron separar a la agresora de la maestra.
A pesar de los tirones de pelo, patadas y puñetazos en el rostro que le propinó la presunta agresora -la docente tuvo que ser atendida en Urgencias- la maestra no presenta lesiones de gravedad aunque sí una gran cantidad de hematomas.
No obstante, según explica el director provincial de Educación, José Manuel Almeida, a eldiarioclm.es, aunque físicamente la maestra “no tiene nada grave”, sí se siente asustada y “tocada psicológicamente” tras este deplorable suceso, por lo que podría solicitar unos días de baja.
Después de que fuera atendida pudo presentar por sí misma una denuncia en la comandancia de la Guardia Civil, en la que ha incluido el parte de lesiones, según han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha y adelantaba el sindicato ANPE.
Este hecho provocó que el director provincial en este área y responsables de su departamento se desplazaran al centro educativo para conocer el suceso y prestar su apoyo al claustro de profesores y a la maestra agredida, activándose a su vez el protocolo para la defensa del profesorado.
El mismo respaldo que también ha mostrado el consejero de Educación, Ángel Felpeto, que ha reiterado el apoyo de la Junta en lo que “les sea necesario”, además de confirmar que la Junta se personará como acusación particular en el procedimiento judicial que en su caso se siga por este asunto.
Por un “pequeño chichón”
El director provincial de Educación ha explicado a este medio que la presunta agresora, madre de un alumno de tres años, se presentó en el colegio para protestar por un pequeño chichón con el que su hijo había llegado a casa. No obstante, asegura que comenzó a insultar y a gritar pidiendo explicaciones por este chichón que suponen que el niño pudo hacerse en el recreo.
Ante “las malas maneras” que mostraba, el centro decidió dar aviso a la Policía Local, pero antes de que pudieran personarse en el colegio la mujer agredió e incluso “arrastró por el suelo” a la maestra de Educación Infantil, a la que suponen que la madre culpaba de dicho chichón.
Como repulsa contra esta acción, el equipo docente ha llevado a cabo una concentración en la hora del recreo este miércoles en el que se ha leído un manifiesto en contra de la violencia y con presencia de profesores y alumnos.
Lo que desconocen, afirma el director provincial de Educación, es si el niño volverá a las clases en este colegio ya que ella recogió todos sus materiales y cosas personales que tenía en el aula. A este respecto, Almeida resalta que el niño “no tiene culpa de nada” y que si la familia lo lleva al colegio “pasará al centro con absoluta normalidad”.
“Lo suyo es que vaya al colegio, está en su absoluto derecho. Lo que sí vamos a impedir es que la familia pase. Entendemos que no es adecuado”, destaca, al tiempo que subraya que se trata de una familia “desestructurada y que actualmente ocupa una vivienda de Ocaña”.
“La primera vez” que la Junta se persona como acusación por un docente
El portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, ha señalado sobre estos hechos que el Gobierno ha planteado por “primera vez” personarse como acusación particular tras esta agresión, una iniciativa que afirma que sí han llevado a cabo con sucesos similares en el ámbito de la sanidad.
“Esta agresión que se ha llevado en Ocaña es lamentable, inaceptable, y lo que sí hemos hecho ha sido pedir medidas para que esa madre no se pueda acercar al colegio y para que ese tipo de situaciones no se vuelvan a producir”, ha agregado el portavoz regional.
Por su parte, los sindicatos de CSIF y STE en Castilla-La Mancha también han querido mostrar su repulsa a esta agresión y han recordado, al igual que ANPE, el reconocimiento docente como autoridad pública, que hace que ese tipo de agresiones sean juzgadas no sólo como un simple delito de faltas sino como un atentado contra la autoridad pública.