La despoblación es, sin duda, uno de los grandes retos económicos, políticos y sociales a los que se enfrenta Castilla-La Mancha en un futuro inmediato. No son pocos los datos que retratan la situación en la región, y así lo muestra el informe 'Envejecimiento en los municipios españoles: situación y perspectivas' de Stratego. En él se explica el mapa completo de la evolución demográfica del país, cruzando los datos de los más de 8.000 municipios de la región, estudiando los cambios en los últimos 18 años y también los movimientos que han llevado a un “vaciado”.
En Castilla-La Mancha la población ha aumentado un 16,87% entre 2000 y 2018, por encima de la media española. Sin embargo, los casi 300.000 habitantes más que hay desde el año 2000 se han concentrado especialmente en Guadalajara y Toledo, los territorios más cercanos a Madrid. En la provincia alcarreña, la población ha subido en un 53,8% y en la toledana, en un 30,2%. De hecho, sólo se pierde población en la provincia de cuenca, según el padrón del INE.
“El caso de Castilla-La Mancha es un ejemplo claro del proceso de despoblación rural”, señala el documento, porque este aumento de la población contraste porque a pesar de que sólo hay pérdida en una provincia, siete de cada diez municipios han visto como ha caído el número de sus vecinos. Y, de hecho, en 363 localidades se ha perdido más del 25% de la población.
Por lo contrario, en 75 pueblos o ciudades, el padrón ha crecido desde el año 2000.
Las realidades son un contraste constante en la región: mientras pueblos como Arandilla del Arroyo o Angón pierden casi el 80% de su padrón, otros crecen en más de un 2000%. Es el caso de la localidad alcarreña de Yebes, a una hora de Madrid, y también de otras localidades de su entorno como Pioz o Quer, que han crecido en más de un 770% y un 840%, respectivamente. Esto también ocurre a una hora de Madrid, al sur, en la provincia de Toledo, con pueblos como Seseña, cuya población ha crecido en más de un 470% o Illescas, con más de un 170%.
¿Qué pasa con los más jóvenes y los mayores? Más del 20% de la población de la región tiene menos de 20 años, pero también casi el 19% tiene más de 65 años. Esto supone que hay más gente joven y mayor que la media española. Pero también ocurre que hay más de 200 localidades en las que no hay niños de menos de cuatro años, y en 69 de estos pueblos, el “vacío generacional”, como lo denominan, llega hasta los menores de 20 años. Por otro lado, en 72 municipios, más de la mitad de la población ha superado ya los 65 años. Se da de este modo el caso singular de Arandilla del Arrollo, el municipio con más porcentaje de mayores de toda España: 9 de sus 10 habitantes tiene más de 65 años.
Hay diez municipios castellanomanchegos que tienen menos de diez vecinos: el más pequeño es Illán de Vacas, con cinco. En la misma línea, el número de localidades que no llegan a los 100 habitantes ha pasado de 188 a 260, un incremento del 38%.