El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza solicitó los datos de asistencia a las clases de Religión por parte de los alumnos de Bachillerato de Castilla-La Mancha. “Lo pedimos porque sospechábamos lo que se nos ha confirmado. La materia de Religión obtiene mejores resultados en las calificaciones”, explica Pedro Ortega del sindicato en Albacete. El sindicalista explica que “sospechan” que las buenas notas que se consiguen en la manera “es una manera que tiene los docentes de Religión para fomentar la matrícula” en la asignatura.
“Sino, no cobran. Entonces, fomentan la matrícula siendo muy benévolos con las notas y nosotros queremos que se trate la materia como otra”, asegura Ortega. Los datos que ofreció la Consejería de Educación, Cultura y Deporte en Mesa Sectorial, señalan que el número de alumnos matriculados en Religión “no han hecho sino aumentar”. De esta manera ha pasado de 4.263 matriculados en el curso 2012-2013, hasta los 6.692 en el actual curso de 2017-2018.
“En principio, podríamos pensar que el aumento de esta matrícula se debiera a un aumento del alumnado en este nivel. Pero este argumento se desmonta viendo la evolución de las matrículas en las materias específicas comunes en los 3 últimos cursos”, recalcan desde el sindicato. Y es que el total de alumnos en las materias específicas entre las que deben elegir los alumnos de primero bachillerato ha pasado de 13.829 en el curso 2015-2016 hasta los 13.552 en el curso escolar actual.
En los últimos tres años, el alumnado en Religión católica ha pasado de los 5.718 hasta 6.692 alumnos. Sin embargo, en el caso de Cultura Científica, el alumnado matriculado ha bajado desde los 2.407 hasta los 1.433, y en el de Tecnologías de la Información y la Comunicación I, el total ha bajado desde los 5.212 hasta los 4.727. En cuanto a la segunda lengua extranjera, ha subido desde 492 hasta los 700. La bajada en el caso de Cultura Científica y las TIC la califican como “espectacular” desde la entrada de la LOMCE, en un 40% y un 10%.
La tendencia que “sospechaban”
“Si yo soy profesor de Informática y mi materia compite con Religión y veo que el profesor de Religión está regalando 10 o 9, también tengo que ser benévolo ya no soy tan objetivo con los alumnos”, explica Ortega. El sindicalista recuerda también que esto tiene una especial importancia, ya que las notas de primero de bachillerato tienen un gran peso en la nota de acceso a la universidad. “Lo que hacemos es bajar la calidad de la enseñanza e inflar las notas de los alumnos. Se genera una competitividad entre las materias alternativas y esto sólo se origina en la necesidad del profesorado de Religión de tener grupos y recibir pago”, asegura Ortega. Es “competencia desleal”, remata.
El sindicato señala que la tendencia era un “temor” de los profesores, especialmente desde que la materia pasó a ser evaluable y a contar como una “materia más” en el expediente del alumnado. “Algunas familias y alumnos prefieren cursar esta asignatura para obtener, de forma fácil, una calificación alta y poder dedicar el tiempo de estudio a otras materias en una etapa de alta competitividad”, recalcan. Por eso, también han analizado las notas obtenidas en estos dos últimos cursos en las materias señaladas.
En el caso de Religión, el porcentaje de alumnos con un 10 como nota final en el curso 2015-2016 fue de un 32% y en el 2016-2017, de un 35%. Por otro lado, en el caso de Cultura Científica, el porcentaje ha sido de un 21% y un 24%, respectivamente, mientras que en segunda Lengua Extranjera, 22% y un 21%. En el caso de las TIC, el porcentaje baja hasta el 15% en ambos cursos. “Con estos datos, queremos denunciar que la inclusión de la materia de Religión Católica como evaluable y, tenida en cuenta para los expedientes del alumnado, y el aumento de la matriculación en esta materia es consecuencia de las buenas calificaciones que el alumnado obtiene en ellas”, afirman.
Solución: reforma de la LOMCE
Desde el STE recuerdan que el Gobierno de Castilla-La Mancha han denunciado en “numerosas” ocasiones que no les “gusta” la LOMCE y que la rechazan. Por eso, exigen “coherencia” al departamento “ en su discurso y acción”, y que reduzcan al mínimo legal las clases de Religión. “Lo que hemos pedido en la Mesa, es que dentro de sus competencias lo que debería bajar es de dos horas a una a la semana en Educación Primaria, porque es donde hay competencia desde la Comunidad Autónoma”, explica Ortega.
Por eso, piden que se destine esta hora a una de tutoría porque hay niveles de Educación Primaria en los que no hay. “Así se puede tratar mucho de los valores transversales que demanda la sociedad, como la igualdad entre el hombre y la mujer. Se podría aprovechar mucho esa hora que se cubre con Religión”, afirma el sindicalista. Por otro lado, desde el STE recuerdan que estos profesores “no han sido seleccionados según los principios de igualdad mérito y capacidad que rigen el sistema de acceso a la enseñanza pública.
La solución “es muy sencilla”, afirman desde la organización sindical: “que no exista la Religión dentro del sistema educativo”. En este sentido, Ortega explica que la educación “debería ser laica y quien quiera estudiar Religión que se vaya por la tarde a las parroquias y esto es respetable. Pero no en el sistema educativo, y menos en el público. Por eso habría que reformar la LOMCE de arriba a abajo”.