La derivación de agua a través del trasvase Tajo-Segura se reanudará en diciembre
La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS) ha comunicado este miércoles la previsión de reanudar el trasvase a mediados del mes de diciembre, una vez terminados los trabajos de mantenimiento y reparación de averías, es decir, antes del plazo de tres meses inicialmente contemplado.
La comisión, que ha mantenido una reunión telemática, ha valorado la situación a comienzos del mes de noviembre con arreglo a las normas de explotación del Acueducto Tajo-Segura, tal y como explican en un comunicado del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En este sentido, la Comisión Central de Explotación del acueducto ha constatado que a fecha uno de noviembre de 2021, la situación del sistema es la correspondiente al nivel 3, que se refiere a “situaciones hidrológicas excepcionales”. Por ello, han anunciado que se podría autorizar un trasvase de forma “discrecional pero motivada”, de un total de hasta veinte hectómetros cúbicos.
Además, la Comisión también ha tomado nota de la previsión para la situación del Acueducto Tajo-Segura en el trimestre indicando que el sistema “se mantendrá en situación hidrológica excepcional durante todo el trimestre”.
Asimismo, desde la comisión han detallado que, actualmente, existe un volumen de agua trasvasada disponible en la cuenca del Segura, destinada para abastecimientos y regadíos de 64,85 hectómetros cúbicos.
Autorizado un trasvase de 18 hm3
Por ello, han anunciado que durante el encuentro se ha autorizado un trasvase desde los embalses de Entrepeñas-Buendía a través del acueducto Tajo-Segura de dieciocho hm3 para el mes de noviembre de 2021. Igualmente, han desarrollado que, de este trasvase, destinarán siete hm3 y medio a abastecimientos urbanos y diez hm3 y medio para regadío.
La decisión, según ha aclarado la Comisión, se ha tomado basándose en la aplicación de los principios de prevención y precaución que “deben presidir la acción de las Administraciones Públicas”, y “considerando la conveniencia de aprovechar parte de las reservas de volúmenes de agua trasvasada disponibles en la cuenca del Segura”, dada la situación hidrológica excepcional del sistema de la cabecera del Tajo, y teniendo en cuenta “los consumos de abastecimiento y regadío estimados para los próximos meses”.
“Es una barbaridad”
La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía ha calificado la decisión de “”barbaridad, mientras siguen sin plantearse reducciones de demanda“.
En su opinión, la Comisión de Explotación vuelve a solicitar “por defecto” un trasvase máximo en el Nivel 3, “sin tener en cuenta las necesidades de la cuenca cedente, sólo constatando el nivel y ateniéndose al infausto Memorándum”.
Los ribereños piden que reduzcan la superficie de regadío y usen las desaladoras para no depender del Tajo.
“Es otro trasvase de papel, para comenzar el 2022 con la tubería a pleno rendimiento”, lamentan. “Tienen desaladoras, que las usen si no son capaces de reducir el consumo de agua. Saben que su chiringuito tiene las horas contadas pero exprimen el Tajo porque les subvencionamos el agua”, explica la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles Sierra.
Los ribereños claman ante los más de 10 hm3 aprobados para Agricultura y vuelven a manifestar su predisposición para el agua de boca, aunque entienden que si se redujera la demanda de regadío, aumentaría la disponibilidad para consumo humano.
“No nos oponemos a enviar agua para beber, pero el regadío es insostenible y no podemos seguir subvencionando una industria tan dañina para el Medio Ambiente con dinero y recursos públicos”, lamenta Borja Castro, vicepresidente de la Asociación. “El agua del trasvase está fuertemente subvencionada y perjudica gravemente al Tajo y a nuestros embalses, por no hablar del Mar Menor”.
Ayer mismo se conocía que la empresa Aldi, de procedencia alemana, ha iniciado una campaña para recabar información sobre sus proveedores españoles en el Campo de Cartagena, llegando a cortar relaciones con una de las empresas agrícolas investigadas en el Caso Topillo. “El daño que están haciendo a nuestro patrimonio natural y a la imagen de España es inconmensurable”, denuncia Castro. “Han ganado cantidades indecentes de dinero a costa de nuestro río, pero el daño lo pagaremos todos los españoles, en especial los agricultores honrados”.
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